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Channel: Espoir Chiapas - Esperanza Chiapas
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Channel Details:
  • Title: Espoir Chiapas - Esperanza Chiapas
  • Channel Number: 8302612
  • Language: French
  • Registered On: February 21, 2013, 6:47 am
  • Number of Articles: 2829
  • Latest Snapshot: July 10, 2021, 5:06 pm
  • RSS URL: http://espoirchiapas.blogspot.com/feeds/posts/default?alt=rss
  • Publisher: https://espoirchiapas.blogspot.com/
  • Description: Blog d'information et de réflexion sur le Chiapas et la lutte autonome en France et dans le...
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Movimiento de Parteras de Chiapas Nich Ixim se pronuncia frente al COVID.

April 8, 2020, 3:36 pm
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Movimiento de Parteras de Chiapas Nich Ixim 
3 de abril de 2020, San Cristóbal De Las Casas, Chiapas. México.

Ante la situación que vivimos en México y en todo el mundo por el SARS-cov-2, coronavirus, el Movimiento de Parteras de Chiapas Nich Ixim, que está conformado por más de 500 parteras representantes de 30 municipios, se pronuncia y les hace saber que, hoy más que nunca, continuaremos activas atendiendo a las mujeres en el embarazo, parto y puerperio pues nuestra tarea, desde hace décadas, ha sido la de ser las cuidadoras de la salud de las mujeres, las familias y las comunidades. En el Movimiento hay parteras con experiencia de más de 40 años, y el conjunto de integrantes, en los últimos dos años hemos atendido aproximadamente 7000 partos.

Consideramos que conforme se agudice la situación producida por la Covid-19, menos mujeres indígenas y de localidades rurales se desplazaran hacia los hospitales, no sólo por el temor de contagiarse sino porque éstos estarán saturados. Y será en esta circunstancia que la partería tradicional y profesional será estratégica para la atención de los partos de bajo riesgo contribuyendo a la disminución de la mortalidad materna y neonatal enlas comunidades.

Como parteras sabemos de los riesgos que corremos frente al Covid-19 por lo que estamos llevando a cabo las medidas preventivas necesarias para protegernos y proteger a las mujeres que atendemos. Sin embargo, hacemos de su conocimiento que no tenemos acceso a los insumos básicos como alcohol, cubre bocas, guantes, gel de alcohol, jabón líquido ya que no se pueden conseguir en todas las localidades donde vivimos; por otro lado el personal de salud de algunas clínicas ha negado a proveer de esos insumos, las instituciones de salud no están considerando nuestra experiencia y disposición para la atención durante el parto de bajo riesgo sino que por el contrario han señalado que deberíamos de dejar de atender a las mujeres, sin argumento cierto alguno, a su vez desconocemos los planes del personal de salud en caso de que las comunidades decidan cerrar su territorio. En recorridos realizados por organizaciones que nos apoyan hemos visto que en algunos municipios, el personal de los centros de salud no está realizando el trabajo de información, prevención sobre la enfermedad y los cuidados necesarios para evitar el contagio, así como qué hacer en caso de que haya personas enfermas en nuestras comunidades. También algunasparterasdel movimientohanreportadoque algunas mujeres embarazadas han sidorechazadasen los hospitales y que esto probablemente tenga como consecuencia el aumento de muertes maternas.

Por todo esto, como Movimiento Estatal exigimos a las autoridades estatales, municipales, a la SSA e IMSS de manera URGENTE que:

  1. Reconozcan la labor de las parteras y se establezcan acciones de coordinación y colaboración entre nosotras y el personal de salud en los diferentes niveles.
  2. Que se dote de insumos de prevención (mascarillas, gel de alcohol, jabón, guantes, etc.) a las parteras así como de material para la atención del parto.
  3. Que se respete el derecho de las mujeres de decidir con quién atenderse, y el derecho de las parteras de seguir brindando atención y cuidado.
  4. Que el estado garantice el derecho del certificado del recién nacido atendido por parteras.
  5. Que en caso de emergencia obstétrica, las autoridades municipales, así como las autoridades de salud garanticen que durante el traslado y la atención de la emergencia, las mujeres no se contagiarán de Covid-19 y recibirán un trato digno y respetuoso.
  6. Exigimos que para evitar estos contagios, en los hospitales exista un espacio exclusivo para atender a las embarazadas con complicaciones.
  7. Que se respete el derecho de las mujeres con Covid-19 a no ser separadas de su hijo/a recién nacido, ni que se les prohíba la lactancia materna, actuando acorde a las evidencias científicas conocidas hasta ahora.
  8. Que haya claridad sobre a quién debemos contactar en caso de tener que hacer una referencia frente a una emergencia obstétrica.

El Movimiento de Parteras de Chiapas Nich Ixim reitera su compromiso con la vida, con las mujeres indígenas y las comunidades tanto para la atención durante el embarazo, parto y puerperio, así como para la referencia oportuna de casos de emergencia obstétrica.

“Por la vida y el reconocimiento de la partería: parteras del Movimiento, parteras de Chiapas y del Mundo continuamos trabajando”

Parteras del Movimiento de Parteras Nich Ixim y organizaciones aliadas (Formación y Capacitación A.C. (FOCA), Alianza Pediátrica Global (APG), Centro de Capacitación en Ecología y Salud para Campesinos A.C. (CCESC), CAMATI Mujeres Construyendo desde Abajo A.C.

Correo de atención: nichixim@gmail.com


http://foca.org.mx/blog/pronunciamiento-del-movimiento-de-parteras-de-chiapas-nich-ixim-3-de-abril/?fbclid=IwAR02m6IO2xuDQeuZt-45l9UXRwUhUff1XNVoiuFSQYbrHFy5cwYCRHzukso 
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Gobierno estatal y federal vuelven a amenazar los territorios y las comunidades de Chiapas.

April 11, 2020, 1:35 pm
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COMUNICADO "GOBIERNO ESTATAL Y FEDERAL VUELVEN A AMENAZAR LOS TERRITORIOS Y LAS COMUNIDADES DE CHIAPAS"

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CIPOG EZ FNLP OCSS: "la maladie du coronavirus est un motif pour contrôler nos peuples et notre territoire"

April 12, 2020, 8:44 am
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Communiqué conjoint du Conseil indigène et populaire du Guerrero-Emiliano Zapata - CIPOG-EZ, du Front national de libération des peuples - FNLP et de l'Organisation paysanne de la Sierra Sud - OCSS face au contexte actuel.

Guerrero, Mexique, 30 mars 2020

À l'Armée zapatiste de libération nationale,
Au Congrès national indigène,
Au Conseil indigène de gouvernement,
Aux peuples de Guerrero,
Aux peuples du Mexique et du monde,
A la Sexta nationale et internationale,
Aux réseaux de résistance et rébellion,
Aux réseaux de soutien au CIG,
Aux médias honnêtes,




Nous sommes des hommes et des femmes du Conseil indigène et populaire du Guerrero-Emiliano Zapata - CIPOG-EZ, d'origine Na savi, Me pháá, Ñamnkue, Nahua, afromexicains et métis, de l'´État du Guerrero. Nous nous coordonnons avec nos frères du Front national de libération des peuples - FNLP et de l'Organisation paysanne de la Sierra Sud - OCSS, et au niveau national nous faisons partie du Congrès national - CNI et du Conseil indigène de gouvernement - CIG, la maison de tous les peuples indigènes du Mexique, créée en octobre 1996, en tant qu'espace de débat, de réflexion et de solidarité pour comprendre la lutte de chaque peuple que nous rencontrons et pour nous étreindre face aux nombreuses tragédies générées par le capitalisme à l'encontre de nos peuples.





Nous vous informons que, suite à l'expansion du coronavirus, nous nous replions avec nos communautés afin de prévenir la contagion de la pandémie au vu des conséquences qu'elle pourrait provoquer dans nos villages. En effet, c'est avec une immense douleur que nous lisons dans l'actualité que la contagion de la pandémie du Coronavirus-19 augmente de jour en jour, ravage tout et tue la vie humaine. Nous avons vu que les pays modernes, malgré leurs infrastructures sanitaires et leur sécurité, deviennent en quelques jours un cauchemar meurtrier et bouleversant. Si cela se passe là-bas où on bénéficie de meilleures conditions budgétaires, que se passera-t-il ici si la pandémie touche nos peuples originaires et métis qui se trouvent dans la misère? C'est la raison pour laquelle nous sommes préoccupés par le manque de fonds destinés à la santé et c'est affreux car une famille qui n'a déjà pas assez pour manger ne risque pas de pouvoir acheter des désinfectants.


En tant que peuples originaires, nous avons compris que la maladie du coronavirus est un motif pour contrôler nos peuples et notre territoire. Il semble que le coronavirus n'en ait pas seulement après la santé et la vie humaine mais aussi après les richesses et après les peuples en résistance qui subsistent encore dans les territoires indigènes et du monde. Malgré tout cela, nous poursuivrons la résistance comme l'ont toujours fait nos ancêtres face à la mort que représente aujourd'hui cette pandémie, comme ce fut le cas il y a 528 ans avec la chute de la ville de Tenochtitlan et l'arrivée de la maladie apportée par les Espagnols à nos peuples mésoaméricains qui entraînèrent par ailleurs le génocide et l'invasion de notre territoire à l'époque coloniale.





D'autre part, nous voulons vous dire que, nous qui habitons cette terre du Sud, nous savons que le Guerrero a joué un rôle important au cours de la construction de l'État mexicain ; beaucoup de nos frères ont donné leur vie et leur sang en faveur des mouvements de lutte pour l'indépendance et nous avons servi de chair à canon pendant la révolution mexicaine pour engendrer ce pays. Cette terre du Sud-Est a forgé de grands activistes sociaux tout au long de l'histoire du Mexique et, depuis cette date jusqu'à nos jours, nombre d'entre eux ont été assassinés et portés disparus. C'est pour cette raison que cela ne fait aucun doute pour nous que nous sommes des objets de droit pour le système capitaliste, parce que c'est nous qui avons payé avec le plus grand nombre de morts mais aussi par la répression et la prison que nous ne méritions pas, alors qu'il s'agissait de nous imposer leurs mauvais projets qui pour nous représentent la mort.





Nos peuples ont toujours été en lutte et ils n'ont jamais faibli, bien au contraire. Nous avons trouvé comme exemple de lutte historique et comme héritage, les efforts de l'ouvrier et du paysan comme l'ont été Genaro Vazquez Rojas et Lucio Cabañas Barrientos qui, parce qu'ils voulaient vivre dans de meilleures conditions et sans être exploités, sont tombés il n'y a pas si longtemps. Ces hommes humbles venus du peuple ont donné leur vie parce qu'ils aspiraient à un monde meilleur.





Au Guerrero et au niveau national, la richesse se concentre dans quelques mains, ce qui pour nous, les peuples originaires, signifie que le pillage et le saccage de nos ressources naturelles continuent. Notre terre et notre territoire vers lesquels nous avons été acculés par le passé étaient les pires régions ; mais aujourd'hui, à cause de la richesse qu'ils contiennent, à nouveau on ose nous déplacer comme il y a 528 ans.





Pour atteindre leur objectif et envahir nos terres, ils se servent du trafic de drogue qui terrorise nos communautés, afin de s'emparer des espaces qui nous appartiennent. À maintes reprises, nous nous sommes interrogés sur la cause de l'indice élevé de marginalisation et de pauvreté dans nos villages. Nous avons compris que durant cinq siècles, on nous a volés, par la corruption, qui permet de s'enrichir des impôts du peuple, et par la privatisation souterraine qui est leur façon d'agir. Il en résulte donc dans notre pays qu'une poignée d'oligarques ont causé la faim, la misère, la maladie, le manque de logement pour des millions de familles, la malnutrition, l'analphabétisme, le manque d'eau et d'électricité.





Leurs moyens pour se maintenir au pouvoir sont les fraudes, les pièges, les magouilles et les abus de tout type qui se multiplient dans toutes les régions du pays et dans tous les secteurs de notre société. Et les droits humains continuent à être violés ; les peuples en résistance subissent la présence des militaires alors que le crime organisé agit en toute liberté. De là surgit l'insécurité : toutes les deux heures un mexicain disparaît, des milliers de voitures sont volées et des milliers de fraudes et d'extorsions sont commises. C'est la face visible de la guerre qui veut se cacher et, nous, nous disons que c'est la réalité que nous traversons et que personne n'y échappe.





Autour de cette guerre se sont développés de nouveaux moyens gouvernementaux comme le déploiement des investissements étrangers et la privatisation du noyau communal et agraire, sans respect pour nos montagnes, nos lieux sacrés, où sont préservés l'esprit et la mémoire de nos ancêtres. Face à ces menaces, nos peuples se sont organisés pour défendre leur terre et leur territoire et la réponse de l'État, ce sont les assassinats, la répression et l'emprisonnement de nos leaders et activistes sociaux.





Les sociétés et entreprises transnationales sont le nouveau sujet de l'expansion du capitalisme. Grâce à elles, ils contrôlent la vie et l'économie de millions de personnes selon cette méthode et cette stratégie qui fragmentent, divisent et confrontent nos peuples ; toutes les sortes de partis politiques en sont un exemple clair, peu importe leur couleur, ils se sont chargés de nuire au tissu social et à la vie communautaire, pour essayer de prendre le pouvoir et d'exercer le contrôle sur la population.





C'est la raison pour laquelle nous, les peuples Na savi, Me pháá, Ñamnkue, Nahua, afromexicain et métis qui faisons partie du CNI, convoquons vos cœurs à continuer de résister, que vous soyez ouvrier, paysan, de la campagne, de la ville, enseignant, étudiant, homosexuel, lesbienne, transsexuel, artiste, intellectuel, militant, activiste, féministe, sportif, femme ou homme au foyer, colon, homme, femme, enfant, jeune, personne âgée, et nous vous disons que c'est seulement organisés que nous pourrons arrêter cette guerre capitaliste qui est déjà parmi nous.





Au cours de l'histoire, ceux qui sont aujourd'hui au pouvoir sont les mêmes qui ont commis le crime contre l'humanité lors des tueries d'Aguas Blanca et du Charco, et qui aujourd'hui encore bénéficient d'une impunité silencieuse grâce à la complicité des trois niveaux de gouvernement.





Aujourd'hui, la manière dont le capitalisme a transformé notre nation en un cimetière et en un bain de sang dans le but d'augmenter de façon illégale le marché de la drogue est démontrée ; cela a conduit notre pays vers une crise d'insécurité et d'injustice, ce qui a provoqué que certains villages, en tant que peuples originaires, décident de créer la Sécurité Communautaire et que, au fil des ans, prolifèrent les groupes d'Autodéfense. Si ces villages se sont sentis obligés de se défendre contre la délinquance, c'est parce qu'il y a un vide de pouvoir ; les chefs d'État n'ont que faire de ce qui nous arrive à nous les gens d'en bas et c'est pour cela qu'il faut reconfigurer la structure étatique. Nous avons vu que le nombre de morts a augmenté et, pire encore, que les féminicides se multiplient.





Le fait même de diffuser des informations sur ce qui se passe représente une menace pour les moyens de communication qui souffrent de harcèlement et de persécution quotidiennement. Actuellement, le niveau des risques encourus par les journalistes s'est aggravé ; ils subissent continuellement des actes d'intimidation, de harcèlement, de blocage, des attaques physiques et bien d'autres délits à leur encontre. Cela montre qu'il n'y a pas de liberté d'expression.



En ce sens, les mauvais gouvernements, autant au niveau fédéral, qu'étatique et municipal, nous mentent en disant que le Mexique est entré dans un processus de changement : ce discours est très loin de la réalité de nos communautés, de nos banlieues et de nos quartiers. C'est sous cette conduite et sous le mandat de la classe dominante que s'est menée la quatrième transformation.





Avec la réforme de l'article 27 de la Constitution, l'adoption de la Loi agraire et l'instrumentalisation du programme PROCEDE, les terres éjidales ou communales se sont incorporées au marché néolibéral, là où les bénéfices sont en faveur des grands capitaux et où les paysans sont à nouveau exploités et oubliés dans les champs agricoles comme durant les temps de la colonie et du gouvernement de Porfirio Diaz ; là où le banquier continue à diriger le destin du pays, sans s'importuner de qui il écrase.





La reconstruction de la campagne mexicaine sera seulement possible si rendre la terre au paysan redevient réalité en même temps qu'obtenir la liberté à laquelle il a aspiré pendant des siècles ; et, pour que cela devienne réalité, il est nécessaire que s'unissent les indigènes, membres de communautés et paysans sans terre déplacés, les membres de petits éjidos et les moyens propriétaires car, si nous sommes séparés, nous perdrons le peu qu'il nous reste de la terre que nous ont donnée en héritage nos ancêtres mésoaméricains.





Nous nous sommes rendu compte que les mauvais gouvernements, peu importe leur couleur, ne sont pas intéressés par ce que la terre produit. Cela ne les intéresse pas non plus d'aider les plus démunis à sortir de la pauvreté dans laquelle ils se trouvent, ni s'ils nous maintiennent dans l'esclavage du XXIe siècle. Ce qui importe pour eux, c'est de tendre la main aux banquiers.





Leur politique de gouvernement consiste à envahir la terre et le territoire ; c'est le cas avec le projet du train maya, avec le couloir éolien de l'isthme de Tehuantepec, avec la centrale thermo-électrique ou les gazoducs à Huesca, et avec beaucoup d'autres projets dans notre pays. Tous ces projets de mort concernent des territoires de peuples originaires.





Pour les peuples originaires, il y a seulement deux options : résister ou permettre ce qu'ils appellent la modernisation, qui, en fin de compte, si nous la permettons, apportera encore plus de tragédies et de mort. Ceux d'entre nous qui s'opposent à ce projet de mort, ce sont nous, les peuples originaires qui vivons dans des maisons en pisé, aux murs faits de bois et de branches d'arbres et aux toits de carton avec des carences en tout genre.





C'est la raison pour laquelle, en tant que Congrès national indigène, nous poursuivons notre marche pour nous rencontrer à nouveau et nous regrouper contre l'extermination, la violence, la domination et l'exploitation, pour qu'ensemble nous continuions à construire un autre monde possible.




Fraternellement
Que justice soit faite à nos morts et aux femmes assassinées au Mexique et dans le monde
Liberté pour nos prisonniers et prisonnières politiques de l'État de Guerrero, du Mexique et du monde.
Pas une mort de plus, ni de répression, au CNI-CIG !

Ils ont arraché nos fruits
Ils ont coupé nos branches
Ils ont brûlé nos troncs
Mais ils n'ont pas pu
Tuer nos racines.

Plus jamais un Mexique sans nous !

https://www.congresonacionalindigena.org/2020/03/31/comunicado-conjunto-del-concejo-indigena-y-popular-de-guerrero-emiliano-zapata-cipog-ez-frente-nacional-de-liberacion-del-pueblos-fnlp-y-organizacion-campesina-de-la-sierra-del-sur-ocss-ante-el-conte/


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Gobierno comunitario de Chilon, Chiapas denuncia la nula accion del gobierno de Chiapas frente al COVID19

April 12, 2020, 2:58 pm
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denuncian pueblos indígenas de Chiapas falta de atención ante la pandemia por el COVID-19




Pascuala_Vazquez_vocera_GC_Chilon
 
  Lxs compañerxs que integran el Gobierno Comuntario de Chilón nos comparten el mensaje de preocupación sobre la nula acción del gobierno de Chiapas en atención a las comunidades indígenas que habitan el estado.
Informan que hasta ahora no han recibido visitas de trabajadores de la salud en ninguna de las 600 comunidades que participan en el Concejo.
También externan su preocupación por los posibles contagios que puedan suceder a partir del retorno de los migrantes que salen a trabajar en playas turísticas y zonas agrícolas.
Informan que con sus propios recursos, han adquirido un poco de material médico para sus comunidades. termómetros y algunos medicamentos. El Concejo se ha dado a la tarea de brindar infromación en sus propias lenguas sobre el COVID-19 e indicaciones sobre cómo deben cuidarse ante la pandemia.
Es necesario recordar que el Concejo Comunitario de Gobierno de Chilón lleva varios años en el proceso de construcción de su sistema de organización comunitaria, alejada de partidos políticos.
El Concejo reclama acciones por parte de los trabajadores de la salud, ya que como dice su vocera Pasuala Vazquez todo está en silencio como si no pasara nada.

https://radiozapatista.org/?tag=covid-19
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"Au sortir du confinement et de l’urgence sanitaire, rien ne sera plus comme avant ; cela a été dit. Mais que changer ?" J.Baschet

April 13, 2020, 8:32 am
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Le vingt et unième siècle commence maintenant

 Jérôme Baschet



Les historiens considèrent volontiers que le XXe siècle débute en 1914. Sans doute expliquera-t-on demain que le XXIe siècle a commencé en 2020, avec l’entrée en scène du SARS-CoV-2. L’éventail des scénarios à venir demeure, certes, très ouvert ; mais l’enchaînement des événements déclenchés par la propagation du coronavirus offre, comme en accéléré, un avant-goût des catastrophes qui ne manqueront pas de s’intensifier dans un monde convulsionné, marqué par les effets d’un réchauffement climatique en route vers 3 ou 4 degrés de hausse moyenne. Ce qui se profile sous nos yeux, c’est un entrelacement de plus en plus étroit des multiples facteurs de crise qu’un élément aléatoire, à la fois imprévu et largement annoncé, suffit à activer.

Effondrement et désorganisation du vivant, dérèglement climatique, décomposition sociale accélérée, discrédit des gouvernants et des systèmes politiques, expansion démesurée du crédit et fragilités financières, incapacité à maintenir un niveau de croissance suffisant, pour ne mentionner que cela : ces dynamiques se renforcent les unes les autres, créant une extrême vulnérabilité qui tient au fait que le système-monde se trouve désormais dans une situation de crise structurelle permanente. Dès lors, toute stabilité apparente n’est que le masque d’une instabilité croissante.


Le Covid-19 est une « maladie de l’Anthropocène », ainsi que l’a indiqué Philippe Sansonetti, microbiologiste et professeur au Collège de France. L’actuelle pandémie est un fait total, où la réalité biologique du virus est indissociable des conditions sociétales et systémiques de son existence et de sa diffusion. Invoquer l’Anthropocène — nouvelle période géologique où l’espèce humaine est devenue une force capable de modifier la biosphère à l’échelle globale — invite, me semble-t-il, à prendre en compte une temporalité à triple détente : d’abord, les années récentes où, sous la pression des évidences sensibles, nous prenons conscience, trop lentement certes, de cette époque nouvelle ; ensuite, les décennies de l’après-1945 qui furent celles de l’essor de la société de consommation et de la grande accélération de tous les marqueurs de l’activité productive (et destructive) de l’humanité ; enfin, le tournant des XVIIIe et XIXe siècles qui, en enclenchant le cycle des énergies fossiles et de l’industrialisation, fit décoller la courbe des émissions de gaz à effet de serre, signant ainsi le début de l’Anthropocène.

Le virus qui nous afflige est l’envoyé du vivant, venu nous présenter la facture de la tourmente que nous avons nous-mêmes provoquée. Anthropocène oblige : dans ce qui nous arrive, la responsabilité humaine est engagée. Mais responsabilité de qui exactement ? Les trois temporalités mentionnées permettent d’être plus précis. À l’horizon le plus immédiat, notre attention est accaparée par la sidérante affaire de l’évaporation des stocks de masques depuis 2009 et par l’indolence qui manque à les reconstituer en urgence à l’approche de l’épidémie. Encore n’est-ce là qu’un aspect de l’accablante impréparation européenne et cette incapacité à anticiper témoigne d’une autre maladie du temps : le présentisme, par quoi tout ce qui déborde l’immédiat s’évanouit. Le mode de gestion néolibéral de l’hôpital, froidement comptable, a fait le reste. Manque de moyens, réduction du nombre de lits, personnels en sous-effectif et déjà épuisés en temps normal : les soignants ont longuement crié leur désespoir, sans être entendus. Aujourd’hui, le caractère irresponsable des politiques menées de longue date est avéré aux yeux de tous. Comme l’a déclaré Philippe Juvin, chef du service des urgences de l’Hôpital Pompidou, à Paris, « des insouciants et des incapables » nous ont conduits à nous retrouver « tout nus devant l’épidémie ». Et si Emmanuel Macron a voulu s’ériger en chef de guerre, il ne devrait pas négliger le fait que cette rhétorique usée par tant de gouvernants pourrait aussi, un jour, se retourner (métaphoriquement ?) en accusation pour haute trahison.

Remonter à la seconde moitié du XXe siècle permet de repérer plusieurs des causalités majeures expliquant la multiplication des zoonoses, ces maladies provoquées par des agents infectieux opérant un saut d’espèce de l’animal à l’humain. Ainsi, l’expansion de l’élevage industriel, avec toute son ignominie concentrationnaire, a aussi les déplorables conséquences sanitaires que l’on sait (grippe porcine, grippe aviaire H5N1, par exemple). Quant à l’urbanisation démesurée et à la métropolisation, elles réduisent les habitats des animaux et les poussent davantage au contact des humains (VIH, Ebola, notamment). Ces deux facteurs n’ont peut-être pas joué dans le cas du SARS-CoV-2, encore qu’il reste à mieux connaître toute la chaîne de transmission. En revanche, il est clair que la vente d’animaux sauvages sur le marché de Wuhan n’aurait pas eu de telles conséquences si cette ville n’était devenue l’une des capitales mondiales de l’industrie automobile. La globalisation des flux économiques est bel et bien à l’œuvre ; et c’est la troisième causalité à invoquer, d’autant que l’expansion insensée du trafic aérien a été le vecteur d’une diffusion planétaire fulgurante du virus.

Mais on ne peut s’en tenir là et il faut aussi se reporter deux siècles en arrière, pour donner à l’Anthropocène son véritable nom : Capitalocène. Car il est le fait, non de l’espèce humaine en général, mais d’un système historique spécifique. Celui-ci, le capitalisme, a pour caractéristique majeure que l’essentiel de la production répond, avant toute autre chose, à l’exigence de valorisation de l’argent investi (le capital). Même si les configurations en sont variables, le monde s’organise dès lors en fonction des nécessités impérieuses de l’économie. Il en résulte une rupture civilisationnelle avec toute l’expérience humaine antérieure, dès lors que l’intérêt privé et l’individualisme concurrentiel deviennent les valeurs suprêmes, tandis que l’obsession de la pure quantité et la tyrannie de l’urgence ne peuvent que conduire au vide dans l’être. Il en résulte aussi et surtout une compulsion productiviste mortifère qui est l’origine même de la surexploitation des ressources naturelles, de la désorganisation accélérée du vivant et du dérèglement climatique.

Au sortir du confinement et de l’urgence sanitaire, rien ne sera plus comme avant ; cela a été dit. Mais que changer ? L’examen de conscience s’en tiendra-t-il à une temporalité de courte vue, comme c’est à craindre, ou prendra-t-on en compte le cycle complet du Capitalocène ? Nous voici de plain-pied dans le XXIe siècle. La véritable guerre qui va se jouer n’a pas le coronavirus pour ennemi, mais verra s’affronter deux options opposées : d’un côté, la poursuite d’un monde où le fanatisme de la marchandise règne en maître et où le productivisme compulsif ne peut que mener à l’approfondissement de la dévastation en cours ; de l’autre, l’invention, qui déjà tâtonne en mille lieux, de nouvelles manières d’exister qui rompraient avec l’impératif catégorique de l’économie, afin de privilégier une vie bonne pour toutes et tous. Préférant l’intensité joyeuse du qualitatif aux fausses promesses d’une impossible illimitation, celle-ci conjoindrait le souci attentif des milieux habités et des interactions du vivant, la construction du commun, l’entraide et la solidarité, ou encore la capacité collective d’auto-organisation et d’autogouvernement.

Le coronavirus est venu tirer le signal d’alarme et mettre à l’arrêt le train fou d’une civilisation fonçant vers la destruction massive de la vie. Le laisserons-nous repartir ? Ce serait l’assurance de nouveaux cataclysmes inédits aux côtés desquels ce que nous vivons actuellement risque de paraître a posteriori bien pâle.
Jérôme Baschet
Paris, 27 mars 2020.
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Crisis en el sector salud aumenta el riesgo para la vida de población en Chiapas ante el Covid 19

April 13, 2020, 4:07 pm
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El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, A.C. (Frayba) documentó que representantes de la Sección 50 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud del Estado de Chiapas, han advertido de manera clara y contundente al Lic. Rutilio Escandón Cadenas, Gobernador de Chiapas, y al Dr. José Manuel Cruz Castellanos, Secretario d align=»right»>e Salud del estado, que desde hace semanas, continúa la precariedad en los hospitales, sin condiciones mínimas para confrontar la pandemia COVID-19, por lo cual se prefiguran impactos graves a la salud para la población chiapaneca. 


Los trabajadores y trabajadoras del sector salud del Estado de Chiapas, evidencian la falta de medicamentos para la población y material para la protección de su personal ante la pandemia COVID-19. Temen que los centros hospitalarios del estado de Chiapas sean un foco de infección afectando a pacientes sanos, así como al mismo personal.

Así mismo, denuncian que el personal de salud que recibe pacientes con síntomas de dicha enfermedad no cuenta o le son insuficientes los insumos de protección mínima indicados por la Organización Mundial de la Salud. Los insumos que a la fecha no han recibido son: mascarillas N95 o N100; gafas de seguridad, googles médicos o pantallas faciales; batas impermeables de aislamiento desechables; entre otros materiales fundamentales para la protección a la integridad del personal de Salud. Por otra parte, las diferentes unidades médicas cuentan con pocos o no cuentan con: cubrebocas sencillos, guantes, batas quirúrgicas, cubre cabello, cubre zapatos, cinta micro porosa, alcohol en gel. En el mismo sentido les han sido dotados pocos o ninguno de los siguientes insumos para la salubridad e higiene: cloro, jabón y toallas desechables.

La falta de agua potable suficiente en los Centros de Salud es un patrón común, además de que no se cuenta c align=»right»>on protocolos de seguridad para evitar que pacientes que acuden con síntomas de COVID-19 contagien a otras personas, no existen mecanismos para que transiten por las unidades médicas aisladas de las otras personas que acuden al hospital.

La vida y salud de los habitantes del estado de Chiapas, se encuentra en riesgo, esencialmente la de los Pueblos Originarios debido a la falta de: A. Acceso libre a información certera en su propio idioma. B. Ausencia de centros de salud debidamente instalados, protocolos de actuación para la protección de la población en las zonas rurales, bajo las condiciones del entorno cultural. C. El establecimiento de una política de atención de casos de emergencia, aquellos ingresos de personas con condiciones de salud de alto riesgo. D. Revisión, modificación de medidas efectivas de atención.

Contexto y Antecedentes:

Las actuales representantes del Comité Ejecutivo de la Sección 50 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, provienen de un grupo de trabajadores y trabajadoras de la salud que se ha organizado desde años previos para demandar la situación de corrupción, desabasto de medicamentos básicos y la precariedad en que se encuentra el sistema de salud en Chiapas, que en muchos lugares está colapsada o en su defecto inoperantes. 
@SSalud_mx
Por tal razón el Frayba urge la inmediata intervención de los gobiernos federal y estatal para implementar acciones pertinentes tanto para la población en general y hacia los pueblos indígenas, que garantice la atención y protección de la salud para afrontar de manera eficaz la posible propagación del COVID-19, todo esto en el marco del artículo 1o Constitucional y por consiguiente los tratados y convenios internacionales que obligan al Estado mexicano proteger y garantizar los derechos humanos. 

A la sociedad civil nacional a internacional le solicitamos firmar la acción urgente
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Se intensifican las agresiones en Aldama Chiapas durante el contexto de COVID19

April 15, 2020, 3:38 pm
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  • Aumenta riesgo a población en desplazamiento forzado ante el contexto de Covid 19.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, A.C. (Frayba), recibió información directa por parte de habitantes tsotsiles del municipio de Aldama, Chiapas, México, respecto al riesgo a la vida, integridad y seguridad personal, así como a la situación de desplazamiento forzado en comunidades integrantes del pueblo Maya Tsotsil, del municipio de Aldama y que colindan con el municipio de Chenalhó, Chiapas, México.

De acuerdo a testimonios persisten ataques con armas de alto calibre, realizados por grupos civiles armados de corte paramilitar que operan en esa región y que son procedentes de comunidades de Santa Marta, municipio de Chenalhó.




Desde el día 24 de marzo se intensificaron las agresiones:

A la 1:54 Hrs, aproximadamente, se reportaron disparos con armas de alto calibre, a las comunidades tsotsiles de Chivit, Tselejpotobtic y Yetón, desde Xuchte, Santa Marta, Chenalhó.

Aproximadamente a las 18:30 Hrs, se reportaron disparos desde Pajaltoj, Santa Martha, Chenalhó, hacia Xuxch’en y Coco’ municipio de Aldama. En ese mismo momento, se reportaron disparos desde Slumka y Saclum, Santa Marta, Chenalhó, hacia Xuxch’en, Aldama.

Aproximadamente a las 18:50 Hrs., se reportaron disparos hacia Coco’; así como desde Valetik, Santa Marta, Chenalhó, hacia San Pedro Cotzilnam, Aldama.
Alrededor de las 20:30 Hrs., se reportaron nuevamente disparos desde Slumka y Saclum, Chenalhó, hacia Xuxch’en, Aldama.

A las 20:40 Hrs, informaron que continuaban los disparos hacia Xuxch’en, Coco’ y Tabak Aldama, indicaron que los disparos salían desde Yocventana y del parapeto conocido como Tocoy, perteneciente a Santa Marta, Chenalhó.

En la madrugada de hoy 25 de marzo, aproximadamente a las 02:30 Hrs., se reportaron disparos a la cabecera municipal de Aldama, así como a Xivit y Tselejpoptic, en Aldama.

Esta situación de violencia crea un ambiente de terror a la población de estas comunidades, así como en otras ubicadas en los límites de Aldama y Chenalhó. La contingencia nacional por el COVID- 19, aumenta el riesgo en el que se encuentran, en su mayoría mujeres, niñas, niños y personas mayores en situación de desplazamiento forzado constante, quienes se refugian en las montañas ante los reiterados ataques. (1)

Reiteramos que estos hechos de violencia por grupos civiles armados de corte paramilitar en los límites de Aldama y Chenalhó se han denunciado sistemáticamente desde 2018 y han dejado personas heridas y muertas en ambos municipios.

Recordamos que el defensor de derechos humanos, Cristóbal Sántiz Jiménez, indígena tsotsil y representante de la Comisión Permanente de Comuneros y Desplazados de Aldama, preso político, quien se encuentra en Privación Arbitraria de su libertad, desde el pasado 14 de marzo del presente, en el Centro Estatal de Reinserción Social para Sentenciados No. 14, El Amate (CERSS. No. 14 El Amate), ha denunciado las omisiones del Estado mexicano por el escalamiento de la violencia en los límites de Aldama y Chenalhó. (2)

Por lo anterior, urgimos al Estado mexicano, para que:

Accione las medidas de seguridad y precautorias para evitar hechos que sean de difícil reparación, como el derecho a la vida, seguridad e integridad personal y el escalamiento del desplazamiento forzado.

Investigue de manera  pronta y adecuada, así como sancionar, desarmar y desarticular a los grupos armados de corte paramilitar de Chenalhó, responsables directos de los ataques armados que han provocado desplazamientos forzados en la región Altos de Chiapas.

A la sociedad civil nacional a internacional le solicitamos firmar esta acción urgente en la página www.frayba.org.mx
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Reunion virtual a todas las que luchamos contra el patriarcado y el capitalismo el 18/04, 10am

April 16, 2020, 2:37 pm
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Invitación de «Mujeres y la Sexta» a todas las que luchamos contra el patriarcado y el capitalismo a la Reunión virtual del sábado 18 de abril a las 10:00 am

Saludos sororarios compañeras

las invitamos a reunirnos virtualmente
el sábado 18 de abril a las 10:00 am
para echar palabra y saber cómo estamos.

Tenemos una propuesta para apoyarnos mútuamente durante la contingencia
y seguir luchando contra el patriarcado y el capitalismo.
Y queremos escuchar sus propuestas para entretejerlas y darnos luz entre todas.
Bajen la aplicación jitsi y luego entren al enlace siguiente.
https://meet.jit.si/My6vspatriarcado
Porque no estamos solas, nos tenemos todas!
Mujeres y la Sexta
Abajo y a la Izquierda con todo el corazón
mujeresyla6a@yahoo.com.mx

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Fuente: http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2020/04/14/invitacion-de-mujeres-y-la-sexta-a-todas-las-que-luchamos-contra-el-patriarcado-y-el-capitalismo-a-la-reunion-virtual-del-sabado-18-de-abril-a-las-1000-am/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+EnlaceZapatista+%28Enlace+Zapatista%29
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Desplazamiento forzado en Chiapas: los impactos de la violencia y la impunidad

April 17, 2020, 7:51 am
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El desplazamiento forzado es una grave violación a los derechos humanos. Se trata de uno de los dramas más terribles que le pueden pasar a una persona, a una familia, a una comunidad, ya que pierden su proyecto de vida, pierden parte de su historia, que van desde su vida cotidiana, sus recuerdos y sus prácticas culturales, hasta sus bienes materiales e inmateriales y sus herramientas de trabajo. En el caso de los pueblos indígenas, los desplazados pierden su tierra, su terruño; se fractura su cotidianidad, se apodera de ellos un dolor profundo que cruza el cuerpo y se expresa en su andar, en una búsqueda de la vida en el vacío, al ser obligados a huir para sobrevivir.


Actualmente, existen en el mundo 70,8 millones de personas que huyeron de guerras, persecuciones o conflictos, lo cual marca una crisis global en los 70 años de vida de la ONU, y es necesario recordar que estas cifras deben considerarse como “conservadoras”.

La cifra oficial duplica el número de personas desplazadas hace 20 años y creció en 2.3 millones respecto al año pasado. Su tamaño es equivalente a poblaciones de países enteros, como Tailandia, que en 2017 tenía 69.04 millones de habitantes.



En México, el fenómeno del desplazamiento forzado se ha incrementado en las últimas décadas, particularmente a raíz de la espiral de violencia generalizada que vivimos por la complicidad y captura del Estado por el crimen organizado, la continuidad de la contrainsurgencia y sus remanentes de grupos articulados de corte paramilitar que controlan territorios con intereses fácticos; violencia que en su camino ha dejado cifras que oscilan entre 400 mil y 700 mil personas[1] desplazadas, la mayoría de ellas invisibilizadas y discriminadas.

De acuerdo con la ONU, los desplazados internos son “personas o grupos de personas que se han visto forzadas u obligadas a escapar o huir de su hogar o de su lugar de residencia habitual, en particular como resultado o para evitar los efectos de un conflicto armado, de situaciones de violencia generalizada, de violaciones de los derechos humanos o de catástrofes naturales o provocadas por el ser humano, y que no han cruzado una frontera estatal internacionalmente reconocida”.[2]

En Chiapas, la concepción del desplazamiento forzado es relativamente reciente, a pesar de que, en términos generales e históricos, la población ha estado en constante desplazamiento ocasionado por los intereses económicos de poderes fácticos y políticas de gobierno en cada época. Las comunidades indígenas han sido la población más afectada.

A partir de 1994, se diseña e implementa una política contrainsurgente, perpetrada por el Estado mexicano en el contexto del conflicto armado interno, con el objetivo de desarticular la organización y acabar con la resistencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y con la población civil organizada en la entidad.

Lo anterior provocó un desplazamiento forzado masivo, nunca antes visto en el país, ocasionado por la guerra contra el EZLN, amenazas y hostigamiento por parte del Ejército mexicano y las invasiones a territorios de pueblos originarios. Para principios de ese año, la Coordinadora de Organismos No Gubernamentales por la Paz (Conpaz) contabilizó 17 mil 139 desplazados sólo en los municipios de Comitán, Las Margaritas, Ocosingo y Altamirano. Para el mes de mayo, la cifra aumentó a por lo menos 35 mil personas.[3]

El desplazamiento forzado en Chiapas se intensificó desde el año 1996, y por la escalada de violencia en el año de 1997,[4] con la creación de grupos paramilitares responsables de crímenes de lesa humanidad como la Masacre de Acteal, donde el 22 de diciembre de 1997, en el campamento Los Naranjos, Chenalhó, hoy sede de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, fueron asesinadas 45 personas y cuatro no nacidos.

En ese tiempo, en el campamento se encontraban 325 personas desplazadas que huían de la violencia paramilitar en la región. Previo a la masacre, entre mayo y diciembre de 1997, había más de 6,000 personas desplazadas en los Altos[5], y paralelamente se agudizó el desplazamiento forzado en la zona Norte del estado, en los municipios de Tila, Sabanilla, Tumbala, Chilón, Salto de Agua, en la región Chol, de expansión del EZLN, en donde el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) pudo documentar una cifra superior a las 12,000 personas desplazadas forzadamente como consecuencia de la violencia generalizada, bajo la implementación del Plan Chiapas 94, estrategia contrainsurgente que dio paso a la ocupación militar en la zona de influencia zapatista y creo los grupos paramilitares en la región. Actualmente, persiste la ocupación militar, ahora reforzada con la presencia de la Guardia Nacional, y se mantiene y tolera a grupo armados de corte paramilitar.

La violencia de los grupos paramilitares tuvo como consecuencia crímenes de lesa humanidad como ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, desplazamiento forzado, tortura, amenazas de muerte, intimidación, destrucción de propiedades y privaciones arbitrarias de la libertad, entre otras graves violaciones a derechos humanos. El Estado mexicano reproduce la lógica de guerra y represión y con ella el desplazamiento forzado como forma de control de población y de territorios para “impedir el ejercicio del derecho a la autonomía, así como de sus libertades fundamentales en las comunidades indígenas”.[6]

Hoy en día, el desplazamiento forzado, como estrategia contrainsurgente, continúa con la utilización de grupos que aprendieron las tácticas de guerra e implementación del terror paramilitar. Actualmente son los sucesores de paramilitarismos, sustentados por las mafias de la región, los poderes fácticos que reaccionan a los intereses locales y sus vínculos con los gobiernos municipal, estatal y federal, provocando un pacto de impunidad.

“La consecuencia de la impunidad se ha profundizado y generado más violencia, porque los gobiernos en turno siguen las mismas estrategias políticas contrainsurgentes que sus antecesores. El Estado mexicano no ha tenido la mínima voluntad política de asegurar la no repetición de hechos como el de la Masacre de Acteal, y no podemos vivir en paz y libres mientras los autores materiales e intelectuales sigan libres”.[7]

Población vulnerable por el desplazamiento forzado

La vulnerabilidad y la pobreza estructural en el territorio de Chiapas agrava las condiciones de las personas víctimas de desplazamiento forzado. Un ejemplo evidente es lo que sucede en el municipio de Chalchihuitán, tercer municipio más pobre de Chiapas y el quinto de la república, con 79.8 de cada 100 personas en situación de pobreza extrema.[8] En Chalchihuitán, la tasa de mortalidad infantil es de 166 por cada mil habitantes, trece veces más que a nivel estatal. La tasa de muerte de menores de 5 años es de 15.7 por 1,000 nacidos vivos estimados. Ocupa el 7º lugar a nivel estatal en incidencia de tuberculosis pulmonar y el tercero en mortalidad por esta causa.[9]

En este municipio, el abandono institucional y la pobreza estructural son históricos y se han profundizado con el desplazamiento forzado, que pone en mayor vulnerabilidad a mujeres, niñas y niños. Ante esta emergencia, el Estado mexicano ha sido omiso al no cumplir con su obligación de proteger, garantizar y respetar los derechos de la población desplazada, dejando escalar la crisis humanitaria.

De los hechos mencionados, contamos con la documentación de que los primeros desplazamientos ocurrieron a partir de la ejecución extrajudicial de Samuel Luna Girón, provocada por el ataque de un grupo civil armado a las comunidades ubicadas en la colindancia Chalchihuitán-Chenalhó, el 18 de octubre de 2017. Según escalaba la violencia, el número de personas desplazadas aumentaba, hasta llegar, el 25 de noviembre del mismo año, a la cifra de 5,023 personas, que representan el 34 % de la población total del municipio de Chalchihuitán, lo cual significa que, en promedio, uno de cada tres habitantes tuvo que huir de su hogar. Entre las personas desplazadas se encuentran niñas, niños, mujeres embarazadas, ancianas y ancianos, quienes requerían de ayuda médica de urgencia y atención especializada. Incluso hubo nacimientos en las montañas y 11 muertes entre las víctimas del desplazamiento forzado.[10]

El 2 de enero de 2018, 3,858 personas de las comunidades de Pom, Ch’enmut, Cruzkakalnam, Tzomolton, Cruztón, Bejeltón y Bololchojon retornaron a sus hogares sin condiciones ni garantías de seguridad, puesto que los disparos de los grupos paramilitares continuaban.[11] El retorno se realizó bajo presiones de funcionarios del gobierno, especialmente del presidente municipal de Chalchihuitán, funcionarios de Protección Civil y demás agentes del gobierno municipal; esto después de una reunión con el entonces Secretario General de Gobierno, Juan Carlos Gómez Aranda.[12]

Debido a la gravedad de la situación y los riesgos inminentes, y por la falta de garantías y seguridad de 10 comunidades en desplazamiento forzado de Chalchihuitán, el Frayba solicitó a la CIDH medidas cautelares que fueron otorgadas el 24 de febrero de 2018 (Resolución 15/2018). Sin embargo, el Estado mexicano, pese a las exigencias de las organizaciones de la sociedad civil y de integrantes de las comunidades afectadas, ha ignorado la situación de violencia en la región: no ha desarticulado ni desarmado a los grupos civiles de corte paramilitar ni ha realizado las investigaciones de los crímenes cometidos.

A más de dos años del desplazamiento forzado masivo de comunidades integrantes del pueblo tsotsil de Chalchihuitán, la situación es grave con un continuum de violaciones a derechos humanos que genera condiciones de alta vulnerabilidad. [13]

Un total de 277 familias, que estaban en 10 campamentos en Chalchihuitán o en lugares de refugio y viviendas prestadas o rentadas, careciendo de servicios básicos como luz y agua, permanecen en condición de desplazamiento forzado. Del total de los desplazados, 1,238 personas pertenecen en su mayoría a parcelas y casas que se ubican cerca de las colindancias donde aún se escuchan disparos.

La crisis humanitaria por desplazamiento forzado se extiende en la región

A consecuencia de la tolerancia y permisividad con la que operan los grupos armados de corte paramilitar en Chenalhó, que provocaron el desplazamiento forzado masivo de comunidades del municipio de Chalchihuitán, a partir del 27 de febrero de 2018 la crisis humanitaria se extendió a toda la región. Grupos armados, provenientes de la comunidad Santa Martha, ejido Manuel Utrilla, Chenalhó, iniciaron un ataque en contra de las comunidades de Tabak, Koko’, Cotsilnam, Stselej Potop, Xuchem y Puente, del municipio de Aldama, que se encuentran en las cercanías del río que marca la colindancia entre ambos municipios.

Este grupo armado de corte paramilitar actúa bajo la complicidad de los tres niveles de gobierno, provocando un desplazamiento actual que oscila entre 1,500 y 2,036 personas, que se ven obligadas a huir a la montaña, a lugares de refugio y a casas de familiares, dependiendo de la intensidad de las agresiones hacia las comunidades.

De acuerdo con testimonios, el grupo armado de Santa Martha se coordina en sus acciones con el que atacó a los pobladores del municipio de Chalchihuitán; están vinculados con la expresidenta municipal de Chenalhó, Rosa Pérez Pérez, y ahora relacionados con el actual presidente del mismo ayuntamiento, Abraham Cruz Gómez.

Otros desplazamientos forzados se han dado en la zona Norte de Chiapas, donde se desplazaron 125 personas de la comunidad tseltal Carmen San José, en Chilón. El mismo grupo civil armado procedente de Pechton Icotsilh’ desplazó a 65 personas de la comunidad San Antonio Patbaxil y mantiene en sitio a tres comunidades más: Juan Sabines Verapaz, Tzubute’el Santa Rosa, en el municipio de Chilón; y Santa Cruz, en el municipio de Sitalá.

La violencia en la región escaló desde el 3 de junio de 2018, cuando un grupo civil armado privó arbitrariamente de la vida al joven Marín Luis Gómez Guzmán, en la comunidad de Carmen San José. El 4 de junio, los agresores regresaron a la comunidad y dispararon al aire causando terror en la población. Posteriormente hostigaron, amenazaron, intimidaron y extorsionaron a quienes habitan en el lugar. Además, realizaron robos y secuestros, controlando el territorio mediante el terror.

El 6 de diciembre de 2019, aproximadamente a las 06:00 horas, un grupo civil armado de alrededor de 20 personas procedentes de la comunidad de Pechton Icotsilh’ atacó con armas de fuego a la población de San Antonio Patbaxil. El mismo grupo agresor desplazó a la población de la comunidad Carmen San José, entre el 20 y 25 de junio de 2018. Son en total 40 familias, 190 personas aproximadamente, entre niños, niñas, mujeres, ancianos y hombres que se encuentran en comunidades vecinas, en la cabecera municipal y en su mayoría sin alimentos ni abrigo, cercadas por el grupo civil armado que impide su retorno con seguridad.

El 25 de junio de 2019, a las 12:00 horas aproximadamente, grupos civiles armados provenientes de la comunidad Emiliano Zapata, municipio de Pueblo Nuevo Solistahuacán, atacaron con armas de alto poder y desplazaron forzadamente a la comunidad de San Pedro Hidalgo, posteriormente también desplazaron a la comunidad San Pedro La Grandeza, ambas pertenecientes al pueblo maya tsotsil, del ejido Jotolch’en, en el municipio de San Andrés Duraznal. Según testimonios documentados, el grupo civil armado portaba chalecos antibalas y uniformes parecidos a los que utilizan los militares. El ataque duró aproximadamente una hora y media: “llegaron dispuestos a matar, hubo un primer rafagueo, pasaron a toda velocidad en vehículos y luego regresaron caminando a continuar el ataque”. El ataque dejó un saldo de personas heridas y algunas muertas. Esa misma noche, 132 personas de San Pedro Hidalgo y San Pedro La Grandeza se desplazaron forzadamente de sus comunidades.

Por otra parte, 125 integrantes de Las Abejas de Acteal fueron desplazados de manera forzada el 10 de agosto de 2019 del barrio Río Jordán de la comunidad de Los Chorros, Chenalhó, por autoridades comunitarias. Cabe señalar que este territorio ha sido históricamente cuna de los paramilitares en la zona Altos.

En la comunidad de Banabil, municipio de Tenejapa, un grupo armado vinculado a las autoridades comunitarias y municipales desplazó forzadamente a 24 personas desde el 4 de diciembre de 2011.

Derivado de la masacre en la comunidad Viejo Velasco, en el municipio de Ocosingo, perpetrada el 13 de noviembre de 2006 por el grupo de corte paramilitar OPDIC, 30 pobladores se vieron obligados a desplazarse forzadamente.

Es evidente que las acciones armadas en los municipios de Tenejapa, Ocosingo, Chilón, San Andrés Duraznal, Chalchihuitán, Aldama y Chenalhó se deben a la complicidad de los gobiernos en sus diversos ámbitos de competencia, que va desde el involucramiento directo hasta la omisión y la permisividad. Aunado a ello, los gobiernos no han desarrollado la capacidad de investigar e investigarse a sí mismos en cada una de las situaciones criminales, lo que provoca una ausencia de gobernabilidad que se convierte en tierra fértil para perpetuar los desplazamientos forzados, tal y como sucedió en los años 90, en el marco del Conflicto Armado Interno (CAI) en Chiapas, donde actualmente han surgido nuevos actores a los que podríamos considerar sucesores de la violencia paramilitar, con el gobierno estatal de Rutilio Escandón Cadenas, que actúa como espectador y cómplice, mientras el gobierno municipal de Chenalhó ha sido señalado como el que financia y organiza estas acciones del grupo armado de corte paramilitar. Lo que queda claro es que los gobiernos tienen la responsabilidad directa de garantizar y proteger el derecho a la vida, a la seguridad e integridad de las personas que hoy están sufriendo graves violaciones a los derechos humanos.

Eterno desplazamiento

Al no cumplir adecuadamente con las medidas cautelares, el Estado mexicano es responsable de los nuevos desplazamientos forzados -provocados por riesgo para la vida, la seguridad y la integridad- y de una nueva crisis humanitaria, como sostienen las recomendaciones de Victoria Tauli-Corpuz, Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas[14], y Cecilia Jiménez-Damary, Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos de los Desplazados Internos.

Después del otorgamiento de medidas cautelares por las diversas instancias del gobierno mexicano, por la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la misma Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y luego de reuniones tras reuniones con autoridades gubernamentales, la población desplazada sigue ahí, sobreviviendo con sus propias alternativas y algunas familias recibiendo las migajas de los gobiernos federal y estatal. Esta ayuda humanitaria depende de la “voluntad política” de las autoridades, sin un programa de atención integral y culturalmente adecuado. La población desplazada ha insistido en que se instaure una política integral de atención y pronto retorno, que vaya directamente a la raíz de los conflictos, y que se aplique la Ley Estatal para la Prevención y Atención del Desplazamiento Interno en Chiapas.

Por otra parte, las fiscalías General de la República y la General del Estado no avanzan en las carpetas de investigación respecto a las averiguaciones sobre la actuación de los grupos de corte paramilitar responsables de los ataques: su financiamiento y formación, así como su vínculo con autoridades involucradas.

Tendencias, impactos de la violencia e impunidad

En Chiapas persisten casos de familias y comunidades que no han podido retornar desde hace incluso más de una década: en la zona Norte, que comprende los municipios de Tumbalá, Sabanilla, Tila, Salto de Agua y Palenque, desplazadas de 1995 al 2000. En casos como el de Aldama, la impunidad permite que se mantengan las graves violaciones a derechos humanos y que los agresores controlen territorios mientras escala el nivel de violencia. Desde el Frayba hemos documentado el desplazamiento relacionado con la violencia generalizada y con hechos vinculados al conflicto armado no resuelto, lo cual nos arroja un dato aproximado de 9,950 personas víctimas de desplazamiento forzado en Chiapas del 2006 a la fecha. En estos años, cada gobierno que pasa invisibiliza esta situación, misma que por el panorama que viene se vislumbra critica, ya que continúa la amenaza de desplazamientos forzados por megaproyectos, como supercarreteras, mineras, hidroeléctricas y plantaciones que despojarían a pueblos originarios, violentando sus derechos a la autonomía, el territorio y la libre determinación.[15]

La omisión del gobierno en atender de manera integral el desplazamiento y sus causas vulnera un conjunto de derechos humanos, como el derecho a la vida, a la integridad y a la seguridad personal; el derecho a la dignidad, a la verdad, a la justicia; el derecho a la libre circulación, a la convivencia y a la paz. Al mismo tiempo, se violan derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, como acceso al agua, el derecho a la salud, a la educación, a la vivienda y al trabajo; el derecho a un ambiente sano, así como derechos específicos, como el de las mujeres a acceder a una vida libre de violencia.

Es preciso señalar que los grupos de población más vulnerables por el desplazamiento forzado son las niñas y los niños, las mujeres embarazadas y con hijos pequeños, así como los hombres y mujeres mayores de edad. Ellos son quienes más sufren este entorno de violencia, que tiene impactos psicosociales tan profundos que han llevado a personas al suicidio.

A todo esto se suma la criminalización de quienes defienden sus derechos, de quienes defienden a su pueblo, tal y como sucedió el 14 de marzo de 2020 con el señor Cristóbal Santiz Jiménez, defensor de derechos humanos del municipio de Aldama, a quien el gobierno de Rutilio Escandón Cadenas mantiene privado arbitrariamente de su libertad y quien, en consecuencia, es un preso político a quien el estado reprime bajo intereses mezquinos dirigidos a maniatar a las autoridades comunitarias de Aldama.

Es por todo lo anterior que desde el Frayba denunciamos la tolerancia y la complicidad de funcionarios estatales y federales ante la presencia de grupos armados que controlan el territorio del estado. Los gobiernos estatal y federal son responsables de graves violaciones a derechos humanos en un contexto de violencia generalizada, en una zona de histórica impunidad y de protección estatal a grupos paramilitares y de corte paramilitar que, en su accionar, determinan desplazamientos forzados internos.

Ante este contexto de crisis de derechos humanos, vemos las siguientes tendencias:

Desamparo y continuidad de la situación crítica de las personas desplazadas de comunidades indígenas y campesinas por la violencia generalizada derivada de la actuación de grupos civiles armados de corte paramilitar en el estado de Chiapas.

Aumento e invisibilización de las violaciones de los derechos humanos de los pueblos y mujeres indígenas y campesinas, incluyendo los relacionados con la tierra, el territorio, el medio ambiente, el agua y la salud.

Impulso de la política extractiva y despojo a los territorios de los pueblos originarios con énfasis en la extracción minera, explotación forestal, manejo de aguas, proyectos de infraestructura o explotación turística, construcción de represas, que implicará inevitablemente nuevos desplazamientos forzosos.

Impactos de la violencia política

Se configura una violencia estructural: las comunidades históricamente han estado en el abandono, con los peores índices de desarrollo humano, donde la pobreza, la marginación y la exclusión son las constantes, aunadas a la negación de sus formas de organización, desarrollo y autonomía; además de una violencia subjetiva, una violencia sistémica, socioeconómica, simbólica y cultural, marcada por la discriminación que deteriora lo lazos comunitarios.

En el contexto del desplazamiento forzado, sus causas y consecuencias; las condiciones en que se encuentran las poblaciones afectadas, así como sus efectos físicos, psicológicos y comunitarios, los daños irreversibles derivados de este acontecimiento traumático son equiparables a la tortura y tratos o penas inhumanos o degradantes, pues se generan entornos torturantes, angustia y desesperación al prolongarse las violaciones a derechos humanos sin tener certeza de una salida al problema. Así también, se configura una violencia objetiva, que viene desde la coyuntura actual con los poderes reales en los territorios específicos, a través de los poderes que se expresan con las acciones armadas.

La impunidad en los casos de desplazamiento forzado

Entendemos la impunidad, en términos generales, como ausencia, vacío, omisión, irresponsabilidad, incumplimiento generalizado de las leyes de un estado de derecho. También como la ausencia de responsabilidad penal, civil o administrativa y la falta de una debida reparación del daño a las víctimas.

La procuración de justicia en Chiapas está en el lugar 30; la fiscalía ha sido calificada como una de las peores del país, debido que el sistema judicial está superado por la corrupción y la resistencia a cambios que permitan mejorarlo, lo que da como resultado una institución colapsada, caracterizada por el nulo o crítico funcionamiento del sistema judicial, el fallo continuo en las investigaciones básicas y la obsoleta investigación científica, a lo que hay que sumar que no existe en los hechos la real independencia e imparcialidad de los procedimientos judiciales.

En este contexto, podemos sostener que el sistema de justicia represena la expropiación de lo público en beneficio de los poderes fácticos, lo que genera una impunidad que sigue produciendo violaciones múltiples a los derechos humanos. La posibilidad de revertir esta situación requiere de un cambio de actuación del sistema judicial fortaleciendo sus acciones de investigación científica con peritos independientes.

En el caso del desplazamiento forzado, es necesario conocer e investigar lo siguiente:

1.- La estructura de poder y sus actores

2.- Las redes de bienes y recursos que se intercambian

3.- El tipo de complicidad que existe en los territorios

4.- Que la investigación sea imparcial, independiente, autónoma y eficaz.

Es urgente desactivar las violencias, realizar todo aquello que implique desactivar la violencia con justicia y verdad y con medidas de reparación, para así propiciar los acuerdos comunitarios y de paz. Esto implicará romper los pactos de impunidad y confrontar los actos de poder para desmontar las complicidades de los multinegocios criminales. De esta manera se reestablecerán los lazos de convivencia comunitaria que permitan a los pueblos encaminar sus horizontes de vida y paz.

Pedro Faro

Director del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas

Jovel, Chiapas, México

29 de marzo de 2020

[1] Cifras no oficiales, calculadas por organizaciones que monitorean el desplazamiento forzado en el ámbito nacional, debido a que el gobierno de mexicano no tiene un registro de la situación de desplazamiento forzado en el país.

[2] Principios Rectores de los Desplazamientos Internos, 11 de febrero de 1998. ONU.

[3]Frayba. Desplazados por el conflicto armado interno en Chiapas. Informe para el Relator Especial de la ONU. Chiapas, México. 12 de junio de 2003. Disponible en: https://Frayba.org.mx/historico/archivo/informes/030612_desplazados_por_el_conflicto_armado_frayba.pdf

[4]Frayba. El Camino a la Masacre, Chiapas, México, 1997. Disponible en: https:// frayba.org.mx/wp-content/uploads/1997/12/971230_camino_a_la_masacre_frayba.pdf; Belinghausen, Hermann. Reportaje, A diez años de Acteal. La Jornada. México. 2007. disponible en: http://acteal.blogspot.com/2007/11/el-origen-mltiples-episodios-de-un-plan. html

[5]Sociedad Civil Las Abejas de Acteal. Micrositio: Desplazamiento Forzado y Resistencia de Las Abejas. Entre la contrainsurgencia y la impunidad. A 25 años de la organización y 20 de la Masacre. Chiapas, México. Disponible en: http://www.acteal.org/micrositio/

[6]V.A.A. Informe sobre la situación de los Pueblos Indígenas en Chiapas. Visita a México de la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas Victoria Tauli-Corpuz. Chiapas, México. Noviembre de 2017. Disponible en: https://frayba.org.mx/wp-content/uploads/2017/11/171121_Informe-Chiapas_Relatora-de-Pueblos-Indigenas.vf_.pdf

[7]Vásquez Luna, Guadalupe. sobreviviente de la Masacre de Acteal, ante Victoria Lucia Tauli Corpuz, Relatora Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Los responsables de la masacre de Acteal son funcionarios del gobierno de alto nivel como el mismo Presidente de la República. Chiapas, México. 14 de noviembre de 2017. Disponible en: http://acteal.blogspot.com/search?q=Las+Abejas+de+Acteal%3A+El+conflicto+entre+
Chalchihuit%C3%A1n+y+Chenalh%C3%B3+%E2%80%9Ces+responsabilidad+del+gobierno%E2%80%9D

[8] Coneval 2012 y Sedesol, informe anual de rezago social y agrario, Chiapas, 2015. Cifras que aumentaron para el 2016. En México, las personas que viven en pobreza, según cifras oficiales, son 53.3 millones, lo que representa el 43.6 %. Mientras que 9.4 millones de personas viven en pobreza extrema, lo cual representa el 7.6 %. Coneval 2016. Disponible en: https://www.coneval.org.mx/Medicion/MP/Paginas/Pobreza _2016.aspx

[9]Informe “Situación estatal y municipal de los avances en los indicadores ODM para Chiapas”, 2014. Disponible en: http://www.monitor-odm.chiapas.gob.mx/odm2/wp-content/uploads/downloads/DGEI_SITUACION_ODM_2013_27-enero-2014.pdf

[10]Al 17 de diciembre de 2017, se constataron 11 muertes. Enseguida se presentan según probable causa, edad y fecha del deceso. Por neumonía: Maura Pérez Luna, 1 año 6 meses, falleció 5 diciembre, localidad Pom; Mariano Pérez Aguilar, adulto mayor, falleció 12 diciembre; María Domínguez Gómez, 57 años, falleció 13 diciembre, localidad Pom. Por hipotermia: Domingo Girón Luna, 70 años, falleció 9 diciembre, localidad, Pom; Martín Girón Rodríguez, 80 años, localidad Canan Lumtic; 1 Muerte fetal, hija(o) de Catarina Sánchez Pérez, 15 de noviembre, localidad Tzomolton. Por diabetes descompensada: Marcelino Gómez López, adulto, padecía diabetes, presentó complicación, no pudo ser trasladado a San Cristóbal de Las Casa por bloqueo en carretera. Por arma de fuego: Samuel Luna Girón, adulto, falleció 18 de octubre. Por Intoxicación por herbicida: Raymundo Luna Pérez, 17 años, falleció el 17 diciembre, localidad Chen Mut. Por Causa desconocida: Adriana de Jesús Pérez Pérez, 2 meses, falleció 30 noviembre, localidad Pom; Recién nacida Ernestina Sánchez Pérez de Canan Lumtic. Documentación en Archivo Frayba.

[11] Soberanes, Rodrigo. Violencia sigue asfixiando a desplazados que retornaron en Chiapas. Chiapas, México. 29 de enero de 2018. Disponible en: http://www.animalpolitico.com /2018/01/chiapas-violencia-retorno-desplazados/

[12]Frayba. Acción Urgente. En riesgo la vida de familias desplazadas-retornadas en Chalchihuitán. 4 de enero de 2018. Disponible en: https://frayba.org.mx/accion-urgente-en-riesgo-la-vida-y-la-integridad-de-centenares-familias-desplazadas-retornadas-en-chalchihuitan/

[13]Archivo Frayba. Resultados del registro documental sobre desplazadas y desplazados del municipio de Chalchihuitán, Chiapas levantado entre el 10 y 18 de mayo de 2018 por representantes del Comité de desplazados Chalchihuite.

[14]Victoria Tauli-Corpuz, Situación de los derechos de los pueblos indígenas en México. 28 de junio de 2018. Disponible en: http://unsr.vtaulicorpuz.org/site/index.php/es/noti/ noticias /241-report-unsr-mexico

[15]Ibídem

Publicado originalmente en: RompevientoTV
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Covid-19: "el siglo XXI empieza ahora" Por Jérôme Baschet

April 17, 2020, 10:41 am
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Covid-19: el siglo XXI empieza ahora
Por Jérôme Baschet



Los historiadores suelen afirmar que el siglo XX global comenzó en 1914, con el ciclo de las guerras mundiales. Es probable que mañana se considere que el siglo XXI ha empezado en el 2020, con la entrada en escena del SARS-CoV-2. Si bien lo que viene sigue bastante abierto, el encadenamiento de acontecimientos desatados por la propagación del coronavirus nos ofrece, de un modo acelerado, como una prueba de las catástrofes que no dejarán de intensificarse en un mundo convulsionado, marcado entre otros procesos por un calentamiento climático cuya trayectoria actual apunta hacia un aumento de tres o cuatro grados. Lo que se perfila bajo nuestros ojos es un estrecho entrelazamiento de múltiples factores de crisis que un elemento aleatorio, a la vez imprevisto y ampliamente anunciado, puede activar y desencadenar. El desmoronamiento y la desorganización de lo vivo, el caos climático, la descomposición social acelerada, la pérdida de credibilidad de los gobernantes y los sistemas políticos, la desmesurada expansión del crédito y la fragilidad financiera, la incapacidad de mantener un nivel de crecimiento suficiente (por no mencionar más que esto), son dinámicas que se refuerzan unas a las otras, creando una extrema vulnerabilidad que no sería tal si el sistema-mundo no estuviera en una situación de crisis estructural permanente. De ahora en adelante, toda estabilidad aparente no es más que la máscara de una creciente inestabilidad.


El Covid-19 es “una enfermedad del Antropoceno”, indicó Phillipe Sansonetti, microbiologista y profesor del Colegio de Francia. La actual pandemia es un hecho total, en el cual la realidad biológica del virus es indisociable de las condiciones sociales y sistémicas de su existencia y su difusión. Invocar al Antropoceno – ese período geológico en el cual la especie humana se ha transformado en una fuerza capaz de modificar la biosfera a escala global – conduce, me parece, a tomar en cuenta una temporalidad a triple gatillo: a) los años recientes durante los cuales, bajo la presión de evidencias cada vez más apremiantes, tomamos conciencia de esta nueva época; b) las décadas posteriores a 1945, con el auge del consumismo de masa y la gran aceleración de todos los indicadores de la actividad productiva (y destructiva) de la humanidad; c) el final del siglo XVIII y el inicio del siglo XIX, cuando el ciclo de las energías fósiles y la industrialización hace despegar la curva de las emisiones de gas con efecto invernadero, señalando así el arranque del Antropoceno.

El virus que nos aflige es el enviado de lo vivo, que viene a cobrar la factura de la Tormenta que nosotros mismos provocamos. Antropoceno obliga: la responsabilidad humana está en juego. Pero, ¿responsabilidad de quien exactamente? Las tres temporalidades mencionadas permiten ser más precisos. En el horizonte más inmediato, nuestra atención está acaparada por la asombrosa impreparación de la mayor parte de los países occidentales, y en particular europeos. En el caso de Francia, por ejemplo, provoca indignación y rabia en la población la desaparición de los stocks de máscaras quirurgicales que existían hasta 2009 y la falta de acción para reconstituirlos mientras se aproximaba la epidemia. Tal incapacidad para anticipar es una manifestación de otra enfermedad de nuestro tiempo: el presentismo, para el que nada existe más allá de lo inmediato. La gestión neoliberal del hospital, con sus fríos cálculos de eficiencia y rentabilidad, hizo el resto: falta de recursos, reducción del número de camas, recortes de personal, etc. Hace años que los médicos hospitalarios y las enfermeras, ya desbordados en tiempos normales, van gritando su desesperación, sin haber sido escuchados. Hoy día, el carácter criminal de las políticas llevadas a cabo durante décadas está a la vista de todos. Así lo declaró Phillipe Juvin, jefe del servicio de urgencias del Hospital-Pompidou en París: “unos descuidados e incapaces hicieron que ahora nos encontramos totalmente desnudos frente a la epidemia”. Y si Emmanuel Macrón quiso erigirse en jefe de guerra, no debería olvidar que esta retórica, usada por tantos gobernantes, podría algún día volverse (metafóricamente?) en acusación de alta traición.

Remontarse a la segunda mitad del siglo XX permite identificar las causalidades responsables de la multiplicación de las zoonosis, esas enfermedades provocadas por agentes infecciosos que logran un salto de especie de lo animal hacia lo humano. La expansión de la ganadería y las granjas industriales, con toda su ignominia concentracionaria, tiene deplorables consecuencias sanitarias (como la gripe porcina y la gripe aviaria, por ejemplo). En cuanto a la urbanización desmesurada y la desforestación, reducen los hábitats de los animales salvajes y los empujan a acercarse más a los humanos (esto ha sido causante del Sida y el Ébola, entre otras enfermedades). Es posible que estos dos factores no hayan contribuido a la propagacion del SARS-CoV-2, aunque todavía falta conocer con más precisión la cadena de trasmisión. Pero lo que resulta evidente es que la venta de animales salvajes en el mercado de Wuhan no hubiera tenido tales consecuencias si esta ciudad no se hubiera convertido en una de las capitales mundiales de la industria automovilística. De hecho, la globalización de los flujos económicos es la tercera causalidad a tomar en cuenta, con más razón si consideramos que la insensata expansión del tráfico aéreo ha sido el vector de la fulgurante difusión planetaria del virus.

También es necesario remontar dos siglos atrás, para darle al Antropoceno su verdadero nombre, sugerido por Jason Moore: el Capitaloceno. De hecho, este nuevo periodo geológico no ha sido provocado por la especie humana en general, sino por un sistema histórico específico. Este, el capitalismo, tiene por característica principal que lo esencial de la producción responde, antes que nada, a la exigencia de valorizar el dinero invertido, es decir, el capital. Desde ese momento, y si bien las configuraciones pueden variar bastante, el mundo se organiza en función de las necesidades imperiosas de la economía. De eso, resulta una ruptura civilizacional con toda la experiencia humana anterior: el interés privado y el individualismo competitivo se transforman en valores supremos, mientras que la obsesión de la pura cantidad y la tiranía de la urgencia no pueden más que conducir al vacío adentro del ser humano. De eso resulta, sobre todo, una compulsión productivista mortífera que es el origen mismo de la sobre-explotación de los recursos naturales, de la desorganización acelerada de lo vivo y del caos climático.

Cuando saldremos del confinamiento y de la urgencia sanitaria, nada será como antes – muchos ya lo dijeron. Pero, ¿qué habrá que cambiar? ¿Se limitará el examen de conciencia a una temporalidad de corta vista, como es de temerse, o tomará en cuenta el ciclo completo del Capitaloceno? Ya entramos de lleno en el siglo XXI, es decir, el momento histórico en que la humanidad y el planeta se encuentran frente a la factura del Capitaloceno. La verdadera guerra a jugarse no tiene al coronavirus como enemigo, tal como lo pretenden los gobernantes de tantos países, sino que consistirá en el enfrentamiento de dos opciones opuestas: por un lado, la continuación del fanatismo de la mercancía y el productivismo compulsivo que no pueden más que llevar a la profundización de la devastación en curso; por el otro, la invención, que ya anda a tientas en miles de lugares, de nuevas maneras de existir que tratan de romper con el imperativo categórico de la economía para privilegiar una vida buena para todas y todos. Elijiendo la alegre intensidad de lo cualitativo en contra de las falsas promesas de una imposible ilimitación, optan por al cuidado de los lugares habitados y las interacciones del mundo vivo, la construcción de lo común, la ayuda mutua y la solidaridad, así como la capacidad colectiva de auto-organización y de auto-gobierno.

El virus vino a jalar el freno de emergencia y a parar el tren enloquecido de una civilización corriendo hacia la destrucción masiva de la vida. ¿Dejaremos que vuelva a arrancar? Eso sería la garantía de más cataclismos al lado de los cuales lo que estamos viviendo actualmente parecerá, a posteriori, un acontecimiento de moderada amplitud.

París, 31 de marzo de 2020

Traducido para Comunizar por Maita Yulit


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Muere migrante frente a la inaccion e incapacidad de agentes de migracion y guardia nacional.

April 18, 2020, 3:52 pm
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Muere migrante en Estación Migratoria de Tenosique

Llenos de dolor y rabia denunciamos  la muerte, el 31 de marzo de 2020, de un migrante guatemalteco en la Estación Migratoria de Tenosique. Consecuencia del incendio por la quema de colchonetas, un hombre perdió la vida y otras 14 personas resultaron heridas, algunas de gravedad, siendo trasladadas a los hospitales de Tenosique y Villahermosa.

Varios testimonios recabados por La 72 coincidían en la inacción e incapacidad de agentes de migración, Guardia Nacional y Policía Estatal para manejar la situación: se negaron a abrir las celdas para facilitar la evacuación de hombres, mujeres y niños; los  detuvieron en la entrada principal, cerrando y poniendo candados, para evitar su huida. No hubo más pérdida de vidas gracias a la intervención de algunos  migrantes que forzaron puertas y se arriesgaron en auxiliar a los heridos.

Leer comunicado

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Persiste violencia hacia las mujeres en Chiapas: 18 feminicidios en el primer trimestre del año

April 19, 2020, 3:32 pm
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condenamos los feminicidios y las desapariciones, especialmente de niñas y adolescentes.

El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas recibió en su oficina de Atención Inmediata 18 casos de violencia contra las mujeres1, durante los meses de enero, febrero y hasta el 15 de marzo de 2020. El 61 % son hacia mujeres de Pueblos Originarios Tsotsil y Tseltal, dos de ellas en riesgo directo a su vida. De estos testimonios se caracterizaron patrones de violencia feminicida2 que son permitidos y reproducidos de manera cotidiana ante la ineficacia de las acciones del gobierno en Chiapas para cesarlos3.


Según los registros, del total de denuncias recibidas por Frayba y teniendo en cuenta que, en varios casos, la violencia es ejercida en dos o más ámbitos simultáneamente: ocho sucedieron en el ámbito familiar, seis en el laboral, cuatro en el institucional y seis en la comunidad. Involucrando en la omisión a autoridades de distintos niveles, incluidas las instancias encargadas de procurar justicia a las mujeres.

De acuerdo al tipo de violencia que las víctimas relatan en la denuncia: 3 son violencia psicológica, 7 violencia física, 7 violencia patrimonial, especialmente, el no cumplimiento de la pensión alimentaria tras una separación, 4 violencia económica; además se registran dos casos de violencia feminicida con agresiones físicas constantes, amenazas, hostigamiento e, incluso, con tentativas de feminicidio y un caso de transfeminicidio.

El Observatorio Feminista contra la Violencia a las Mujeres de Chiapas, publicó que durante el primer trimestre del año se perpetraron al menos 18 feminicidios4. El periodo más crítico fue el mes de enero con 11 feminicidios, 6 de ellos en la primera quincena, de los cuales tres fueron niñas y adolescentes. El Observatorio Feminista reconoce que, ante la ausencia de datos oficiales con credibilidad, su información es “una mínima muestra de la gran y grave problemática que refleja el Estado”.5

Por parte del Gobierno en Chiapas, una estrategia constante ha sido negar la dimensión de la emergencia por feminicidio en la entidad y no implementar los protocolos de investigación de acuerdo a estándares internacionales resultando la disminución mediática de las estadísticas de feminicidio. Por ejemplo, Jorge Luis Llaven Abarca, Fiscal General del Estado6, en el mes de enero reconoció sólo 4 feminicidios y 2 homicidios de mujeres; dejando fuera de sus estadísticas al menos 7 feminicidios y doce muertes violentas de mujeres.

El Frayba condenamos de manera especial el aumento de las desapariciones y feminicidios de niñas y mujeres adolescentes en la entidad chiapaneca. La más reciente historia es la de Elizabeth, de 17 años. Según información publicada por el Observatorio Feminista, la adolescente estaba desaparecida desde el 31 de marzo y fue encontrada el día 02 de abril, en una terracería en el ejido San Pedro Ytniotix, en el municipio de Las Margaritas, hacia la frontera con Guatemala.

Del monitoreo en medios y en las plataformas de organizaciones sociales se visibiliza que no existe en la entidad un registro único de las desapariciones de mujeres, niñas y adolescentes y por el acompañamiento en casos observamos que las instancias de gobierno no cumplen con los protocolos de búsqueda inmediata. A la fecha, al menos 51 desaparecidas no han sido encontradas, entre ellas una niña de 4 años, de un registro de 69 en el primer trimestre del año. El 49% son adolescentes entre 14 y 18 años7.

Por lo anterior, instamos al Estado mexicano a cumplir con las Observaciones Finales sobre el Noveno Informe Periódico de México, emitidas el 25 de julio de 2018, por el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer. Entre las cuales se encuentra: “Adopte medidas de carácter urgente para prevenir las muertes violentas, los asesinatos y las desapariciones forzadas de mujeres, en particular combatiendo las causas profundas de esos actos”.8

San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México

13 de abril de 2020
Boletín No. 07

1 De acuerdo con la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, denominada, Convención de Belém Do Pará (1994), se entenderá por violencia contra la mujer “cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”.
2 La Ley Estatal de Chiapas, en el Capítulo VIII De la Violencia Feminicida y de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres, artículo 59, determina que: “Para los efectos de esta Ley, se considera violencia feminicida, a la forma extrema de Violencia de Género contra las Mujeres, producto de la violación de sus derechos humanos, en cualquier ámbito, conformada por el conjunto de conductas misóginas que pueden conllevar impunidad social y del Estado y puede culminar en el homicidio de mujeres.”
3 Según el artículo 23 y 24 de la Ley de acceso a una vida libre de violencia para las mujeres, es responsabilidad del Estado mexicano, así como del Poder Ejecutivo correspondiente, implementar las acciones preventivas, de seguridad y justicia necesarias para proteger a las mujeres de acciones violentas y feminicidas.
4 El Código Penal del Estado de Chiapas, según la última reforma llevada a cabo el 24/01/2018, el artículo 164 Bis. establece que: “Comete el delito de feminicidio quien prive de la vida a una mujer por razones de género, y se sancionará con prisión de cuarenta a sesenta años y de quinientos a mil días multa.” El Observatorio Feminista se apega al Modelo del Protocolo Latinoamericano para la Investigación de Muertes Violentas de Mujeres considerando que: Toda muerte violenta deberá ser investigada como feminicidio hasta que se descarte.
5 Primer mes de 2020, suman 18 muertes violentas de mujeres en Chiapas: ObsFeministaCh. 06 de febrero de 2020. Disponible en: https://vocesfeministas.mx/primer-mes-de-2020-suman-18-muertes-violentas-de-mujeres-en-chiapas-obsfeministach/ Suman 47 muertes violentas de mujeres en los primeros tres meses del 2020: ObsFeministaCh. 06 de abril de 2020. Disponible en: https://vocesfeministas.mx/suman-47-muertes-violentas-de-mujeres-en-los-primeros-tres-meses-del-2020-obsfeministach/
6 Los cuatro feminicidios en Chiapas ligados a desintegración familiar o violencia de pareja: Fiscal. 16 de enero de 2010. Disponible en: https://www.sinembargo.mx/16-01-2020/3713075
7 Según los datos publicados por Protocolo Amber y Protocolo Alba y publicaciones de la página ¿Has visto a…?
8 Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer. Observaciones Finales sobre el Noveno Informe Periódico de México. 25 de julio de 2018. Disponible en: https://tbinternet.ohchr.org/_layouts/15/treatybodyexternal/Download.aspx?symbolno=CEDAW%2fC%2fMEX%2fCO%2f9&Lang=en
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Ejidatari@s de San Sebastian Bachajon invitan a la septima conmemoracion anual del finado Juan Vazquez Guzman

April 20, 2020, 1:32 pm
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EN EJIDO SAN SEBASTIÁN BACHAJÓN, ADHERENTES A LA SEXTA DECLARACIÓN, CHIAPAS, MÉXICO, A 28 DE MARZO DE 2020.
A la Comandancia General Comité Clandestino Revolucionario Indígena del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Al Movimiento de Justicia por el Barrio de Nueva York.
A la Red contra la Represión y por la Solidaridad
A las Juntas de Buen Gobierno.
Al Congreso Nacional Indígena.
A l@s adherentes a la Sexta Declaración de México y el Mundo.
A los Defensores de Derechos Humanos Solidarios.
Al pueblo de México y el Mundo.
A los medios de comunicación.




Compañeros y compañeras, Amigos y amigas, vecinos solidarios de lucha y resistencia, reciban un saludo combativo de parte de las mujeres y hombres, adherentes a la sexta ejido san Sebastián, Bachajón.

A través de este medio, la familia de juan y los adherentes, les hacemos llegar la invitación a la Séptima Conmemoración Anual de nuestro compañero finado JUAN VAZQUEZ GUZMAN, defensor de derechos humanos, para que asistan en este evento conmemorativo que se llevará a cabo el día 24 de abril del presente año, en el domicilio de los familiares en san Sebastián, Bachajón, carretera a la cabecera municipal de Chilón, Chiapas.

Se llevará a cabo una misa a las 2 pm, antes de la misa se hará un acto político en memoria de Juan Vázquez Guzmán para recordar su lucha, habrá música y coro, asimismo, habrá comida al terminar la misa.



El compañero y líder defensor fue asesinado en frente de su casa el 24 de abril de 2013, los familiares y amigos de Juan Vázquez Guzmán, las y los compañeros adherentes e integrantes del CNI del Ejido San Sebastián Bachajón, les reiteramos la cordial invitación para honrar juntos la memoria de lucha y resistencia de nuestro compañero.

Asimismo, enviamos nuestro abrazo de compañerismo y solidaridad para la familia del luchador social Samir Flores Soberanes, asesinado en Morelos, exigimos justicia y castigo a los responsables de este cobarde asesinato.

Exigimos la liberación de nuestros compañeros presos políticos, que fueron privados de la libertad con pruebas prefabricadas por la fiscalía, con tal de obstruir su lucha en la defensa de la tierra y la lucha por la dignidad y autonomía.

Para cualquier duda o comunicación con relación a la lucha de san Sebastián, Bachajón; proporcionamos dirección de correo electrónico:
lasextaejidobachajon@gmail.com
o a través de esta cuenta de Facebook; (la sexta ejido Bachajon).
Desde la zona norte del estado de Chiapas las mujeres y hombres de san Sebastián Bachajón, les enviamos combativos saludos.
Nunca más un México sin nosotros
Tierra y libertad
¡Zapata vive!
¡Hasta la victoria siempre!
¡Samir Flores Soberanes vive!
¡Juan Vázquez guzmán vive, la lucha de Bachajón sigue!
¡Juan Carlos Gómez Silvano vive, la lucha de Bachajón sigue!
¡JUSTICIA PARA NUESTRO COMPAÑERO JUAN VAZQUEZ GUZMAN, AYOTZINAPA, ACTEAL, ABC, ATENCO!
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#Coronavirus; Organizaciones exigen el cese de las detenciones por razones migratoria y la liberacion de todos los migrantes detenidos.

April 20, 2020, 3:10 pm
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México, 19de marzo de 2020

Ante la emergencia debe primar la solidaridad en nuestras comunidades y medidas públicas planificadas que garanticen la vida y salud de todas y todos. En el actual contexto de expansión del coronavirus COVID-19 a nivel global y el aumento constante de casos identificados y sospechosos en distintos estados del territorio mexicano, urgimos al Estado en su conjunto a proteger y salvaguardar la vida de todas las personas que se encuentran en el país, incluyendo personas migrantes, solicitantes de protección internacional y residentes.


Haciendo eco de las palabras del director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la necesidad de compromiso político al más alto nivel y más allá del sector salud en México; desde las organizaciones de la sociedad civil hacemos un llamado a las entidades públicas encargadas del tema migratorio encabezadas por la Secretaria de Gobernación, de protección social y salud para implementar acciones que reduzcan el riesgo de la población migrante y solicitante de protección internacional ante la actual pandemia. Por tanto, resaltamos algunos puntos que deben ser manejados por el Estado mexicano bajo el completo respeto a los derechos humanos y los mayores estándares sanitarios.


Cese de las detenciones por razones migratoria,liberación de todas las personas detenidas en Estaciones Migratorias y Estancias Provisionales y protección de personas en situación de calle.

Ante las progresivas medidas de cierre de fronteras y restricciones de movilidad aérea, marítima y terrestre en los países de la región, incluyendo la solicitud del gobierno de Guatemala de detener la deportación de personas por vía terrestre, aumentarála sobrepoblación al interior de las Estaciones y Estancias migratorias1en caso de mantenerse los operativos de detención a cargo del Instituto Nacional de Migración (INM) y Guardia Nacional. Asimismo, las personas se verán expuestas a largas y arbitrarias temporadas de detención hasta que los países de origen aseguren las condiciones para su deportación o retorno.

Este escenario de emergencia por el riesgo que supone la permanencia de cientos de personas detenidas en un mismo lugar en contravía de las medidas actuales de restricción de aglomeraciones se intensifica con el historial de falta de acceso, garantías y protección a la salud de personas en detención migratoria. Durante años, diferentes organizaciones, organismos internacionales y entidades públicas han visibilizado los problemas de abastecimiento de necesidades básicas, suministros de higiene y en el manejo de enfermedades dentro de las Estaciones Migratorias. Basta con recordar el caso de la muerte de una niña en mayo de 2019 en la Estación Migratoria Las Agujas de Ciudad de México a raíz de múltiples omisiones, negligencias e inadecuada atención médica de acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Por tanto, con fundamente en el Artículo 48 del Acuerdo por el que se emiten las Normas para el funcionamiento de las Estaciones Migratorias y Estancias Provisionales del Instituto Nacional de Migración que prevé alternativas en caso de que no sea seguro mantener a personas detenidas y hacinadas, hacemos un llamado a la liberación de las personas migrantes y solicitantes de protección internacional detenidas. Resaltando que en estos lugares permanecen personas con perfiles de vulnerabilidad como niños, niñas, adolescentes, mujeres embarazadas, adultas mayores y personas con perfiles médicos de alto riesgo ante el actual coronavirus; como VIH, diabetes, enfermedades cardiovasculares, entre otras.

En caso las personas se vean forzadas a estar en situación de calle por no contar con redes de apoyo en el país y sin posibilidad de estar en albergues de la sociedad civil, deberían ser albergadas en espacios dispuestos por entidades de protección, bienestar y salud para población en situación de calleno solo migrante.

Acceso a servicios médicos y derecho a la información sobre protocolos de prevención y atención en la actual contingencia.

Basándonos en el Artículo 77 bis 1 de la Ley General de Salud recordamos que todas las personas que se encuentran en el país y que no cuentan con seguridad social tienen derecho a recibir de forma gratuita la prestación de servicios públicos de salud, medicamentos y demás insumos asociados. Ante la propagación del COVID-19, el Estado Mexicano debe garantizar los criterios de universalidad e igualdad en la atención médica sin importar la condición migratoria en que se encuentran las personas. Asimismo, extendemos un llamado al INM para que informe sobre los mecanismos que ha dispuesto para informar a las personas detenidas sobre las medidas de prevención de contagio yatención médica ante casos de sospechosos y positivos de COVID-19.

Acciones contra la xenofobia y discriminación.

La expansión de este nuevo coronavirus ha originado una serie de medidas a nivel global en las que se incluyen el cierre de fronteras y restricciones de ingreso de personas de países en los que se han detectado casos o se encuentran en transmisión activa como medidas preventivas sanitarias.Sin embargo, este mismo fenómeno ha demostrado las limitaciones de los enfoques de seguridad fronteriza ypor el contrario la necesidad de ampliar la cooperación transfronteriza e internacional.A pesar de que el gobierno mexicano ha dicho en reiteradas ocasiones que no cerrarán fronteras, instamos a que se garanticen medidas de no discriminación hacia la población migrante dentro de México.

En este contexto, las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de protección internacional deben tener acceso a la misma información, medidas preventivas y atención en salud que la población local, en tanto se encuentran en condiciones de similar vulnerabilidady es un problema de salud pública que más allá del origen, nacionalidad o estatus migratorio de las personas. Asimismo, se debe combatir cualquier manifestación de discriminación hacia personas de cualquierpaís o región que afronta esta pandemia y mucho menos contra algún grupo poblacional especifico por su condición de vulnerabilidad ante el contagio.

Tramites de regularización, presentación para firmas y solicitudes de refugio.Se debe de garantizar el acceso a los trámites migratorios, el derecho a la protección internacional y respetar el principio de no devolución, sin embargo, las instancias públicas deben de tomar las medidas de prevención adecuadas para reducir riesgo de contagio. En arasde promover el cumplimento progresivo de medidas de sana distancia, entre ellas la atención a la ciudadanía y tramites no indispensables. Urgimos a las entidades migratorias y de refugio que evalúen la disposición de medidas que favorezcan la reducción de aglomeraciones tales como la obligatoriedad de firmas presenciales por parte de personas solicitantes de refugio beneficiadas con alternativas al alojamiento en las oficinas del INM. Aun así, las personas deben tener plenas garantías de acceso al derecho a solicitar refugio, tener información sobre sus trámites y continuar con sus procedimientos de regularización.

Protección de mexicanos y mexicanas en otros países.

Esta crisis humanitaria y sanitaria ha visibilizado de nuevo problemáticas estructurales a las que se enfrentan mexicanos, mexicanas y personas de la región en otros países, especialmente Estados Unidos. En estas semanas se ha puesto de manifiesto el alto riesgo en el que se encuentran millones de personas por cuenta de la imposibilidad de acceder al sistema de salud estadounidense ante posibles repercusiones legales e incluso el riesgo de ser víctimas de redadas y detenciones. A esto se suma la afectación por el cierre de fronteras y aeropuertos en el mundo que ha llevado a que cientos de mexicanos y mexicanas no puedan regresar a su país. Por tanto, solicitamos a la Secretaria de Relaciones Exteriores y la red consular a nivel global que tomen acciones para garantizar y proteger la vida y bienestar de connacionales en el exterior, incluyendo opciones de repatriación.

Protección integral a las diferentes poblaciones que esperan en la frontera norte. 

A lo largo de toda la frontera norte mexicana se encuentra población mexicana desplazada interna que está esperando poder solicitar asilo en Estados Unidos junto con personas de otras nacionalidades, además se encuentran las más de 60 mil personas solicitantes de asilo en Estados Unidos que han sido retornadas a México bajo el MPP, población mexicana deportada, población en situación de calle y otras poblaciones con necesidades específicas. Es necesario y urgente que por el contexto deriesgo en el que se encuentran, se les garanticen medidas de protección dignas, atención médicay la reducción de los riesgos en medio de la pandemia.

Las organizaciones de la sociedad civil que firmamos este comunicado estamos con toda la disposición de colaborar con las autoridades en la promoción de medidas de prevención y protección que reduzcan los riesgos provocados por la expansión del coronavirus COVID-19 a nivel global. Pedimos al gobierno mexicano que las medidas de contención de la pandemia sean con pleno respeto a los derechos humanos de todas las poblaciones, en específico las que se encuentren en contextos de mayor vulnerabilidad sin importar su condición migratoria.


Atentamente,

Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en el Sureste Mexicano
American Friends Service Committee –OficinaRegional América Latina y el Caribe (AFSC), Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa, Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, Centro de Derechos Humanos Tepeyac, Centro de Derechos de las Víctimas de la Violencia Minerva Bello, Formación y Capacitación (FOCA), Iniciativas para el Desarrollo Humano, Colectivo Kaltsilaltik A.C., Médicos del MundoFrancia, Médicos del Mundo España, Red Jesuita con Migrantes –Centroamérica y Norteamérica, Servicio Jesuita a Migrantes –Comalapa, Servicio Jesuita a Refugiados México (JRS México), TzomeIxuk –Mujeres Organizadas A.C., Una Mano Amiga en la Lucha contra el SIDA, Voces Mesoamericanas –Acción con Pueblos Migrantes A.C.


Grupo Impulsor contra la Detención Migratoria y la Tortura–GIDMT
American Friends Service Committee (AFSC) –OficinaRegionalAmérica Latinay el Caribe, Casa del Migrante de Saltillo, Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, FM4, Paso Libre,Formación y Capacitación A.C.,Grupo deAcción Comunitaria (GAC), Inclusión y Equidad Consultora Latinoamericana, Instituto para la Seguridad y la Democracia (INSYDE), Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), Servicio Jesuita a Refugiados México (SJR) y Voces Mesoamericanas –Acción con Pueblos Migrantes A.C.


Grupo de Trabajo sobre Política Migratoria –GTPM
Aldeas Infantiles SOS México, I.A.P.; American Friends Services Committee; AsylumAccess México (AAMX) A.C.; Casa del Migrante Saltillo (Frontera con Justicia A.C.);Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, A.C.; Coalición Pro Defensadel Migrante de Baja California; Fundación Appleseed México, A.C.; DHIA. DerechosHumanos Integrales en Acción, A.C.; FUNDAR Centro de Análisis e Investigación,A.C.; IMUMI Instituto para las Mujeresen la Migración; Iniciativa Ciudadana para laPromoción de la Cultura del Diálogo,A.C.; INSYDE Instituto para la Seguridad y laDemocracia; M3 Movimiento Migrante Mesoamericano; REDIM Red por los Derechosde la Infancia en México; Save The Children México, Sin Fronteras, IAP; ServicioJesuita a Migrantes México; SMR Scalabrinianas: Misión para Migrantes y Refugiados;Leticia Calderón, Analista en temas migratorios; Brenda Valdés; Elba Coria; ManuelÁngel Castillo, Investigador; IDC International Detention Coalition (Observadoras).Claudia Martínez Medrano, Jocelín Mariscal Agreda y Melissa A. Vértiz Hernández,Secretaría Técnica.


Red por los Derechos de la Infancia en México –REDIM
Mesa de Coordinación Transfronteriza Migraciones y Género
Capitulo Guatemala

American Friends Service Committee, Oficina Regional para América Latina y El Caribe (AFSC); Asociación Comunitaria Multisectorial de Monitoreo Comunitario en Salud y Apoyo a Migrantes (ACOMUMSAM); Asociación Consejería Oxlajuj Ix para Centroamérica y México (CAMEX); Asociación Coordinadora Comunitaria de Servicios para la Salud-Guatemala ACCSS; Asociación de Desarrollo Social de Ixcán (ADESI); Asociación de Familiares de Migrantes Desaparecidos de Guatemala (AFAMIDEG); Asociación Lambda, Consejo de Juventud para el Desarrollo Ixcoyense (COJDI); Comisión de Asuntos Migratorios de Ixcán -CAMI; Comité Municipal de Migración; Equipo de Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial (ECAP); Federación Guatemalteca de Escuelas Radiofónicas (FGER); Gobierno Ancestral Plurinacional Q’anjoba’l; Jóvenes por el Cambio; Mamá Maquin; Médicos delMundo Francia –España; Mesa Nacional para las Migraciones en Guatemala (MENAMIG); Molanil K ́inal B ́e; Pastoral Social La Libertad Cristo de Esquipulas; Pop Noj’; Red Juvenil Ak ́Molam; Sociedad Civil.


Capitulo México

American Friends Service Committee,Oficina Regional para América Latina y El Caribe (AFSC); Centro de Derechos Humanos Oralia Morales; Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova; Coalición Indígena de Migrantes de Chiapas (CIMICH); Comité de Derechos Humano Fray Pedro Lorenzo de la Nada A.C.; Formación y Capacitación A.C. (FOCA); Iniciativas para el Desarrollo Humano A.C.; Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (IMDEC); Instituto para las Mujeres en la Migración AC (IMUMI); La 72, Hogar -Refugio para Personas Migrantes;Médicos del Mundo Francia –España, Pastoral de Migrantes; Parroquia de Frontera Comalapa; Servicio Jesuita a Migrantes (SJM); Servicio Jesuita a Refugiados (SJR), Servicio Pastoral a Migrantes San Martin de Porres (SEPAMI -SMP ); Una Ayuda para ti Mujer Migrante A.C.; Voces Mesoamericanas, Acción con Pueblos MigrantesA.C.


Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos”
(conformada por 86 organizaciones en 23 estados de la República mexicana):
Academia Hidalguense de Educación y Derechos Humanos A.C. (ACADERH) (Hidalgo); Agenda LGBT (Estado de México); Alianza Sierra Madre, A.C. (Chihuahua); Aluna Acompañamiento Psicosocial, A.C.(Ciudad de México); Asistencia Legal por los Derechos Humanos, A.C.(AsiLegal) (Ciudad de México); Asociación Jalisciense de Apoyo a los Grupos Indígenas, A.C. (AJAGI) (Guadalajara, Jal.); Asociación para la Defensa de los Derechos Ciudadanos “Miguel Hidalgo” (Jacala Hgo.); Bowerasa, A.C. “Haciendo Camino” (Chihuahua, Chih.); Casa del Migrante Saltillo (Saltillo, Coah.); Católicas por el Derecho a Decidir, A.C. (Ciudad de México); Centro de Capacitación y Defensa de los Derechos Humanos e Indígenas, Asociación Civil (CECADDHI) (Chihuahua); Centro “Fray Julián Garcés” Derechos Humanos y Desarrollo Local, A. C. (Tlaxcala, Tlax.); Centro de Apoyo al Trabajador, A.C. (CAT) (Ciudad de México); Centro de Derechos de la Mujeres de Chiapas (San Cristóbal de Las Casas, Chis.); Centro de Derechos Humanos “Don Sergio” (Jiutepec, Mor.); Centro de Derechos Humanos “Fray Bartolomé de Las Casas”, A. C. (San Cristóbal de Las Casas, Chis); Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de Vitoria O.P.”, A. C. (Ciudad de México); Centro de Derechos Humanos “Fray Matías de Córdova”, A.C. (Tapachula, Chis.); Centro de Derechos Humanos “Juan Gerardi”, A. C. (Torreón, Coah.); Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez”, A. C. (Ciudad de México); Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, A. C. (Tlapa, Gro.); Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (Chihuahua); Centro de Derechos Humanos de los Pueblos del Sur de Veracruz “Bety Cariño”, A.C. (Tatahuicapan de Juárez, Ver.); Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa, A.C (Tonalá, Chis.); Centro de Derechos Humanos Paso del Norte (Cd. Juárez, Chih.); Centro de Derechos Humanos Toaltepeyolo (Orizaba, Veracruz); Centro de Derechos Humanos Victoria Diez, A.C. (León, Gto.); Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero (CDHZL) (Estado de México); Centro de Derechos Indígenas “Flor y Canto”, A. C. (Oaxaca, Oax.); Centro de Derechos Indígenas A. C. (Bachajón, Chis.); “Centro de Estudios Sociales y Culturales Antonio de Montesinos, A.C.” (CAM) (Ciudad de México); Centro de Investigación y Capacitación Propuesta Cívica A. C. (Propuesta Cívica) (Ciudad de México); Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo, A. C. (CEPAD) (Guadalajara, Jal.); Centro de los Derechos del Migrante (Ciudad de México); Centro de Reflexión y Acción Laboral (CEREAL-Guadalajara) (Guadalajara, Jal.); Centro Diocesanopara los Derechos Humanos “Fray Juan de Larios”, A.C. (Saltillo, Coah.); Centro Juvenil Generando Dignidad (Comalcalco, Tabasco); Centro Kalli Luz Marina (Orizaba, Ver.); Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) (Ciudad de México); Centro Mujeres (La Paz, BCS.); Centro Regional de Defensa de DDHH José María Morelos y Pavón, A.C. (Chilapa, Gro.); Centro Regional de Derechos Humanos “Bartolomé Carrasco”, A.C. (BARCA) (Oaxaca, Oax.); Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Suárez, S.J. (CUDJ)(Guadalajara, Jal.); Ciencia Social Alternativa, A.C. KOOKAY (Mérida, Yuc.); Ciudadanía Lagunera por los Derechos Humanos, A.C. (CILADHAC) (Torreón, Coah.); Colectivo contra la Tortura y la Impunidad (CCTI) (Ciudad de México); Colectivo Educación para la Paz y los Derechos Humanos, A.C. (CEPAZDH) (San Cristóbal de Las Casas, Chis.); Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste (Mexicali, Baja California); Comisión de Derechos Humanos y Laborales del Valle de Tehuacán, A.C. (Tehuacán, Pue.); Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos, A.C. (COSYDDHAC) (Chihuahua, Chih.); Comisión Regional de Derechos Humanos “Mahatma Gandhi”, A. C. (Tuxtepec, Oax.); Comité Cerezo (Ciudad de México); Comité Cristiano de Solidaridad Monseñor Romero (Ciudad de México); Comité de Defensa de las Libertades Indígenas (Palenque, Chis.); Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha A.C. (CODIGODH) (Oaxaca, Oax.); Comité de Derechos Humanos “Fr. Pedro Lorenzo de la Nada”, A. C. (Ocosingo, Chis.); Comité de Derechos Humanos “Sierra Norte de Veracruz”, A. C. (Huayacocotla, Ver.); Comité de Derechos Humanos Ajusco (Ciudad de México); Comité de Derechos Humanos de Colima No Gubernamental A. C. (Colima, Col.); Comité de Derechos Humanos de Comalcalco,A. C. (CODEHUCO) (Comalcalco, Tab); Comité de Derechos Humanos de Tabasco, A. C. (CODEHUTAB) (Villahermosa, Tab); Comité de Derechos Humanos y Orientación Miguel Hidalgo, A. C. (Dolores Hidalgo, Gto.); Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos “Hasta Encontrarlos”(Ciudad de México); Comité Sergio Méndez Arceo Pro Derechos Humanos de Tulancingo, Hgo A.C. (Tulancingo, Hgo.); Consultoría Técnica Comunitaria AC (CONTEC) (Chihuahua); El Caracol, A.C (Ciudad de México); Estancia del Migrante González y Martínez, A.C. (Querétaro, Qro.); Frente Cívico Sinaloense. Secretaría de Derechos Humanos (Culiacán, Sin.); Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho (Ciudad de México); Indignación, A. C. Promoción y Defensa de los Derechos Humanos (Mérida, Yuc.); Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuria, S.J. Universidad Iberoamericana-Puebla (Puebla, Pue.); Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (Ciudad de México); Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario, A. C. (IMDEC) (Guadalajara, Jal.); Justicia, Derechos Humanos y Género, A.C. (Ciudad de México); La 72, Hogar-Refugio para Personas Migrantes (La 72) (Tenosique, Tabasco); Mujeres Indígenas por la Conservación, Investigación y Aprovechamiento de los Recursos Naturales, A. C. (CIARENA) (Oaxaca); Promoción de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PRODESCAC) (Estado de México); Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ProDESC) (Ciudad de México); Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER) (Ciudad de México); Red Solidaria de Derechos Humanos, A.C. (Morelia, Michoacán); Respuesta Alternativa, A. C. Servicio de Derechos Humanos y Desarrollo Comunitario (San Luis Potosí); Servicios de Inclusión Integral, A.C. (SEIINAC) (Pachuca, Hgo.); Tequio Jurídico A.C. (Oaxaca, Oax.); Uno de Siete Migrando A. C.(Chihuahua, Chih.); VIHas de Vida (Guadalajara, Jal.); Voces Mesoamericanas, Acción con Pueblos Migrantes A. C.(San Cristóbalde las Casas, Chiapas
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Monologo del virus: "He venido a poner de manifiesto la aberración de la ’normalidad’ "

April 21, 2020, 3:19 pm
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Monólogo del virus

 …he venido a parar la máquina cuyo freno de emergencia no encontraban. He venido a detener la actividad de la que eran rehenes. He venido a poner de manifiesto la aberración de la ’normalidad’…»

Monólogo del virus

Dejen de proferir, queridos humanos, sus ridículos llamamientos a la guerra. Dejen de dirigirme esas miradas de venganza. Apaguen el halo de terror con que envuelven mi nombre. Nosotros, los virus, desde el origen bacteriano del mundo, somos el verdadero continuum de la vida en la tierra. Sin nosotros, jamás habrían visto la luz del día, ni siquiera la habría visto la primera célula.


Somos sus antepasados, al igual que las piedras y las algas, y mucho más que los monos. Estamos dondequiera que ustedes estén y también donde no están. ¡Si del universo sólo ven aquello que se les parece, peor para ustedes! Pero sobre todo, dejen de decir que soy yo el que los está matando. No están muriendo por lo que le hago a sus tejidos, sino porque han dejado de cuidar a sus semejantes. Si no hubieran sido tan rapaces entre ustedes como lo han sido con todo lo que vive en este planeta, todavía habría suficientes camas, enfermeras y respiradores para sobrevivir a los estragos que causo en sus pulmones. Si no almacenaran a sus ancianos en morideros y a sus prójimos sanos en ratoneras de hormigón armado, no se verían en éstas. Si no hubieran transformado la amplitud, hasta ayer mismo aún exuberante, caótica, infinitamente poblada, del mundo —o mejor dicho, de los mundos— en un vasto desierto para el monocultivo de lo Mismo y del Más, yo no habría podido lanzarme a la conquista planetaria de sus gargantas. Si durante el último siglo no se hubieran convertido prácticamente todos en copias redundantes de una misma e insostenible forma de vida, no se estarían preparando para morir como moscas abandonadas en el agua de su civilización edulcorada. Si no hubieran convertido sus entornos en espacios tan vacíos, tan transparentes, tan abstractos, tengan por seguro que no me desplazaría a la velocidad de un avión. Sólo estoy ejecutando la sentencia que ustedes dictaron hace mucho contra ustedes mismos. Perdónenme, pero son ustedes, que yo sepa, quienes han inventado el término «Antropoceno». Ustedes se han adjudicado todo el honor del desastre; ahora que está teniendo lugar, es demasiado tarde para renunciar a él. Los más honestos de entre ustedes lo saben bien: no tengo más cómplice que su propia organización social, su locura de la «gran escala» y de su economía, su fanatismo del sistema. Sólo los sistemas son «vulnerables». Lo demás vive y muere. Sólo hay vulnerabilidad para lo que aspira al control, a su extensión y perfeccionamiento. Mírenme atentamente : sólo soy la otra cara de la Muerte reinante.

Así que dejen de culparme, de acusarme, de acosarme. De paralizarse ante mí. Todo eso es infantil. Les propongo que cambien su mirada : hay una inteligencia inmanente en la vida. No hace falta ser sujeto para tener un recuerdo o una estrategia. No hace falta ser soberano para decidir. Las bacterias y los virus también pueden hacer que llueva y brille el sol. Así que mírenme como su salvador más que como su enterrador. Son libres de no creerme, pero he venido a parar la máquina 
 cuyo freno de emergencia no encontraban. He venido a detener la actividad de la que eran rehenes.

He venido a poner de manifiesto la aberración de la «normalidad». «Delegar en otros su alimentación, su protección, su capacidad de cuidar de las condiciones de vida ha sido una locura»… «No hay límite presupuestario, la salud no tiene precio»: ¡miren cómo hago que se retracten de palabra y de obra sus gobernantes! ¡Miren cómo los reduzco a su verdadera condición de mercachifles miserables y arrogantes! ¡Miren cómo de repente se revelan no sólo como superfluos, sino como nocivos! Para ellos ustedes no son más que el soporte de la reproducción de su sistema, es decir, menos aun que esclavos. Hasta al plancton lo tratan mejor que a ustedes.

Pero no malgasten energía en cubrirlos de reproches, en echarles en cara sus limitaciones. Acusarlos de negligencia es darles más de lo que se merecen. Pregúntense más bien cómo ha podido parecerles tan cómodo dejarse gobernar. Alabar los méritos de la opción china frente a la opción británica, de la solución imperial-legista frente al método darwinista-liberal, es no entender nada ni de la una ni de la otra, ni del horror de la una ni del horror de la otra. Desde Quesnay, los «liberales» siempre han mirado con envidia al Imperio chino; y siguen haciéndolo. Son hermanos siameses. Que uno te confine por tu propio bien y el otro por el bien de «la sociedad» equivale igualmente a aplastar la única conducta no nihilista en este momento: cuidar de uno mismo, de aquellos a los que quieres y de aquello que amamos en aquellos que no conocemos. No dejen que quienes los han conducido al abismo pretendan sacarlos de él: lo único que harán será prepararles un infierno más perfeccionado, una tumba aún más profunda. El día que puedan, patrullarán el más allá con sus ejércitos.

Más bien, díganme gracias. Sin mí, ¿cuánto tiempo más se habrían hecho pasar por necesarias todas estas cosas aparentemente incuestionables cuya suspensión se decreta de inmediato ? La globalización, los concursos, el tráfico aéreo, los límites presupuestarios, las elecciones, el espectáculo de las competiciones deportivas, Disneyland, las salas de fitness, la mayoría de los comercios, el parlamento, el acuartelamiento escolar, las aglomeraciones de masas, la mayor parte de los trabajos de oficina, toda esa ebria sociabilidad que no es sino el reverso de la angustiada soledad de las mónadas metropolitanas. Ya lo ven: nada de eso es necesario cuando el estado de necesidad se manifiesta. Díganme gracias por la prueba de la verdad que van a pasar en las próximas semanas: por fin van a vivir en su propia vida, sin los miles de subterfugios que, mal que bien, sostienen lo insostenible. Todavía no se habían dado cuenta de que nunca habían llegado a instalarse en su propia existencia. Vivían entre las cajas de cartón y no lo sabían. Ahora van a vivir con sus seres queridos.

Van a vivir en casa. Van a dejar de estar en tránsito hacia la muerte. Puede que odien a su marido. Puede que aborrezcan a sus hijos. Quizás les entren ganas de dinamitar el decorado de su vida diaria. Lo cierto es que, en esas metrópolis de la separación, ustedes ya no estaban en el mundo. Su mundo había dejado de ser habitable en cada uno de sus puntos, excepto huyendo constantemente. Tan grande era la presencia de la fealdad que había que aturdirse de movimiento y de distracciones. Y lo fantasmal reinaba entre los seres. Todo se había vuelto tan eficaz que ya nada tenía sentido. ¡Dígamne gracias por todo esto, y bienvenidos a la tierra!

Gracias a mí, por tiempo indefinido, ya no trabajarán, sus hijos no irán al colegio, y sin embargo será todo lo contrario a las vacaciones. Las vacaciones son ese espacio que hay que rellenar a toda costa mientras se espera la ansiada vuelta al trabajo. Pero esto que se abre ante ustedes, gracias a mí, no es un espacio delimitado, es una inmensa apertura. He venido a descolocarlos. Nadie les asegura que el no-mundo de antes volverá. Puede que todo este absurdo rentable termine. Si no les pagan, ¿qué sería más natural que dejar de pagar el alquiler ? ¿Por qué iba a seguir cumpliendo con sus cuotas del banco quien de todos modos ya no puede trabajar ? ¿Acaso no es suicida vivir donde ni siquiera se puede cultivar un huerto ? No por no tener dinero se va a dejar de comer, y quien tiene el hierro tiene el pan, como decía Auguste Blanqui. Díganme gracias : los coloco al pie de la bifurcación que estructuraba tácitamente sus existencias : la economía o la vida. De ustedes depende. Lo que está en juego es histórico. O los gobernantes les imponen su estado de excepción o ustedes inventan el suyo.
O se vinculan a las verdades que están saliendo a la luz o ponen su cabeza en el filo del verdugo. O aprovechan el tiempo que les doy ahora para imaginarse el mundo que vendrá a partir de las lecciones del colapso al que estamos asistiendo o éste se radicalizará por completo. El desastre cesa cuando la economía se detiene. La economía es el desastre. Esto era una tesis antes del mes pasado. Ahora es un hecho. A nadie se le escapa cuánta policía, cuánta vigilancia, cuánta propaganda, cuánta logística y cuánto teletrabajo hará falta para reprimirlo.

Ante mí, no cedan ni al pánico ni al impulso de negación. No cedan a las histerias biopolíticas. Las próximas semanas serán terribles, abrumadoras, crueles. Las puertas de la Muerte estarán abiertas de par en par. Soy la más devastadora producción de devastación de la producción. Vengo a devolver a la nada a los nihilistas. La injusticia de este mundo nunca será más escandalosa. Es a una civilización, y no a ustedes, a quien vengo a enterrar. Quienes quieran vivir tendrán que crearse hábitos nuevos, que sean apropiados para ellos. Evitarme será la oportunidad para esta reinvención, para este nuevo arte de las distancias. El arte de saludarse, en el que algunos eran lo suficiente miopes como para ver la forma misma de la institución, pronto ya no obedecerá a ninguna etiqueta.

Caracterizará a los seres. No lo hagan «por los demás», por «la población» o por la «sociedad», háganlo por los suyos. Cuiden de sus amigos y de sus amores. Vuelvan a pensar con ellos, soberanamente, una forma justa de vida. Generen conglomerados de vida buena, multiplíquenlos, y nada podré contra ustedes. Esto es un llamamiento no a la vuelta masiva a la disciplina, sino a la atención. No al fin de la despreocupación, sino al de la negligencia. ¿Qué otra manera me quedaba de recordarles que la salvación está en cada gesto? Que todo está en lo ínfimo.

He tenido que rendirme a la evidencia: la humanidad sólo se plantea las preguntas que ya no se puede plantear.

[Traducido por el Grupo Coquelicot y revisado por amigos]
Fuente: lundimatin/comunizar

http://comunizar.com.ar/monologo-del-virus/
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Negar la existencia de la Tortura en México alienta la impunidad

April 22, 2020, 3:11 pm
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Pronunciamiento conjunto


 
  • El presidente de la República compromete internacionalmente a México al señalar que la Tortura ha sido erradicada.

        
  • Instamos al Estado mexicano a cumplir las recomendaciones del Comité contra la Tortura de la ONU.  

  •  
El 5 de abril del 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) informó1 que en México ”hemos erradicado la Tortura”. Esto contradice lo sostenido por diversas instancias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en sus diferentes visitas a este país quienes afirman que la Tortura en México es generalizada y sistemática.
 
A pesar de la transición del poder y la llegada de la “democracia” con el gobierno de AMLO, la Tortura en México persiste. Entre enero de 2019 y marzo de 2020, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) documentó 18 casos2 de Tortura perpetrados en el actual sistema penal, en el estado de Chiapas. Los sobrevivientes de esta grave violación de derechos humanos son 17 hombres y 1 mujer, de ellos 2 personas son del pueblo Maya Tsotsil y una persona migrante de nacionalidad Hondureña. Los municipios en donde han ocurrido son: Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de Las Casas, Palenque, Cintalapa, Chicomuselo, Bochil, Altamirano y la Concordia.

La práctica de la Tortura, está enraizada y propagada en México. Existe la desconfianza dentro del nuevo sistema penal, específicamente en los funcionarios encargados de la procuración de justicia por seguir convalidando los actos de Tortura llevados a cabo por los cuerpos policiacos, los cuales perpetuán este método como parte de su práctica de investigación de los delitos. Esto debido a la falta de formación, capacitación y concientización frente al nuevo sistema judicial, en donde hemos constatado la falta de técnica para investigar, preservar evidencias, custodiar pruebas y cuidar la cadena de custodia en los hechos.
 
A pesar de tener en México una Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Tortura, las Fiscalías Especiales para la Investigación del Delito de Tortura la desconocen, lo que permite que esta violación a derechos humanos se siga cometiendo de manera cotidiana.
 
Invitamos al presidente de la República a cumplir las recomendaciones dirigidas al Estado mexicano durante el 66 periodo de sesiones3 del Comité contra la Tortura de la ONU, realizadas el 25 de abril de 2019, en Ginebra, Suiza que son:

  • Atender las causas estructurales, escala y características específicas de la Tortura cometida contra personas y Pueblos Originarios, procurando que la atención y medidas de reparación integral en estos casos abarquen no solamente la dimensión individual sino también el impacto comunitario de los hechos.
      
  • Generar un mecanismo de control efectivo de las detenciones de personas indígenas en el que se garantice la presencia sin demora de un intérprete y un abogado defensor con conocimiento de su cultura, atendiendo los estándares internacionales de protección de los Pueblos Originarios.

  • Capacitar a los operadores de justicia en los estándares de protección de las personas indígenas privadas de libertad, con el fin de evitar la Tortura y otros Tratos Crueles Inhumanos o Degradantes, entre otras violaciones a sus derechos.

  • De la misma manera a que retome de forma inmediata la solicitud realizada por el relator del Comité contra la Tortura, Sr. Diego Rodríguez-Pinzón, el cual instó al Estado mexicano a hacer un pronunciamiento público donde reconozca y rechace el alcance de la Tortura y la impunidad, poniendo freno a la estigmatización hacia las víctimas y quienes les defienden, incluyendo un compromiso para no permitirla bajo ninguna circunstancia.
     
    Exhortamos al presidente de la República, a no utilizar la crisis de salud pública derivada de la pandemia por COVID 19, para emitir informaciones que van en contra de la protección, respeto y garantía de los derechos humanos, pues tales circunstancias abonan al clima de impunidad y favorece la Tortura.
     
    México, a 16 de abril del 2020.
     
    Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad -CCTI


    Organización Mundial Contra La Tortura -OMCT

    Grupo de Litigantes en América Latina

    Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, AC – México; Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) – México; Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, AC – México; Centro de Estudios Sociales y Legales (CELS) – Argentina; Centro de Prevención, Tratamiento y Rehabilitación de víctimas de la Tortura y sus Familiares (CPTRT) – Honduras; Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos (CALDH) – Guatemala; Mujeres Transformando el Mundo (MTM) – Guatemala; Comisión Colombiana de Juristas (CCJ) – Colombia; Comisión de Derechos Humanos (COMISEDH) – Perú; Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, A.C. (CMDPDH) – México; Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras (COFADEH) – Honduras; Comité de Familiares de las Víctimas de los sucesos ocurridos entre el 27 de febrero y los primeros días de marzo de 1989 (COFAVIC) – Venezuela; Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (CODEHUPY) – Paraguay; Documenta, Análisis y Acción para la Justicia Social, A.C. (Documenta) – México; Fundación Comité de Solidaridad con Presos Políticos (FCSPP) – Colombia; Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (IDHUCA) – El Salvador; Observatorio Ciudadano – Chile; “ Xumek” Asociación para la promoción y protección de los Derechos Humanos – Argentina; Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) – Suiza

    Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos 
“Todos los Derechos para Todas y Todos” 
(conformada por 86 organizaciones en 23 estados de la República mexicana):

    Academia Hidalguense de Educación y Derechos Humanos A.C. (ACADERH) (Hidalgo); Agenda LGBT (Estado de México); Alianza Sierra Madre, A.C. (Chihuahua); Aluna Acompañamiento Psicosocial, A.C.(Ciudad de México); Asistencia Legal por los Derechos Humanos, A.C. (AsiLegal) (Ciudad de México); Asociación Jalisciense de Apoyo a los Grupos Indígenas, A.C. (AJAGI) (Guadalajara, Jal.); Asociación para la Defensa de los Derechos Ciudadanos “Miguel Hidalgo” (Jacala Hgo.); Bowerasa, A.C. “Haciendo Camino” (Chihuahua, Chih.); Casa del Migrante Saltillo (Saltillo, Coah.); Católicas por el Derecho a Decidir, A.C. (Ciudad de México); Centro de Capacitación y Defensa de los Derechos Humanos e Indígenas, Asociación Civil (CECADDHI) (Chihuahua); Centro “Fray Julián Garcés” Derechos Humanos y Desarrollo Local, A. C. (Tlaxcala, Tlax.); Centro de Apoyo al Trabajador, A.C. (CAT) (Ciudad de México); Centro de Derechos de la Mujeres de Chiapas (San Cristóbal de Las Casas, Chis.); Centro de Derechos Humanos “Don Sergio” (Jiutepec, Mor.); Centro de Derechos Humanos “Fray Bartolomé de Las Casas”, A. C. (San Cristóbal de Las Casas, Chis); Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de Vitoria O.P.”, A. C. (Ciudad de México); Centro de Derechos Humanos “Fray Matías de Córdova”, A.C. (Tapachula, Chis.); Centro de Derechos Humanos “Juan Gerardi”, A. C. (Torreón, Coah.); Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez”, A. C. (Ciudad de México); Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, A. C. (Tlapa, Gro.); Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (Chihuahua); Centro de Derechos Humanos de los Pueblos del Sur de Veracruz “Bety Cariño”, A.C. (Tatahuicapan de Juárez, Ver.); Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa, A.C (Tonalá, Chis.); Centro de Derechos Humanos Paso del Norte (Cd. Juárez, Chih.); Centro de Derechos Humanos Toaltepeyolo (Orizaba, Veracruz); Centro de Derechos Humanos Victoria Diez, A.C. (León, Gto.); Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero (CDHZL) (Estado de México); Centro de Derechos Indígenas “Flor y Canto”, A. C. (Oaxaca, Oax.); Centro de Derechos Indígenas A. C. (Bachajón, Chis.); “Centro de Estudios Sociales y Culturales Antonio de Montesinos, A.C.” (CAM) (Ciudad de México); Centro de Investigación y Capacitación Propuesta Cívica A. C. (Propuesta Cívica) (Ciudad de México); Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo, A. C. (CEPAD) (Guadalajara, Jal.); Centro de los Derechos del Migrante (Ciudad de México); Centro de Reflexión y Acción Laboral (CEREAL-Guadalajara) (Guadalajara, Jal.); Centro Diocesano para los Derechos Humanos “Fray Juan de Larios”, A.C. (Saltillo, Coah.); Centro Juvenil Generando Dignidad (Comalcalco, Tabasco); Centro Kalli Luz Marina (Orizaba, Ver.); Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) (Ciudad de México); Centro Mujeres (La Paz, BCS.); Centro Regional de Defensa de DDHH José María Morelos y Pavón, A.C. (Chilapa, Gro.); Centro Regional de Derechos Humanos “Bartolomé Carrasco”, A.C. (BARCA) (Oaxaca, Oax.); Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Suárez, S.J. (CUDJ)(Guadalajara, Jal.); Ciencia Social Alternativa, A.C. KOOKAY (Mérida, Yuc.); Ciudadanía Lagunera por los Derechos Humanos, A.C. (CILADHAC) (Torreón, Coah.); Colectivo contra la Tortura y la Impunidad (CCTI) (Ciudad de México); Colectivo Educación para la Paz y los Derechos Humanos, A.C. (CEPAZDH) (San Cristóbal de Las Casas, Chis.); Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste (Mexicali, Baja California); Comisión de Derechos Humanos y Laborales del Valle de Tehuacán, A.C. (Tehuacán, Pue.); Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos, A.C. (COSYDDHAC) (Chihuahua, Chih.);  Comisión Regional de Derechos Humanos “Mahatma Gandhi”, A. C. (Tuxtepec, Oax.); Comité Cerezo (Ciudad de México); Comité Cristiano de Solidaridad Monseñor Romero (Ciudad de México); Comité de Defensa de las Libertades Indígenas (Palenque, Chis.); Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha A.C. (CODIGODH) (Oaxaca, Oax.); Comité de Derechos Humanos “Fr. Pedro Lorenzo de la Nada”, A. C. (Ocosingo, Chis.); Comité de Derechos Humanos “Sierra Norte de Veracruz”, A. C. (Huayacocotla, Ver.); Comité de Derechos Humanos Ajusco (Ciudad de México); Comité de Derechos Humanos de Colima No Gubernamental A. C. (Colima, Col.); Comité de Derechos Humanos de Comalcalco, A. C. (CODEHUCO) (Comalcalco, Tab); Comité de Derechos Humanos de Tabasco, A. C. (CODEHUTAB) (Villahermosa, Tab); Comité de Derechos Humanos y Orientación Miguel Hidalgo, A. C. (Dolores Hidalgo, Gto.); Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos “Hasta Encontrarlos”(Ciudad de México); Comité Sergio Méndez Arceo Pro Derechos Humanos de Tulancingo, Hgo A.C. (Tulancingo, Hgo.); Consultoría Técnica Comunitaria AC (CONTEC) (Chihuahua); El Caracol, A.C (Ciudad de México); Estancia del Migrante González y Martínez, A.C. (Querétaro, Qro.); Frente Cívico Sinaloense. Secretaría de Derechos Humanos (Culiacán, Sin.); Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho (Ciudad de México); Indignación, A. C. Promoción y Defensa de los Derechos Humanos (Mérida, Yuc.); Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuria, S.J. Universidad Iberoamericana- Puebla (Puebla, Pue.); Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (Ciudad de México); Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario, A. C. (IMDEC) (Guadalajara, Jal.); Justicia, Derechos Humanos y Género, A.C. (Ciudad de México); La 72, Hogar-Refugio para Personas Migrantes (La 72) (Tenosique, Tabasco); Mujeres Indígenas por la Conservación, Investigación y Aprovechamiento de los Recursos Naturales, A. C. (CIARENA) (Oaxaca); Promoción de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PRODESCAC) (Estado de México); Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ProDESC) (Ciudad de México); Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER) (Ciudad de México); Red Solidaria de Derechos Humanos, A.C. (Morelia, Michoacán); Respuesta Alternativa, A. C. Servicio de Derechos Humanos y Desarrollo Comunitario (San Luis Potosí); Servicios de Inclusión Integral, A.C. (SEIINAC) (Pachuca, Hgo.); Tequio Jurídico A.C. (Oaxaca, Oax.); Uno de Siete Migrando A. C.(Chihuahua, Chih.); VIHas de Vida (Guadalajara, Jal.); Voces Mesoamericanas, Acción con Pueblos Migrantes AC (San Cristobal de las Casas, Chiapas).
    1 Informe trimestral 2020, Disponible en:file:///C:/Users/USER/Downloads/05-04-2020-DISCURSO-INFORME-DE-GOBIERNO%20(1).pdf
    2 Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas. Denuncias por Tortura no se investigan en Chiapas. 13 de mayo de 2019. Disponible en: https://frayba.org.mx/denuncias-por-tortura-no-se-investigan-en-chiapas/
    3 En el informe alternativo de las OSC 20122019 se indica que, en particular, un eje transversal es la impunidad. Por ejemplo, la Unidad (hoy Fiscalía) Especializada de Investigación del Delito de Tortura a nivel federal informó en febrero de 2018 que, de 8,335 investigaciones por tortura que había conocido, había ejercitado acción penal en solamente 1710. En cuanto a sentencias condenatorias por tortura, en septiembre de 2015, el Estado informó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que existían sólo 15 condenas federales desde 2006, abarcando únicamente 8 causas penales. En el Tercer EPU de México en noviembre de 2018, el Estado informó al Consejo de Derechos Humanos que de 2013 a 2018 se habían emitido 36 “sentencias.”

    Negar la existencia de la Tortura en México alienta la impunidad
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Abejas de Acteal: "Los gobiernos neoliberales aprovechan del Covid-19 para imponer leyes y megaproyectos como el tren maya"

April 23, 2020, 4:38 pm
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Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.
22 de abril de 2020.
Al Congreso Nacional Indígena
Al Concejo Indígena de Gobierno
A las y los defensores de los derechos humanos
A los medios libres y alternativos
A los medios de comunicación nacional e internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
Hermanas y hermanos:
Les saludamos desde Acteal, Casa de la Memoria y Esperanza a quienes nos están siguiendo nuestra transmisión en vivo y a todas y todos quienes no olvidan que aquí en Acteal se cometió un crimen de lesa humanidad, que hasta la fecha sigue impune.
 
 
El mes pasado en nuestro comunicado público, advertimos que teníamos que estar pendientes de posibles violaciones a nuestros derechos humanos y a no tener miedo en denunciarlas, durante la pandemia del COVID-19. Pese al exhorto oficial de "quedarse en casa", no evitó que en este mes sucedieran feminicidios, no evitó violaciones a los derechos humanos de los migrantes que atraviesan nuestro país; siguieron los desplazamientos forzados en el caso de Aldama, Chiapas, siguió preso injustamente el compañero tsotsil Cristóbal Sántiz de Aldama.
Lo que sí han hecho los gobiernos neoliberales junto con los poderosos tanto en México como en América Latina, es aprovecharse de la contingencia del Covid-19, por ejemplo han hecho leyes para disminuir las condenas a favor de los perpetradores de crímenes de lesa humanidad, como en Chile, Brasil, Colombia, Argentina y Guatemala, así lo denunció La Red de Sitios de Memoria Latinoamericanos y Caribeños (RESLAC)[1].
En el caso concreto de México, el gobierno morenista, también ha aprovechado la pandemia para avanzar en la contrucción de su "Tren Maya", a pesar de que centenares de organizaciones sociales y comunidades indígenas, exigen cancelarlo; ayer en la página web del colectivo Indignación con sede en Yucatán, 290 organizaciones, comunidades y colectivos exigieron el cese de actividades del mencionado proyecto, por riesgo sanitario[2].
Pero, no sólo el Tren Maya y demás proyectos extractivistas, exhiben la falta de voluntad política del gobierno de Obrador en escuchar el reclamo justo de los pueblos organizados, sino también el aumento terrible de la violencia hacia las mujeres que terminan en feminicidios, los presos políticos en cárceles de Chiapas, las desapariciones forzadas como el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y de miles de desaparecidos en todo México quienes siguen sin ser encontrados por sus familiares, la impunidad que prevalece en el caso de la Masacre de Acteal y, las nuevas amenazas en contra del Padre Marcelo, párroco de Simojovel y así sigue una larga lista de violencias y crímenes durante la presencia del Covid-19 en México.
Hermanas y hermanos, si nos damos cuenta, no sólo es el virus del Covid-19 que nos tiene preocupados o que nos tiene amenazada la vida, sino, es un conjunto de virus como lo señalamos el mes pasado y hoy lo volvemos a poner sobre la mesa de que en cualquier rato nos atacan y nos podemos morir sin la oportunidad de recibir una atención médica digna y adecuada, porque simplemente no existe ese derecho para los pobres, aquí en México la salud es negocio.
Está complicada la situación, pero, no quiere decir que nos vamos a dejar vencer o nos quedamos cruzado de brazos, sino, hay que buscar posibles soluciones al respecto.
Lo que les estamos compartiendo, es, que si hemos sobrevivido tantas enfermedades raras, es gracias a la resistencia de nuestros ancestros, desde la invasión española que trajo consigo enfermedades malignas, aunque miles hayan perdido la vida, también miles sobrevivieron gracias a su fuerza espiritual y decisión de vivir y luchar por su libertad.
Ahora, para sobrevivir al Covid-19 como al sistema capitalista neoliberal, y poder aplicar la resistencia y fuerza espiritual como lo hicieron nuestros ancestros, es organizarnos, cuidarnos entre todas y todos, sembrar nuestros propios alimentos, usar cada vez más las medicinas naturales como las plantas y las hierbas, cuidar la madre tierra sembrando árboles; dejar de usar los agroquímicos, porque no tiene caso cuidarnos del Covid-19 si usamos esos productos que envenenan a la madre tierra y a nuestra salud.
También pensamos, que es en vano preocuparnos y cuidarnos de la pandemia del Covid-19, si nos seguimos peleando entre hermanos, como pasó en el año de 1997 aquí en Chenalhó o por ejemplo el caso actual del conflicto entre Aldama y Santa Martha, Chenalhó, que ha causado desplazamiento forzado, muertes y encarcelamiento injusto; de nada sirve que nos cuidemos de la enfermedad maligna si hay personas que siguen dejándose manipular por los caciques y políticos que sólo piensan en sus propios intereses y ganancias monetarias a costa de vidas inocentes.
Nosotras y nosotros tsotsiles y tseltales de Las Abejas de Acteal, pensamos y queremos proponer que esta situación de salud a la que estamos atravesando, sea un mensaje que nos haga platicar y pensar con el corazón y, nos lleve a realizar acciones nuevas y sanas tanto para nosotras y nosotros los humanos como para la madre tierra; porque el modo de vida que nos ha impuesto el sistema capitalista neoliberal y el colonialismo, no sirve, es basura.
Hermanas y hermanos, no tenemos más pensamientos que compartirles, pero sabemos que en cada persona, en cada familia, en cada comunidad, en cada pueblo, en cada nación y en el mundo existen muchas sabidurías y propuestas de proyectos autonómicos para la vida, para así detener cualquier virus y crear un mundo nuevo de verdad, transformándonos nosotras y nosotros mismos.
Sigan cuidándose y luchando desde donde viven y existen, nosotras y nosotros desde Acteal, Casa de la Memoria y Esperanza y en nuestras casas y milpas.
Atentamente.
La Voz de la Organización de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal.
Por la Mesa Directiva:
Simón Pedro Pérez López
Hilario Jiménez Pérez
Francisco López Sántiz
[1] http://sitiosdememoria.org/es/la-pandemia-en-america-latina-y-el-caribe/
[2] http://indignacion.org.mx/290-organizaciones-colectivos-comunidades-y-personas-exigen-el-cese-de-las-actividades-del-proyecto-del-tren-maya-por-riesgo-sanitario-solicitan-garantias-de-participacion-equitativas-para-las-com/?fbclid=IwAR1EVqca4_cuA6fTW8c6dLmd4f2UTLSXm8lSRBtEHEAxOILiMZBkQjpDL9A
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J.Baschet: Qu'est ce qu'il nous arrive": "Dans quelle mesure peut-on lier l'actuelle pandémie à la dynamique du capitalisme?"

April 24, 2020, 6:09 am
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Il n’est sans doute pas faux de dire que le Covid-19 est une maladie du Capitalocène et qu’il nous fait entrer de plain-pied dans le XXIe siècle. Pour la première fois sans doute, il nous fait éprouver de façon tangible la véritable ampleur des catastrophes globales des temps à venir [1].

[Toutes les photos de cet article sont extraites de Fenêtres sur tour - confinement 2020 - Tentatives d’épuisement d’une vue parisienne, projet du photographe Martin Argyroglo que vous pouvez retrouver sur son site ] publié sur lundi.am

Mais encore faut-il tenter de comprendre plus précisément ce qu’il nous arrive, en ce qui concerne tant l’épidémie provoquée par le SARS-CoV-2 que les politiques sanitaires adoptées pour l’endiguer, au prix d’une stupéfiante paralysie de l’économie ; car on ne peut, sans ces préalables, espérer identifier les opportunités qui pourraient s’ouvrir dans ces circonstances largement inédites. La démarche n’a cependant rien d’assurée. Pris dans le tourbillon d’informations chaque jour plus surprenantes ou déconcertantes que suscite l’événement, on titube. On n’en croit parfois ni ses yeux ni ses oreilles, ni nul autre de ses sens. Mieux vaut admettre que bien des certitudes vacillent. Bien des hypothèses aussi. Mais il faut bien commencer à tenter quelque chose, provisoirement et partiellement, en attendant que des élaborations collectives mieux assurées ne prennent le relais.


Maladie du Capitalocène et capitalisme comme maladie

Dans quelle mesure peut-on lier l’actuelle pandémie à la dynamique du capitalisme ? La question est et sera au cœur des luttes politiques ouvertes par la crise du coronavirus. On comprend aisément que les forces systémiques feront tout pour naturaliser la pandémie et en imposer une compréhension profondément a-historique. C’est l’exercice auquel s’est livré, en se parant paradoxalement de l’autorité de l’historien, l’auteur du best-seller mondial Sapiens, Yuval Noah Harari [2].On peut voir dans sa tribune la quintessence de l’idéologie qui sied aux élites du monde de l’Économie et qu’elles s’efforcent de diffuser dans le contexte de la crise actuelle. Pour Y. Harari, l’existence de pandémies anciennes suffit à montrer qu’on incrimine à tort la globalisation, en voulant la rendre responsable de l’épidémie de Covid-19. Par conséquent, il serait tout à fait erroné, une fois le pic sanitaire passé, de prendre des mesures qui iraient à l’encontre des dynamiques globalisatrices ; au contraire, il faut se réjouir des avancées triomphales de la science, qui renforce en permanence les barrières entre le monde des hommes et celui des virus, et il faut faire confiance aux spécialistes de la santé et aux autorités politiques pour protéger efficacement les populations et assurer, dans la coopération et la confiance mutuelle, la bonne marche de l’ordre mondial. On est frappé notamment, dans ce stupéfiant morceau de bravoure idéologique, par le lien établi entre naturalisation de l’épidémie et légitimation du monde de l’Économie. C’est dire combien une contre-lecture, proprement historique, apparaît nécessaire.
Il va de soi que les pandémies n’ont pas attendu le capitalisme pour exister et faire des ravages parfois bien pires que ceux du Covid-19. Mais il faut beaucoup d’ignorance ou de mauvaise foi pour en conclure, sur la base de cette évidence, qu’elles constituent de simple phénomènes « naturels », auxquels l’humanité aurait été confrontée de tout temps de la même manière et pour les mêmes raisons. Les pandémies sont des phénomènes qui transgressent la dissociation moderne entre nature et société, et qui dépendent en grande partie des interactions entre milieux naturels et modes d’organisation des collectifs humains. Ainsi, l’essor des principales maladies infectieuses dont a souffert l’espèce humaine est étroitement lié à l’une des plus grandes mutations de l’histoire : le passage à des sociétés agraires et en partie sédentaires [3]. Ce que l’on peut continuer à appeler – malgré la lenteur non linéaire du processus et eu égard à la profondeur du bouleversement – la « révolution néolithique » a créé les conditions d’une promiscuité tout à fait nouvelle entre humains, animaux domestiques et commensaux attirés par les stocks de denrées (rongeurs, etc.). C’est ce qui a favorisé la transmission à l’homme d’agents pathogènes jusque-là propres à diverses espèces animales, provoquant ainsi l’émergence des grandes maladies infectieuses qui ont depuis affecté l’humanité : choléra, variole, oreillons, rougeole, grippe, varicelle, etc. C’est donc un basculement majeur de l’histoire humaine – le passage des sociétés de chasseurs-cueilleurs aux sociétés agraires (même s’il convient d’éviter une analyse trop simple et évolutionniste de cette dualité) – qui est la cause directe d’un essor massif des maladies infectieuses, à caractère endémique ou épidémique. Et il n’est pas interdit d’établir un parallèle entre ce moment, propre au basculement néolithique, et celui que nous vivons aujourd’hui, en lien avec l’accumulation exponentielle des effets mortifères du capitalisme-devenu-Monde.

Certes, entre ces deux moments-clés, d’autres pandémies se sont développées, sans qu’il paraisse possible de les relier aussi nettement à des modifications qualitatives du rapport entre organisation sociale et milieux naturels. Ainsi en va-t-il de la peste bubonique (Yersinia pestis)quisévit dans l’ensemble méditerranéen et eurasiatique depuis les VIe-VIIIe siècle jusqu’au XVIIIe siècle, avec son épisode le plus dramatique, la Peste noire qui, à partir de 1348, décime entre un quart et la moitié de la population, selon les villes et les régions européennes. On a montré récemment que la diffusion de la Peste noire, transmise à l’homme par la puce du rat, pouvait être liée à un changement climatique – évidemment non anthropique [4]. C’est la fin du maximum climatique médiéval (XIe-XIIIe siècles) qui, en provoquant des perturbations de l’équilibre antérieur et notamment un accroissement d’humidité, aurait entraîné une multiplication des rongeurs et un surcroît d’activité de leurs parasites, conduisant à un saut d’espèce vers l’homme. Celui-ci se serait produit dans la région du plateau de Qinghai, près du Tibet, probablement dans les années 1270. Puis, les caravanes de marchands ont emporté l’agent pathogène vers les régions du Kirghistan, où il est attesté en 1338. Il a ensuite gagné les abords de la Mer noire, en 1346, d’où les navires commerçant entre les parties orientales et occidentales de la Méditerranée l’ont apporté à Messine et Gênes. De là, il s’est répandu très rapidement dans toute l’Europe. Au-delà des similitudes superficielles avec le Covid-19 (l’origine chinoise du foyer initial de la zoonose et sa transmission vers l’Europe en suivant les routes des échanges), on doit surtout souligner d’importantes différences, à commencer par la très grande lenteur de la diffusion de l’épidémie (70 ans pour franchir les 2000 kilomètres séparant le Qinghai et le Kirghistan et 80 ans au total pour rejoindre la Chine et l’Europe, là où le SARS-CoV-2 n’a eu besoin que de quelques semaines). Cela donne une idée de la différence d’échelle entre la globalisation actuelle et ce que l’on qualifie parfois, et sans assez de précautions, de premières mondialisations (à partir du XIIIe siècle, puis plus nettement du XVIe siècle). Par ailleurs, l’épidémie de peste du XIVe siècle est restée limitée à l’Europe, au Moyen-Orient et au pourtour méditerranéen, ce qui n’est en rien comparable à la pandémie véritablement planétaire du Covid-19. Notons cependant que, même si le changement climatique qui semble être à l’origine de l’expansion de Yersinia pestis ne doit rien à l’action humaine, il n’en est pas moins significatif de constater que c’est une modification des équilibres du vivant qui a favorisé le saut d’espèce de l’agent pathogène.

Un autre moment majeur d’expansion épidémique est associé à la conquête européenne du continent américain. On le sait : celui-ci étant resté isolé du bloc afro-eurasiatique depuis la fin des grandes glaciations, les populations amérindiennes n’ont pas eu la même histoire infectieuse que les autres groupes humains et se sont retrouvées dépourvues de défenses immunitaires face aux pathogènes apportés par les européens, notamment le virus de la variole (tandis qu’en retour ces derniers contractaient une maladie jusque-là inconnue d’eux, la syphilis). Ce choc microbien a contribué à une mortalité dramatique, qui a décimé environ 90% de la population amérindienne des régions colonisées (pour la seule région méso-américaine, soit la moitié sud du Mexique et une partie de l’Amérique centrale, les historiens estiment que la population indienne est passée en moins d’un siècle de vingt à un million d’habitants). Ce moment d’accélération dans la diffusion planétaire des pandémies est clairement associé à un phénomène historique majeur, qui a largement façonné le devenir du monde au cours des cinq derniers siècles : la colonisation européenne qui, de proche en proche et sauf rares exceptions, a étendu à l’ensemble de la planète la domination occidentale. D’autres épisodes importants dans la diffusion des grandes épidémies vers l’Afrique peuvent être associés à ce même contexte colonial.
Enfin, on doit signaler la récurrence des épidémies de grippe, dont la plus meurtrière a été la grippe dite « espagnole » en 1918-1920 : ayant son origine probable aux États-Unis, sans doute dans le Kansas, elle fut apportée en Europe par les troupes nord-américaines, et de là, principalement par bateau, vers les régions colonisées ou dominées par les européens, en Afrique, en Asie et en Océanie. Outre les États-Unis et l’Europe occidentale, l’Inde et la Chine ont payé le plus lourd tribut à cette épidémie, cette fois proprement mondiale (à l’image de la première des guerres mondiales et d’une domination européenne qui l’était devenue aussi). On estime qu’elle pourrait avoir coûté la vie à 50 millions de personnes. D’autres épidémies de grippe ont frappé dans la seconde moitié du XXe siècle, marquant la récurrence d’un virus connu depuis longtemps mais mutant fréquemment en formes plus sévères. C’est le cas de la grippe asiatique, en 1956-1957, qui tue entre 1 et 4 millions de personnes dans le monde, puis de la grippe de Hong Kong, en 1968-1970, qui fait 1 million de victimes, dont 32 000 en France. Il est à noter que ces deux épidémies, très proches de nous dans le temps, n’ont pas donné lieu à des mesures sévères de contention et n’ont pas fait l’objet d’une grande attention dans les médias [5].

Puis, survient une nouvelle rupture. A partir des années 1980 et plus encore depuis le début du XXIe siècle, on constate un emballement du rythme des nouvelles zoonoses : VIH, grippe aviaire H5N1, qui refait surface périodiquement depuis 1997 et notamment en 2006, SARS en 2003, grippe porcine en 2009, MERS en 2012, Ebola en 2014, jusqu’au Covid-19 (la liste n’est pas exhaustive). Cette fois, les causalités anthropiques jouent un rôle décisif. Un premier facteur tient à l’essor, amorcé dans les années 1960, de l’élevage industriel, en particulier en ce qui concerne le porc et le poulet, les deux chairs les plus consommées à l’échelle mondiale (au point que les os de poulets sont, avec le plastique et les radiations nucléaires, l’un des trois marqueurs géologiques les plus sûrs de l’Anthropocène). Ses formes concentrationnaires abjectes, inserrées dans des logiques d’économies d’échelle et d’intégration aux marchés globaux, de monoculture, de recours massif aux intrants chimiques, d’artificialisation et d’endettement, ont aussi des conséquences sanitaires désastreuses et favorisent les sauts d’espèce des infections virales [6]. Le second facteur, c’est l’expansion de l’urbanisation et notamment l’essor des grandes métropoles. Combinée à d’autres causes de déforestation et d’artificialisation des milieux naturels, elle conduit les chasseurs en quête d’animaux sauvages à s’aventurer dans des zones jusque-là largement préservées de l’intervention humaine ; mais surtout, en réduisant les habitats des animaux sauvages, elle les contraint à se rapprocher des zones occupées par les humains. Il en résulte une multiplication des sauts d’espèce. C’est le cas du VIH, virus provenant de singes se déplaçant en raison de la déforestation, et c’est aussi le cas d’Ebola, virus provenant de chauves-souris chassées des forêts d’Afrique occidentale et centrale. Ce sont donc bien des transformations induites par l’expansion démesurée de l’économie mondiale, avec ses logiques de marchandisation et son absence manifeste d’attention aux équilibres du vivant, qui favorisent la multiplication actuelle des zoonoses.

Qu’en est-il dans le cas du SARS-CoV-2 ? Il est trop tôt pour le dire, car on ne dispose d’aucune certitude en ce qui concerne la chaîne initiale de transmission du virus. La thèse généralement admise met en cause le marché de Wuhan, le rôle de la chauve-souris (d’autant plus vraisemblable que cette espèce est un formidable réservoir viral) et peut-être d’autres animaux sauvages qui y étaient vendus. Mais ces données ne sont peut-être pas aussi assurées qu’il y paraît [7]. Le marché de Wuhan pourrait avoir été le lieu à partir duquel l’épidémie s’est propagé, mais pas forcément son premier point d’apparition. Au vu des enjeux politiques et géopolitiques de la question, et compte tenu du verrouillage de l’information par les autorités chinoises, il se pourrait qu’on ne dispose jamais de données fiables à ce sujet [8]. On peut simplement suggérer que, dans ce cas, il n’y a pas nécessairement de lien entre la diffusion du SARS-CoV-2 et l’essor de l’élevage industriel (sauf si le virus est passé par l’intermédiaire des immenses fermes porcines que compte le Hubei [9]). Il n’est pas sûr non plus qu’un lien avec l’expansion urbaine puisse être établi (encore que Wuhan est une métropole de 12 millions d’habitants). En revanche, un troisième facteur est ici décisif : c’est l’intensification des flux mondiaux associés à la production des biens et à la circulation des personnes. A l’évidence, le coronavirus ne se serait pas diffusé comme il l’a fait si Wuhan n’était devenue l’une des capitales mondiales de l’industrie automobile. La causalité est en fait double : elle tient à l’essor de la Chine, devenue deuxième puissance économique mondiale (16% du PIB mondial, contre seulement 4% en 2003), mais aussi à l’expansion démesurée du trafic aérien (le nombre de passagers a doublé en quinze ans). De fait, la diffusion du coronavirus correspond très exactement à la carte de densité du trafic aérien mondial : il s’est répandu en quelques semaines de la Chine et des principales puissances voisines vers l’Europe et l’Amérique du Nord, tandis que l’Amérique latine venait un peu plus tard et que l’Afrique restait longtemps en retrait. Ce sont bien les zones les plus interconnectées et les plus « centrales » du capitalisme globalisé qui ont été d’abord touchées. On n’avait jamais vu une épidémie qui se répande aussi amplement et aussi rapidement à l’échelle du globe (même la grippe de Hong Kong avait mis presque un an pour arriver de Chine en Europe).

Dans ce contexte d’explosion des zoonoses, le scénario d’une pandémie dramatique à l’échelle planétaire était depuis longtemps redouté et étudié [10]. La Chine et ses voisins s’y préparaient activement depuis 2003. Les États-Unis s’étaient dotés (du moins jusqu’à ce que D. Trump y mette fin en 2019) du Programme Predict pour surveiller les virus animaux susceptibles d’être affectés par l’extension des activités humaines et, par là, d’opérer un saut d’espèce. Et, quelques mois avant l’émergence du SARS-CoV-2, en octobre 2019, l’Université Johns Hopkins de Baltimore co-organisait avec la Fondation Gates et le Forum Économique Mondial un symposium dénommé Event 201 Scenario, dont l’objet était de simuler une pandémie mondiale provoquée par un coronavirus, afin d’en tirer des recommandations à l’intention des gouvernements de la planète [11]. Dans le scenario retenu, le virus, issu de la chauve-souris et passé à l’homme dans des fermes porcines du Brésil, provoquait en un an et demi 65 millions de morts. Le SARS-CoV-2 est assurément venu tenir une partition qui était en quelque sort écrite par avance (ce qui a alimenté les lectures complotistes qui ont parfois été faites de la rencontre d’octobre 2019). On doit toutefois relever que son taux de mortalité modéré, de l’ordre de 1%, a permis d’entretenir, pendant plusieurs semaines, des doutes sur la gravité de l’épidémie, alimentées par exemple par des comparaisons malheureuses avec la grippe saisonnière, volontiers brandies par les tenants du business as usual. Aujourd’hui, la gravité des formes sévères de la maladie et l’engorgement des services d’urgence qu’elle provoque ont imposé une tout autre évaluation. Et la trajectoire actuelle de la pandémie laisse présager de l’ordre de grandeur de la mortalité qu’elle aura provoqué d’ici quelques mois (de l’ordre de 500 000 ou un million de morts, voire plus en fonction de l’ampleur que la pandémie pourrait prendre dans les pays les plus vulnérables, et notamment en Afrique). Quant à la mortalité atteinte en l’absence de toute mesure sérieuse de contention, on peut estimer, sur la base des projections réalisées pour la Grande-Bretagne et les États-Unis [12], qu’elle aurait pu avoisiner 40 millions de morts à l’échelle mondiale.

Reste que si la comparaison du Covid-19 avec la mortalité de la grippe saisonnière est peu pertinente, la mise en relation avec d’autres causes de mortalité n’est pas injustifiée. Ainsi, des voix ancrées au Sud ont volontiers fait remarquer qu’une maladie comme le paludisme touche 200 millions de personnes et fait environ 400 000 victimes chaque année, sans provoquer beaucoup d’émois. Par ailleurs, on peut faire valoir qu’il existe bien d’autres causes de mortalité provoquées par le productivisme capitaliste, qui sont loin de susciter une mobilisation aussi générale que l’actuelle pandémie. On pense à l’effondrement de la biodiversité (combien d’espèces disparues ou décimées ?) ou encore à l’holocauste d’un milliard d’animaux dans les méga-incendies australiens, en 2019. Et même en s’en tenant à la mortalité humaine, la liste est longue et douloureuse : multiplication des cancers liés à l’usage des pesticides ou d’autres substances toxiques ; troubles causés par les perturbateurs endocriniens ; le syndrome métabolique (surpoids, diabète et hypertension) associé à l’alimentation industrialisée et au mode de vie moderne, et affectant désormais un tiers de l’humanité (c’est d’ailleurs la principale co-morbidité intervenant dans le décès d’un nombre considérable de malades atteints du Covid-19) ; résistance bactérienne liée à la surconsommation d’antibiotiques (dont on estime qu’elle provoque 30 000 morts chaque année en Europe) ; ou encore les morts prématurées associées à la pollution atmosphérique (9 millions par an, pour les seules particules fines), etc. Concernant ce dernier point, on a fait remarquer à juste titre que la crise du coronavirus avait aussi des effets positifs, dont le plus visible est la diminution de la pollution industrielle et urbaine [13]. On a pu estimer que, dans les premiers mois de 2020, elle avait permis d’éviter pas moins de 53 000 décès en Chine [14], ce qui compense largement la mortalité attribuée au Covid-19 (du moins selon les chiffres officiels, très probablement sous-estimées). Certes, les deux types de données ne sont pas directement comparables : les particules fines ne sont pas la cause unique et directement constatable des décès et la surmortalité qu’on leur attribue relève d’un calcul statistique, ce qui est bien différent des malades du Covid-19, qui saturent dramatiquement les services d’urgence. Reste qu’il est légitime de faire apparaître qu’en contraste avec le caractère brutal et spectaculaire de la pandémie provoquée par le SARS-CoV-2, d’autres causes de mortalité ne reçoivent pas toute l’attention qu’elles exigent, parce qu’elles sont plus continues et moins visibles.

 Ainsi, il faut aussi insister tout particulièrement sur la résistance bactérienne, qui ne fera que s’accentuer au fil des prochaines décennies. Il ne manque pas de raisons pour considérer qu’il s’agit là de l’une des sources potentielles de mortalité les plus dramatiques du prochain siècle. A côté des virus, il ne faut pas oublier les bactéries parmi les acteurs non humains de premier plan des temps à venir.
* * *
Au total, on peut reconnaître que les infections virales sont des phénomènes « naturels » au sens où les virus ont leurs propres comportements et inclinaisons ; mais le devenir de certains d’entre eux est largement orienté par les transformations des milieux qu’induisent les activités humaines. Deux moments de l’histoire humaine sont marqués par une multiplication significative des sauts d’espèce et par l’expansion des pandémies qui en résulte – d’abord avec l’essor des sociétés fondées sur les activités agricoles, au début du néolithique, puis avec la généralisation et l’intensification du productivisme capitaliste et la brutale désorganisation du vivant qui en découle. Si l’histoire des épidémies invite à rapprocher ces deux moments de rupture historique, il est clair que le second, partie prenante de l’Anthropocène-Capitalocène, se caractérise par une intervention humaine dont l’échelle perturbatrice est incomparablement supérieure.

Trois caractères associés peuvent être considérés comme inédits et directement liés aux conditions systémiques du Capitalocène : le rythme accéléré d’apparition de nouvelles zoonoses (presque une tous les deux ans, désormais), ce qui veut dire que les barrières d’espèces sont de plus en plus ténues ; le fait qu’un bon nombre de ces zoonoses impliquent des espèces sauvages, ce qui était rarement le cas dans le passé (et ce qui signale les effets d’une destruction sans limite des milieux naturels autrefois préservés) ; enfin, la diffusion généralisée et extrêmement rapide de la pandémie, ce qui fait du Covid-19 la première pandémie véritablement globale du monde globalisé. Cela conduit aussi à affirmer que, quelle que soit la mortalité plus ou moins élevée qu’il aura in fine provoqué, le Covid-19 ne sera pas la dernière des grandes pandémies du XXIe siècle, ni sans doute la plus ravageuse.

Le Covid-19 est une maladie grave et il serait déplacé d’en minimiser le caractère mortifère. Mais il est cependant légitime de considérer que cette mortalité n’est qu’un aspect d’une puissance de destruction plus ample encore : celle d’un capitalisme pathogène, à la fois écocide et humanicide.

Aucune civilisation n’avait jusque-là produit autant de facteurs de multiplication et de généralisation de maladies graves, en même temps que de destruction des milieux vivants. Moyennant ces précisions, on peut bien affirmer que le SARS-CoV-2 est, avec de nombreuses autres causes de mortalité et de destruction, une maladie du Capitalocène. Et si l’on peut dire que le XXIe siècle commence en 2020, c’est parce que le Covid-19 nous fait éprouver, pour la première fois à une échelle aussi globale et avec une brutalité aussi soudaine, ce que seront les catastrophes propres à une époque marquée par la venue à échéance des lourdes factures du Capitalocène. Enfin, dire que le SARS-CoV-2 est une maladie du Capitalocène, c’est aussi, sans minimiser sa dangerosité spécifique, pointer un agent pathogène bien plus meurtrier encore et dont il dépend des humains que nous sommes de débarrasser la planète : le capitalisme lui-même.

Pandémie, stratégies étatiques et impératifs économiques

Plutôt que de décrire à nouveau en détail l’enchaînement de la crise sanitaire et de la crise financière et économique, on se concentrera sur les mesures prises par les différents États et les analyses qu’on peut en proposer. Le confinement généralisé qui s’est imposé à l’échelle planétaire et qui bouleverse massivement nos existences sera donc au centre de l’attention. Les contributions à ce sujet abondent et, sans y revenir en détail, il faut du moins insister sur le caractère hautement inégalitaire du confinement. L’épidémie joue comme révélateur et comme accentuation des inégalités déjà existantes ; et l’inégalité est double, face à la maladie et face aux conditions de confinement. Bien des dualités ont été amplement décrites et dénoncées [15] : entre les catégories professionnelles plus privilégiées qu’on voue au télé-travail et celles et ceux qui, au contraire, sont contraints de travailler dans les lieux habituels, dans des conditions d’insuffisante protection et pour des salaires qui sont souvent les plus bas ; entre les confinés partis au vert dans leurs résidences secondaires et les confinés minéralisés des villes ; entre les confinés disposant d’appartements confortables et de moyens importants et les millions de mal logés, souffrant d’une promiscuité plus difficile à vivre encore que d’ordinaire et peu propice aux mesures de prévention, sans parler de la situation des sans-logis, des prisonniers, des personnes mises en centre de rétention ou des femmes et enfants confrontés à la violence domestique. Les inégalités raciales recoupent et renforcent bien souvent les clivages sociaux, comme l’indique par exemple la flagrante surreprésentation des afro-descendants parmi les victimes du Covid-19 aux États-Unis (70% des décès dans de nombreux états où ils ne représentent qu’un tiers de la population). La surexposition des femmes à la maladie a aussi été soulignée, même si les formes graves et la mortalité touchent, au final, davantage les hommes (avec des ratios par sexe très variables selon les pays). Les inégalités sont plus fortes encore à l’échelle internationale : de nombreux pays du Sud ont des systèmes de santé fragiles, sinon totalement déficients ; les quartiers insalubres y pullulent ; l’importance du secteur informel et la faiblesse des aides publiques laissent une partie considérable de la population sans aucune ressources dès lors que le confinement se généralise. Il est à craindre qu’une ample diffusion de la maladie dans ces pays, notamment en Afrique, tourne à l’hécatombe bien plus encore qu’ailleurs.


Il faut relever que, dans ces régions, le Covid-19 est souvent perçu comme une « maladie de riches ».

C’est ainsi que l’a qualifié Miguel Barbosa, gouverneur de l’état de Puebla, au Mexique (ajoutant, dans une veine proche du messianisme lopezobradoriste, « à nous les pauvres, la maladie ne nous fera rien, car nous sommes immunisés » [16]). De façon plus justifiée, de nombreuses voix du Sud ont pu critiquer une surmédiatisation du coronavirus, en lien avec sa diffusion initiale au Nord et par différence avec les maladies plus habituelles au Sud, qui n’intéressent personne. En Afrique, le Covid-19 est aussi apparu comme une maladie des élites, car ce sont bel et bien les membres de celles-ci, habitués aux voyages en avion et intégrés à la jet set transnationalisée, qui ont été les premiers touchés (dans certains pays, on ne compte plus le nombre de ministres, hauts fonctionnaires et généraux atteints [17]). Cela contraste fortement avec Ebola, une maladie venant des zones rurales des pays concernés, et touchant d’abord les plus pauvres. On doit donc souligner une contrepartie au constat, par ailleurs irréfutable, d’une accentuation des inégalités sociales face au Covid-19, car il faut aussi relever que cette pandémie frappe d’abord à la tête. En cela, elle est bien une maladie de la globalisation : elle a d’abord atteint les régions les plus intégrées à la globalisation et a d’emblée affecté fortement les élites dirigeantes. Le cas de Boris Johnson est emblématique, mais il faut rappeler que bien d’autres chefs d’État ou de gouvernement, à commencer par Angela Merkel et Donald Trump, ont été en contact avec des porteurs du virus et auraient fort bien pu contracter la maladie ; enfin, le nombre de ministres atteints, en France comme dans d’autres pays, est loin d’être anecdotique. C’est un trait qu’il faut prendre en compte, même si, à mesure que la pandémie se généralise, sa diffusion et ses effets se font de plus en plus conformes aux hiérarchies sociales en vigueur (ainsi, l’un des premiers décès provoqués par le Covid-19 au Brésil est celui d’une employée domestique obligée de continuer à travailler auprès de sa patronne, revenue contaminée d’un voyage touristique en Italie [18]).

Venons-en à l’analyse des mesures prises par les gouvernements des différents États, face à la progression de la pandémie. Faut-il y voir un pas supplémentaire dans la mise en œuvre de l’état d’exception, une apothéose du contrôle biopolitique des populations, la simple perpétuation des liturgies de la religion économique, ou tout cela ensemble [19] ? Il pourrait être utile de commencer par une description plus précise et une sommaire cartographie des réactions étatiques. Disons d’abord que les stratégies sanitaires face à une épidémie virale à développement rapide, pour laquelle il n’existe ni traitement assuré ni vaccin, sont essentiellement au nombre de trois (avec, bien sûr, de multiples variantes) : laisser l’épidémie se propager en attendant que prévale l’immunité de groupe, comme cela avait été fait face à la grippe de Hong Kong, en 1968-1970 ; opter pour un endiguement strict (avec confinement général et arrêt de la plupart des occasions de rassemblement et des activités économiques), afin de bloquer le plus rapidement possible la vague épidémique et la faire passer sous la ligne des capacités du système hospitalier, ce qui laisse cependant entier le problème des possibles seconde et troisième vagues ; l’atténuation qui consiste à prendre des mesures plus souples centrées sur la prévention sanitaire, la restriction partielle des activités et l’isolement des malades afin d’atténuer la première vague, avec cependant une circulation plus large du virus, mieux apte à préparer les vagues suivantes [20]. Plus concrètement, les politiques adoptées se laissent répartir entre trois pôles principaux :

a) Le confinement hyper-autoritaire a sans aucun doute la Chine comme paradigme. On sait la brutalité du confinement imposé du jour au lendemain, à partir du 22 janvier, à Wuhan et à la région du Hubei (60 millions d’habitants), puis à d’autres villes et régions, avec un effet paralysant massif sur le fonctionnement de l’usine du monde. Les modalités du confinement ont été des plus strictes, excluant quasiment tout motif de sortie, y compris pour faire ses courses, des brigades du Parti étant chargées d’apporter à chaque famille l’approvisionnement nécessaire. La rigueur du contrôle et de la répression a été sans commune mesure avec ce que l’on peut connaître en Europe, toute personne diffusant des messages mettant en doute la bonne gestion gouvernementale (par exemple, des vidéos montrant une situation désastreuse dans les hôpitaux) étant immédiatement arrêtée et risquant de disparaître. Aujourd’hui, au moment où, après deux mois et demi d’enfermement, les habitants de Wuhan commencent à sortir de chez eux, la Chine déploie toutes les ressources de sa propagande pour apparaître, aux yeux de sa population et du monde entier, comme un modèle d’efficacité face à l’épidémie. Pourtant, au-delà des polémiques sur le nombre de morts (on parle de 40 000 ou 80 000, au lieu des 3 000 reconnus officiellement), elle aura du mal à faire oublier les ratés de sa gestion initiale de la maladie. On connaît le cas du docteur Li, lanceur d’alerte du nouveau coronavirus, mis en prison par les autorités du Hubei et devenu un héros populaire après sa mort. Mais l’échec est bien plus profond. Après l’épisode du SARS de 2003, la Chine avait mis en place un imposant dispositif de détection précoce des risques infectieux : le Centre chinois de contrôle et de prévention des maladies, employant 2 000 personnes, avait pour mission de repérer le plus tôt possible toute maladie émergente, afin d’en bloquer la propagation. Mais les autorités du Hubei ont empêché tous les signaux d’alerte de remonter vers Pekin [21] et, alors même que, dès la mi-décembre, la multiplication des cas devenait rapide, le directeur du centre national n’en a eu connaissance, de manière indirecte, que le 30 décembre. Et la tendance à minimiser l’épidémie a encore prévalu jusqu’au 22 janvier, jour de l’annonce du confinement du Hubei. Ainsi, quatre jours plus tôt, un immense banquet de 40 000 personnes, organisé pour le nouvel an lunaire et tout à la gloire de Xi Jinping, avait été maintenu à Wuhan [22]. On estime aussi que plusieurs millions de personnes ont quitté la région entre l’annonce du confinement et sa mise en place effective, avec les conséquences que l’on imagine pour l’expansion de l’épidémie. Ainsi, le fonctionnement déficient des rouages locaux de l’État chinois [23] et la corruption généralisée qui l’affecte, tout autant que la volonté de maintenir à tout prix la vie du Parti, ont causé une diffusion de l’épidémie qui aurait pu être réduite de 95% si trois précieuses semaines n’avaient pas été perdues. Au moment de juger de l’efficacité de la gestion autoritaire de la crise par la Chine, il ne faut donc pas oublier ce désastre initial qui a rendu inopérant un système de détection qui aurait dû éviter le déclenchement d’une vaste épidémie. On peut même se demander si la vigueur, voire la brutalité de la réponse de l’État n’est pas directement proportionnelle aux erreurs qu’il lui faut tenter de cacher ou de minimiser. Au demeurant, cette hypothèse pourrait peut-être s’appliquer aussi à d’autres pays.

b) Les dragons asiatiques, en particulier Hong Kong et la Corée du Sud, semblent être parvenus à mettre en œuvre des mesures de contention précoce et d’atténuation, qui ont permis, du moins dans un premier temps, de contrôler l’épidémie sans bloquer radicalement l’économie. Mais il existe un ensemble de conditions bien particulières qui rendaient cette réponse possible : des caractéristiques géographiques spécifiques, avec des territoires de faible extension et en situation d’insularité ou de quasi-insularité ; une préparation rigoureuse, notamment du fait de l’expérience du SARS de 2003, ce qui a permis d’agir à un stade très précoce de l’épidémie ; des moyens matériels importants permettant notamment le port généralisé du masque, une très grande capacité de test ou encore une pratique massive de la désinfection urbaine (à Séoul, les métros sont entièrement désinfectés après chaque voyage) ; un système de santé performant (7 lits de soins intensifs pour 1 000 personnes, soit un peu plus qu’en Allemagne et plus du double de la France) ; mais aussi l’emploi immédiat de techniques de contrôle de la population (traçage des malades et de leurs contacts par application numérique) [24]. Ainsi, alliant puissance économique et efficience étatique, la Corée du Sud est citée en exemple pour avoir réussi à « aplatir » la courbe de l’épidémie sans trop affecter la machine productive.
c) Les hyperlibéraux darwinistes et les populistes illuminés ont longtemps refusé de sacrifier l’économie aux exigences sanitaires. Boris Johnson s’est fait le défenseur de l’attitude autrefois dominante, consistant à laisser la maladie se propager jusqu’à la généralisation d’une immunité de groupe suffisante pour que l’épidémie finisse par s’arrêter d’elle-même. Il lui a cependant fallu faire marche arrière – avant même que le virus ne l’envoie en soins intensifs –, lorsqu’il est apparu que le coût humain de l’inaction sanitaire allait dépasser ce qui était socialement supportable (les projections de l’Imperial College pronostiquaient un demi-million de mort par Covid-19 en Grande-Bretagne). Avec les revirements erratiques qui le caractérisent, Donald Trump a aussi tenté, le plus longtemps possible, de minimiser la gravité de l’épidémie et de limiter les mesures de contention pour ne pas créer de nouvelles difficultés économiques. Sa doctrine était claire : « nous ne pouvons pas laisser le remède être pire que le problème », car « l’arrêt économique tuera des gens ». Comme à son habitude, D. Trump fait parler la vérité toute crue de l’économie : c’est elle qu’il faut sauver, et cela doit l’emporter sur toute autre considération. Sur ce terrain où il règne en maître, c’est toutefois le vice-gouverneur du Texas qui lui a ravi la vedette, en déclarant que les personnes âgées, à commencer par lui-même, devaient accepter de sacrifier leur vie pour la bonne marche de l’économie et pour le bien du pays. Jair Bolsonaro a affiché le même déni de la gravité de l’épidémie, les mêmes attitudes désinvoltes à l’égard des mesures sanitaires, le même refus des mesures risquant de provoquer la paralysie du pays. S’y ajoutent dans son cas, la mise en avant de la nécessité des classes populaires de travailler pour survivre et une justification plus explicitement teintée de religion : « je suis désolé, des personnes vont mourir, mais c’est la vie » ; « nous devons travailler. Il y a des morts, mais cela dépend de Dieu ; nous ne pouvons pas tout arrêter ». Cependant, tout comme Trump qui, sans prendre toutes les décisions attendues du chef de l’exécutif fédéral, a fini par accepter les mesures sanitaires préconisées par ses conseillers, Bolsonaro a perdu la partie. Il s’est mis à dos tous les gouverneurs et a même vu fondre le soutien de l’armée, comme en témoigne l’épisode assez ubuesque au cours duquel les généraux de son cabinet l’ont empêché de limoger son ministre de la santé, manifestant ainsi qu’il avait perdu la main sur les décisions gouvernementales [25]. Ainsi, les adeptes les plus cyniques d’une économie pure, ne craignant pas d’avouer leur complète indifférence à la vie humaine, ont fini par manger leur chapeau et ont dû se rallier à la tendance globale au confinement général.

Il faut encore ajouter dans cette catégorie le cas, a priori bien distinct, du président mexicain, Andrés Manuel Lopez Obrador. Considéré par certains comme un héraut de la gauche progressiste, il n’en a pas moins égalé Trump et Bolsonaro par sa façon de mépriser les consignes de prévention, de continuer à faire des meetings, d’embrasser ses admirateurs et de repousser ostensiblement le gel hydroalcoolique tendu à ses ministres. Ses déclarations n’ont pas été moins surprenantes (selon lui, le virus ne pouvait rien faire au Mexique, parce qu’il s’agit d’un grand pays de culture et parce la lutte menée contre la corruption permet d’avoir des budgets solides pour la santé), jusqu’au jour où, faisant fi du caractère laïc de l’État, il a brandi les images pieuses conservées dans son porte-feuille et les a présentées comme ses véritables « gardes du corps » contre le virus [26]. Dans le même temps, il refusait, malgré les avertissements qui se multipliaient dans le pays, de prendre des mesures risquant d’affecter l’activité du pays. Lopez Obrador n’est sans doute pas l’homme de l’Économie pure, mais il est néanmoins la parfaite incarnation du « développementisme », qui en est la version progressiste [27]. Il suffit de voir, au moment où le confinement est finalement en train d’entrer en vigueur, l’urgence qu’il continue d’accorder à la mise en œuvre de ses grands projets d’infrastructure, tels que le très contesté « Train maya » [28]. Au total, les cas de Lopez Obrador, Trump et Bolsonaro, montrent combien le fanatisme de l’économie (dans ses diverses variantes) et le fanatisme de la religion se rejoignent et s’entremêlent à merveille. L’hypothèse benjaminienne du capitalisme comme religion n’a jamais paru aussi avérée [29].

Qu’en est-il maintenant des pays européens, et notamment de la France ? L’hésitation et l’improvisation ont largement prévalu, dans un contexte d’impréparation à la fois sur le moyen terme et face à l’imminence de la pandémie annoncée. Contre toute évidence, chaque gouvernement a espéré que son propre pays serait épargné (cela a été le cas en France encore, alors même que l’Italie était déjà sévèrement touchée). Il y a dans l’impréparation et le déficit d’anticipation un trait éminemment présentiste qui, notamment en France, a atteint des dimensions criminelles, mais il y a aussi, tout simplement, une forme de déni, lié à la volonté de croire qu’on pourra éviter de prendre des mesures portant atteinte à la bonne marche de l’économie. En France, le revirement est intervenu entre le 12 et le 16 mars, soit entre les deux interventions d’Emmanuel Macron, la seconde annonçant le confinement général du pays [30]. On dit volontiers que les projections de l’Imperial College auraient, là aussi, joué un rôle déterminant : l’ampleur de la mortalité prévisible élève soudainement le coût politique de l’inaction ou du déficit de l’action publique ; la primauté du souci économique n’est plus tenable.

Reste à comprendre pourquoi l’option a) a alors été adoptée, plutôt que l’option b). C’est qu’aucune des conditions nécessaires au déploiement de cette dernière (la voie coréenne) n’était réunie. L’impréparation était trop grande et il était trop tard pour agir de la sorte. Surtout, tous les moyens matériels manquaient : pas de masques, pas de test, pas assez de lits, pas de culture de la prévention. C’est ici que la responsabilité des politiques de santé passées est considérable : une autre stratégie aurait été possible, mais pas dans les conditions d’impréparation et de pénurie matérielle de la France qui, comme la plupart de ses voisins, apparaît victime de la « tiers-mondisation » provoquée par des décennies de néolibéralisme. Dès lors qu’était admise la nécessité de limiter la propagation d’un virus inconnu et retors dans son déploiement meurtrier, il n’y avait donc pas d’autre solution crédible que celle du confinement général. Reste cependant le cas de quelques pays européens, à commencer par l’Allemagne, dont, curieusement, on parle fort peu. Organisation efficace, moyens matériels
importants et qualité du système hospitalier (deux fois plus de lits par habitant qu’en France) explique sans doute un niveau de mortalité plus faible, alors même que les mesures de confinement y sont plus souples (comme c’est aussi le cas en Suède). Le statut d’exception de la puissance dominante en Europe expliquerait-il la possibilité d’une voie en quelque sorte intermédiaire entre celle de ses voisins et celle de la Corée du Sud ?

Au total, les décisions des États se laissent répartir dans un espace ordonné par trois pôles principaux : le minimalisme sanitaire libéral-darwiniste ; l’atténuation mise en place par des États bien préparés et dotés de puissants moyens matériels et techniques ; les mesures de confinement généralisé, mises en œuvre de façon plus ou moins autoritaire. Il faut ajouter que bien des gouvernements ont fait preuve de longues hésitations, pris qu’ils étaient entre les exigences sanitaires et le souci de nuire le moins possible à la bonne marche de l’économie ; mais, ils ont presque tous fini, avec plus ou moins d’empressement ou plus ou moins de retard, par se rallier à l’option du confinement, qui concerne désormais plus de 4 milliards de personnes dans le monde.

Il est frappant de voir que des gouvernants qui sont tous, selon des modalités variables, de bons petits soldats du monde de l’Économie aient pu opter, du moins initialement, pour des stratégies aussi différentes. D’autres facteurs que cette seule soumission aux impératifs de l’économie doivent donc entrer en ligne de compte : le degré de préparation et le niveau de puissance matérielle (autrement dit, la place dans la hiérarchie du développement capitaliste) ; les différentes traditions politiques et les modes variables d’articulation entre État et économie qui en résultent. Mais, au final, la voie coréenne, la seule permettant de concilier exigences sanitaires et impératifs économiques, n’était accessible qu’à un petit nombre d’élus. Quant à la voie hyperlibérale-darwiniste, elle est la vérité même de l’économie s’imposant au mépris de toute considération sanitaire et de tout souci de la vie ; mais elle n’a pu tenir, face à l’ampleur de la mortalité annoncée, et a dû céder partout. N’est donc restée que l’option a), celle du confinement généralisé qui, pour bloquer la progression de l’épidémie, ont aussi paralysé l’économie mondiale.

Voilà donc bien le plus incroyable. A leurs corps défendant et avec, certes, tous les retards coupables que l’on voudra et toutes les ambiguïtés qui n’ont pas manqué d’être relevées (entre un discours martial sur le strict respect du confinement et les efforts pour maintenir l’activité de certains secteurs économiques, de toute évidence non essentiels). Mais tout de même, ils l’ont fait. Ils ont fait l’impensable et mis l’économie mondiale presque à l’arrêt, entraînant ainsi une récession – et bientôt une crise économique – bien plus considérable que celle de 2008 et qui impose déjà, aux dires du FMI lui-même, la comparaison avec 1929.

Comment comprendre cela ? L’économie aurait-elle subitement cessé de régner ? Pourquoi de telles mesures ? Simplement parce qu’il est évident que la priorité est de « sauver des vies », comme le voudrait le discours médical ? Mais toutes les vies qu’on ne sauve pas dans le cours ordinaire du monde de l’Économie rappellent qu’il n’y a là aucune évidence. Le fait qu’il n’en ait pas été ainsi lors des grandes épidémies du siècle passé conforte l’absence, ici, de toute évidence. Comment alors échapper à la fois à la naïveté d’une lecture « humaniste » et à la dénonciation dogmatique d’un primat toujours absolu des impératifs économiques ?

A quoi répond l’exigence, largement prise en compte par l’action publique, de « sauver des vies » ? Est-ce l’apothéose de la gouvernementalité biopolitique ? Le Léviathan étatique a-t-il flairé là la meilleure occasion d’imposer un renforcement de ses dispositifs de surveillance et de contrôle, sous couvert de l’état d’urgence sanitaire permanent en gestation ? Est-ce parce que, dans les conditions présentes, il en va de « la capacité des États à assurer la reproduction des rapports sociaux », à travers les services publics de base [31] ? Ou plus trivialement de sauvegarder les « ressources humaines » menacées par le virus ?

Peut-être n’est-il pas mauvais de s’intéresser à ce qui se profile comme un discours officiel émergent par temps de coronavirus. L’article que la directrice du FMI et son homologue de l’OMS, Kristalina Georgieva et Tedros Adhnom Ghebreyesus, ont co-signé dans le Daily Telegraph du 3 avril, en est sans doute une pièce-clé [32]. Il a pour enjeu central de tenter de résorber la contradiction entre souci sanitaire et impératif économique : « tous les pays se trouvent face à la nécessité de contenir la propagation du virus au prix d’une paralysie de leur société et de leur économie » affirment-ils d’abord, avant de récuser qu’il s’agisse d’un dilemme : « Sauver des vies ou sauver les moyens de subsistance ? Contrôler le virus est, dans tous les cas, une condition préalable pour sauver les moyens de subsistance » ; « le cours de la crise sanitaire mondiale et le destin de l’économie mondiale sont inséparablement entrelacés. Combattre la pandémie est une nécessité pour que l’économie puisse récupérer ». Certes, on voit mal ce qu’un message commun émanant de ces deux organismes internationaux pouvait dire d’autre que d’affirmer cette belle unité des exigences sanitaires et économiques. Il n’en est pas moins significatif que les mesures découlant de la lutte contre la pandémie ne soit pas présentées comme un obstacle au fonctionnement de l’économie, mais comme une condition d’un plein retour à la bonne marche de celle-ci. Bill Gates, très impliqué dans les enjeux sanitaires et au demeurant co-organisateur de Event 201 Scenario, ajoute quelques précisions : « personne ne peut continuer le business as usual. Toute confusion sur ce point ne ferait qu’aggraver les difficultés économiques et augmenter la probabilité que le virus revienne et cause plus de morts encore » ; « si nous prenons les bonnes décisions, sur la base des informations scientifiques, des données et de l’expérience des professionnels de la santé, nous pouvons sauver des vies et faire que le pays reprenne le travail ». Derrière la conjonction des exigences sanitaires et économiques, se dessine (comme on peut aussi le percevoir dans la tribune de Y. Harari) la triple alliance des acteurs du capital, d’un pouvoir politique éclairé et des experts de la science.

Cette idéologie, mise en place au niveau global et qui sous-tend l’articulation supposément non conflictuelle entre souci sanitaire et impératifs économiques, est certainement appelée à prendre de l’ampleur dans les temps à venir. Elle offrira certainement aux grandes entreprises un vaste champ communicationnel, dans lequel le health-washing pourrait concurrencer le green-washing jusque-là en vogue, sur le mode : « vous voyez bien que nous mettons les vies avant le profit » [33]. Dans l’immédiat, elle exclut de faire l’impasse sur les conséquences de la pandémie en termes de mortalité et de désorganisation (à la fois sociale, politique et directement économique). Dans le monde de l’Économie, on ne peut pas agir dans le mépris affiché et explicite aux yeux de tous de millions de vies humaines ; mais « sauver des vies » vaut moins en soi que parce que c’est une nécessité pour l’économie elle-même.

Les États sont, encore et toujours, des rouages essentiels de la machinerie économique globalisée. On néglige parfois ce fait, parce que le fonctionnement normal de celle-ci fait prévaloir l’intégration croissante, sinon fusionnelle, des sphères politiques et économiques. Mais dès que les difficultés s’accentuent, les États retrouvent un rôle qui n’est qu’en apparence plus autonome : face aux facteurs de crise économique, ils agissent comme garants en dernière instance des marchés, ainsi qu’ils le font puissamment en ce moment même ; face aux crises sociales, ils se doivent d’agir en combinant promesses de changement et formes sans cesse plus intrusives de contrôle et de répression ; face aux crises sanitaires, ils se doivent d’agir pour préserver la vie et la santé des populations. Ne pas le faire, ou le faire avec déficience, s’est s’exposer à un discrédit accru – dans un contexte où la crédibilité des gouvernants est partout sérieusement ébranlée, sinon chancelante. Du reste, comme on l’a suggéré déjà, l’intensité des mesures prises semble parfois proportionnelle aux erreurs commises, à l’impréparation et aux retards coupables que les gouvernants doivent tenter d’occulter ou de faire oublier, face à des mouvements de colère dont les initiatives judiciaires en cours ou à venir ne sont qu’un mince aspect. Enfin, il faudrait peut-être tenir compte d’un facteur supplémentaire qui vient renforcer le risque de désorganisation politique et économique qu’a agité la pandémie du Covid-19. Comme on l’a vu, il s’agit d’une maladie qui frappe d’abord à la tête : elle s’est tout de suite diffusée dans les zones les plus centrales du monde globalisé et s’est vite répandue dans les cercles dirigeants (chefs d’état ou de gouvernement touchés ou en risque de l’être, ministres et parlementaires, généraux et hauts fonctionnaires, hommes d’affaires, etc.). Il est possible que le risque de désorganisation des chaînes de commandement, en cas de propagation non contenue de la pandémie, ait été très élevé : sauver des vies alors, c’est bien sauver la bonne marche du monde de l’Économie. La réaction aurait-elle été tout à fait la même si la pandémie s’était diffusée exclusivement ou prioritairement parmi les populations pauvres des pays du Sud ?

d) Avant de conclure cette partie, on doit évoquer un cas sensiblement différent, qui pourrait s’avérer éclairant. Alors que le président mexicain affichait jour après jour son déni de la gravité de la maladie et son refus de toute mesure sérieuse de prévention et de protection, les zapatistes du Chiapas ont surpris par la précocité et la clarté de leur réaction. Dans son communiqué du 16 mars, l’EZLN déclare l’alerte rouge dans les territoires rebelles, recommande aux conseils de bon gouvernement et aux communes autonomes de fermer les caracoles (centres régionaux) et invite les peuples du monde à prendre la mesure de la gravité de la maladie et à adopter « des mesures sanitaires exceptionnelles », sans pour autant abandonner les luttes en cours [34]. Cette annonce est d’autant plus remarquable que les autorités de l’État fédéral n’étaient pas alors les seules voix à minimiser le danger de l’épidémie (il est vrai, très peu diffusée encore au Mexique). Inspirés par leur méfiance envers les impositions étatiques – et parfois aussi, plus spécifiquement, par des propos comme ceux de Giorgio Agamben sur « l’invention de l’épidémie » comme levier de l’état d’exception, ou sur la misère d’une vie nue, privée de tout contact physique – nombreux étaient ceux qui, dans les milieux critiques, tendaient à récuser par avance les mesures de distanciation sociale ou de confinement et à leur opposer un devoir de résistance. Dans les jours qui ont suivi le communiqué, les responsables de la santé autonome zapatiste ont réalisé des messages audios pour partager les informations disponibles concernant les symptômes de la maladie et ses modes de contagion ; et ils ont recommandé des mesures de prévention et de contention, telles que la suspension des réunions ou la mise en quarantaine des personnes revenant d’autres régions [35]. Mais c’est aux communautés elles-mêmes qu’il est revenu de prendre les décisions qu’elles considéraient pertinentes, en fonction de la situation particulière de chaque lieu. Cette expérience – qui n’est assurément pas la seule en son genre et qui s’est sans doute reproduite dans bien des régions où les traditions communautaires amérindiennes restent fortes – permet de mieux se représenter ce que pourrait être une organisation de santé populaire et auto-organisée. Elle permet aussi de mieux comprendre que des mesures aussi drastiques et éprouvantes que le confinement ou l’impossibilité de se toucher et de s’embrasser ne deviennent vraiment odieuses que par les formes qu’elles prennent lorsqu’elles sont imposées par l’État, à grand renfort de contrôles policiers et de mesures répressives. Mais il peut aussi exister des formes de confinement collectivement décidées et auto-organisées, au plus loin des cadres étatiques.
* * *
La pandémie provoquée par le SARS-CoV-2 est venue ouvrir une faille entre l’exigence sanitaire de protection des populations et la poursuite du fonctionnement de la machinerie économique. La voie permettant de concilier avec le moins de heurts possibles ces deux préoccupations s’est avérée inaccessible à la plupart des pays, par manque de préparation et de moyens matériels – présentisme, néolibéralisme et asymétries planétaires conjuguant ici leurs effets. La voie cynique d’un sacrifice affiché des vies humaines au dieu Économie a fini par apparaître politiquement intenable. Les mesures drastiques d’endiguement et de confinement qui ont donc dû être prises ont mis à l’arrêt une part considérable de l’économie mondiale. Même si la nouvelle version de l’idéologie dominante globalisée s’emploie à affirmer qu’il n’y a pas de contradiction entre mesures sanitaires et souci de l’économie – la lutte contre la pandémie étant la condition du retour à la bonne marche de la seconde – , il est patent que les politiques adoptées mondialement sont allées, à court terme, à l’encontre des impératifs strictement économiques, au point d’amorcer la plus grave crise économique depuis presque un siècle.
Dans ce contexte, il est évident que les États cherchent à tirer tout le parti possible d’une situation d’urgence sanitaire imposant un contrôle strict des populations : renforcement de l’emprise policière (voire militaire), perfectionnement des techniques de surveillance et de contrôle, notamment à travers le traçage numérique des contacts, mesures d’exception tendant à se pérenniser, dérogations au droit du travail, généralisation du télé-travail et du télé-enseignement, isolement permettant de briser les solidarités et les mobilisations collectives émergentes, etc. La « stratégie du choc », chère à Naomi Klein et consistant à justifier l’imposition de mesures impopulaires par la nécessité de répondre à la gravité de la crise en cours [36], est plus que jamais à l’œuvre (et doit être combattue comme telle) ; mais s’en tenir à cette analyse reviendrait à ne voir qu’une partie de la réalité : la crise sanitaire est bien réelle et elle a obligé la plupart des gouvernements à prendre des mesures qui vont à l’encontre de leurs priorités habituelles. La compréhension de ce revirement – certes provisoire et justifié au nom même de l’économie par le nouveau discours dominant globalisé – devra donner lieu à des analyses plus approfondies. Mais on peut déjà en tirer la remarque suivante : plutôt que de considérer uniquement les mesures de confinement comme l’expression abstraite du caractère autoritaire de l’État, comme la quintessence du contrôle biopolitique des populations ou comme la simple perpétuation de la toute-puissance de l’économie (toutes analyses qui sont au demeurant sans doute nécessaires), il serait peut-être bon d’admettre que les mesures drastiques de contention de la pandémie sont, pour les dominants eux-mêmes, lourdes de tensions et de contradictions – comme le sont aussi les enjeux du déconfinement. Malgré le caractère écrasant des formes de domination et leur tendance à se renforcer sans cesse, il ne faudrait pas oublier que les gouvernants et les élites mondiales agissent sous la menace constante d’un niveau de discrédit, de perte de confiance, d’insatisfaction et de colère qui a conduit, au cours des deux dernières années, à des soulèvements populaires d’une ampleur tout à fait inattendue – tendances dont il y a tout lieu de penser qu’elles ne peuvent que s’accentuer à la faveur de la crise du coronavirus.

Pandémie et mondes à venir : tendances et opportunités

Dans ces temps passablement déprimants d’urgence sanitaire, de comptabilités macabres permanentes et d’enfermements imposés, quelques-uns se soucient de ce qu’il est possible de faire dès maintenant et beaucoup spéculent sur les opportunités de l’après-confinement. Sur ce point, qui importe particulièrement, il est sans doute préférable de renvoyer aux élaborations collectives en cours ou à venir. Et il ne faudrait pas négliger de commencer par dégager les tendances qui paraissent déjà agissantes et ont toute chance de l’être plus encore dans le monde d’après. Ces tendances sont très largement adverses, sans exclure des possibles plus favorables dont il nous revient de tirer parti au mieux.

Même si beaucoup rêvent du vaste examen de conscience d’une civilisation enfin confrontée vraiment à ses limites et à ses effets mortifères, on doit bien reconnaître que les forces systémiques qui ont conduit le système-monde globalisé au point où il en est n’ont pas magiquement disparues, par la seule vertu d’un virus vengeur . Elles sont toujours à l’œuvre et à la manœuvre – et toujours dominantes. Il est donc plus que probable qu’elles imposent, dès que les conditions sanitaires le permettront, un retour au business as usual – si possible plus sécurisé encore qu’auparavant. Bien entendu, tout dépendra de l’ampleur de la crise économique, qui risque de s’accentuer rapidement aux États-Unis, avec l’enchaînement probable de la hausse vertigineuse du chômage (qui pourrait atteindre 30 millions de personnes supplémentaires), le défaut des ménages en situation d’endettement, la crise bancaire qui devrait s’en suivre et accentuerait la séquence annoncée de faillites d’entreprises. Mais passé ces épisodes extrêmes, la tendance à la reprise du cours ordinaire de l’économie devrait l’emporter, en jouant de la nécessité de la récupération et peut-être aussi d’un consumérisme de rattrapage. Il est fort probable que les urgences de la relance économique, joints aux impératifs de restriction budgétaire, à nouveau mis en avant et justifiés par les déficits et l’endettement faramineux provoqués par la crise sanitaire, relégueront au second plan les enjeux climatiques et écologiques, remettant ainsi à plus tard les minces avancées en cours ou attendues [37].

Par ailleurs, tout ou presque a déjà été dit sur la stratégie du choc, en cours et à venir, qui permet et permettra de renforcer les mesures d’exception, les atteintes aux libertés sous couvert d’état d’urgence, l’intervention permanente et discriminante des forces de police, les formes de surveillance et de contrôle, etc [38]. Toutefois, si la crise sanitaire est une bonne occasion de renforcer ces tendances, il faut rappeler qu’elles étaient déjà largement présentes auparavant. A l’évidence, le régime chinois n’a pas eu besoin du coronavirus pour imposer un contrôle généralisé et brutalement répressif de sa population, appuyé depuis longtemps sur les techniques numériques [39].

Cependant, la crise du coronavirus pourrait-elle marquer une certaine inflexion dans le déploiement des forces systémiques ? Deux points semblent presque faire l’unanimité, jusque dans les cercles dirigeants et médiatiques. Il s’agit d’abord de la nécessaire relocalisation de certaines productions dont la crise a fait apparaître le caractère vital, notamment en ce qui concerne l’industrie pharmaceutique – sans parler des masques en papier, propulsés au statut de critère décisif de la souveraineté des plus grandes puissances mondiales (au moins sont-elles immunisées contre le ridicule !). Selon Thierry Breton, commissaire européen au marché intérieur, cette relocalisation à venir est déjà actée. Mais il serait évidemment téméraire d’en conclure à une conversion à la démondialisation : il ne s’agira probablement que d’un réajustement des chaînes de production, au sein d’une globalisation continuée. En second lieu, on évoque volontiers une revalorisation des services publics, voire un retour de l’État-Providence. Mais doit-on croire à la soudaine conversion de ceux qui, comme Emmanuel Macron, après avoir été les fidèles exécutants des diktats de l’économie néolibérale, semblent soudain parler le langage de l’intervention affichée de l’État, au bénéfice de l’intérêt collectif ? Et doit-on croire ceux qui, selon une rengaine récurrente depuis une bonne dizaine d’années, annoncent la fin du néolibéralisme ? La ficelle est trop grosse et la chose a déjà été bien expliquée : les politiques (néo-)libérales ont toujours eu besoin de l’État, à la fois pour les mettre en place (dans le cas du néolibéralisme, au cours des années 1980) et comme garant en dernier recours, de sorte qu’en cas de crise, c’est l’État qui est appelé à la rescousse pour socialiser les pertes, tandis que lorsque la machine repart, il se désengage à nouveau pour laisser libre cours à la privatisation des bénéfices. C’est ce qui s’est passé en 2008-2009 et il n’y a guère de raison pour qu’il en aille autrement cette fois-ci. Reste que, même si les paramètres fondamentaux du néolibéralisme n’ont guère été affectés, les turbulences de l’après-2008 sont restées marquées par des interventions plus affichées de l’État, moins certes dans le domaine social que par l’accentuation de sa dimension policière et répressive. Il est hautement probable que s’accentue une telle évolution vers ce qui a été qualifié de (néo-)libéralisme autoritaire [40]. Pour autant, le système de santé ayant tenu le rôle que l’on sait dans la crise du coronavirus, on voit mal comment il serait possible, après avoir tant célébré le dévouement héroïque des soignants, de ne pas paraître faire au moins quelques gestes significatifs à leur endroit. Et on ne voit pas non plus comment il serait possible de rester tout à fait sourd à une très puissante demande sociale en matière de santé et de soins. Une augmentation des dépenses dans ce domaine ne pourra guère être évitée, même si on ne doute pas que la mise en œuvre des promesses faites sous le coup de l’urgence et de la nécessité absolue de contenir la colère des soignants usera de tous les stratagèmes possibles pour privilégier, plutôt que l’indispensable augmentation des moyens et des postes, les mêmes mesures de réorganisation et de rationalisation qui ont conduit aux défaillances et aux pénuries révélées par la crise du coronavirus.


De manière générale, ce qui se dessine est tout à fait ambivalent. Il n’y a aucune dynamique unilatérale, mais des tendances éminemment contradictoires. D’un côté, on peut anticiper quelques réajustements au sein des dynamiques continuées de l’économie globalisée (avec une accentuation de ses faiblesses, et notamment de son déficit de croissance et de son colossal surendettement), mais aussi une accentuation des pulsions autoritaires et liberticides, avec un nouveau tour de vis dans la généralisation de l’état d’exception et l’amplification des techniques de contrôle et de surveillance.

Mais tout ceci ne peut pas être dissocié d’une autre tendance, déjà présente antérieurement et qui devrait être accentuée encore par la crise du coronavirus : un puissant mouvement de délégitimation à la fois des élites dirigeantes et des politiques néolibérales qu’elles appliquent [41]. Trois dimensions se rejoignent ici : une perte de crédibilité des gouvernants et une insatisfaction croissante à l’égard d’une démocratie représentative à bout de souffle (les causes profondes de ces processus étant très directement liées à la subordination structurelle des États vis-à-vis des forces de l’économie transnationalisée [42]) ; un degré d’accentuation des inégalités sociales qui les rend désormais de plus en plus inacceptables ; et, enfin, la conscience devenue aiguë, surtout parmi les plus jeunes générations, des dégâts écologiques induits par le productivisme capitaliste. Au-delà des caractéristiques et des motivations spécifiques de chacun d’entre eux, les soulèvements planétaires des deux années écoulées témoignent de l’ampleur de la délégitimation des élites et des politiques néolibérales. Après quatre décennies de toute-puissance de la « pensée unique » néolibérale, celle-ci accumule désormais les déconvenues et les déroutes, au moins sur le plan idéologique. C’est là un fait majeur, qui détermine sans doute très largement les agissements des gouvernants, qui se savent menacés d’être balayés, soit par quelque vague populiste, soit par de véritables soulèvements populaires.

Il est permis de penser que la crise du coronavirus, dans son pendant et son après, ne peut que conforter cette tendance. Elle apporte en effet les éléments d’une condamnation sans appel des politiques néolibérales appliquées au secteur de la santé, dès lors qu’elles sont la cause directe d’un manque de moyens et d’une impréparation dont la dimension criminelle est apparue aux yeux de tous. A l’inverse, s’est fait jour un immense besoin de services publics, afin de répondre aux exigences de soin, de solidarité et de protection des plus vulnérables. Par ailleurs, les niveaux d’inégalités engendrés par des décennies de néolibéralisme sont apparus avec plus de violence encore au prisme des situations créées par la crise sanitaire : c’est tout particulièrement le cas pour des classes populaires contraintes à travailler pour des salaires devenus doublement indécents, au regard des risques encourus et des morts au champ du labeur, mais aussi du caractère de haute nécessité soudainement reconnue à des tâches jadis méprisées ou mal considérées. En outre, il n’est pas exclu que l’urgence absolue de la crise sanitaire donne plus de consistance sensible à la menace du réchauffement climatique, cette « urgence lente » mais plus redoutable encore que le Covid-19.

Enfin, la gestion gouvernementale de la crise du coronavirus a de quoi convaincre du caractère mensonger de la supposée nécessité de l’austérité budgétaire et de l’impérieuse soumission aux contraintes de la concurrence mondiale : en quelques jours, les gouvernements ont aligné des centaines, voire des milliers de milliards pour soutenir l’économie, montrant ainsi que, face à un danger jugé sérieux, ils pouvaient agir sans plus aucun souci comptable (« whatever it takes »). Il n’y a aucune raison de penser que, dans le monde de l’Économie, des sommes comparables puissent être mobilisées pour faire face aux dangers moins tangibles et plus lointains du réchauffement climatique, mais cette différence sera de plus en plus difficile à justifier face à la montée des préoccupations écologiques.

En résumé, l’accentuation du mouvement de délégitimation des gouvernants et des politiques néolibérales est plus que probable. Mais cela ne revient en aucun cas à prédire la fin du néolibéralisme, ni même à affirmer que la crise du coronavirus offrira un terrain propice à un regain des politiques keynesiennes, par exemple sous la forme du Green New Deal cher à l’aile gauche du Parti démocrate aux États-Unis. Il s’agit plutôt de souligner la double tendance à la fois à la délégitimation croissante des politiques néolibérales et à la poursuite de celles-ci, dès lors qu’elles correspondent aux logiques structurelles d’un capitalisme globalisé et financiarisé. La résultante de ces deux mouvements implique une tension de plus en plus explosive avec, d’une côté, l’imposition des politiques requises par les forces dominantes du monde de l’Économie, si besoin par des moyens de plus en plus autoritaires, et de l’autre, un caractère mal assuré de la domination et une probabilité croissante d’explosions sociales. Le renforcement des techniques de contrôle et de répression, désormais menées au nom de la santé et de la protection de la vie, pourra certes s’employer à contrecarrer ces risques ; mais il ne les fera pas disparaître. Il se peut même que ce renforcement ne soit dû qu’à ce risque, qu’au demeurant il peut aggraver en tentant de le circonscrire. La résolution d’une telle tension est hautement incertaine. C’est tout l’enjeu des luttes en cours, tant du point de vue de la domination que de celles et ceux qui la récusent.

C’est dans ce contexte qu’on peut tenter de repérer quelques opportunités de faire croître des possibles déjà à l’œuvre. On s’en tiendra à quelques notes télégraphiques, dans l’attente d’élaborations collectives en cours et à venir.

— « Vous ne confinerez pas notre colère ». La colère, pour l’heure contenue, déborde déjà. Colère face au caractère criminel de l’action des gouvernants qui ont soumis l’hôpital public à des cures d’austérité répétées et sont restés sourds aux revendications insistantes des soignants. Colère suscitée par l’impréparation face au risque épidémique (démantèlement de l’Établissement de préparation et de réponse aux urgences sanitaires, qui avait pourtant été créé en 2007 ; incapacité à reconstituer des stocks de masques et de tests à l’approche de la pandémie, etc.). Colère face à l’absence de moyens et d’organisation permettant de contenir la propagation du virus dans les Ehpad. Combien de contaminations et de décès chez les médecins et les soignants, en ville ou à l’hôpital, « partis au front sans équipement » ? Combien de contaminations et de décès parmi les candidats aux municipales et les assesseurs des bureaux de vote, le 15 mars dernier ? Combien de contaminations et de décès provoqués par des contrôles de police effectués sans protection et sans ménagement ? Combien de contaminations et de décès chez les caissières et employés des supermarchés, obligé.e.s de travailler sans protection adaptée ? Dans les usines, les transports, les entrepôts d’Amazon ou parmi les livreurs à domicile ? Les motifs de colère noire ne manquent pas. Certains médecins en appellent à « l’insurrection générale de tous les professionnels de santé » [43]. D’autres entreprennent de traduire en justice les membres du gouvernement. Les actions à venir sont légions. Sous la contention du confinement, gronde une déferlante de colère. Une colère qui n’a rien d’aveugle et qui, au contraire, s’emploie à dévoiler ce que les gouvernants tentent de masquer. Une juste colère, une digne rage, comme disent les zapatistes. De quoi, peut-être, raviver la flamme de la révolte des Gilets Jaunes. Du moins a-t-on quelques raisons d’envisager une giletjaunisation de la sortie du confinement – malgré les tours de vis que le gouvernement se prépare, pour cela même, à donner.

— « On arrête tout, on réfléchit et c’est pas triste », disait Gébé. La version Covid-19 de L’an 01, c’est plutôt : ils arrêtent tout, c’est pas vraiment gai, mais au moins on peut réfléchir. Certes, le loisir de la grande introspection et de l’examen de conscience n’est pas également partagé. Il concerne en premier lieu les classes moyennes et aisées, confortablement confinées ; pour d’autres, au contraire, la charge de travail est plus forte encore qu’à l’accoutumée, les conditions de survie plus précaires et les inquiétudes du quotidien plus pressantes. Il n’empêche : les rythmes imposés par la machinerie économique se sont largement desserrés ; la pression accélérationiste et immédiatiste s’est relâchée. En France, huit millions de salariés sont au chômage partiel et reçoivent une part notable de leur revenu sans travailler. Beaucoup de temps libéré, même si les conditions fixent de draconiennes limites à son usage. Il reste que l’expérience d’une existence sur laquelle les contraintes du travail s’atténuent sont autant de portes entr’ouvertes vers des possibles que les routines d’un quotidien hyper-saturé d’activités ne laissaient pas même apercevoir. Si le manque de temps est l’une des principales pathologies de l’homo œconomicus, le confinement crée la situation inverse d’une énorme disponibilité de temps, même si, le plus souvent, on ne sait pas bien à quoi d’autre l’occuper qu’à tapoter frénétiquement sur son portable ou à augmenter l’audience des chaînes d’information.

Pourtant, malgré toutes ces limites, la conjonction de la colère contre un état de fait de plus en plus discrédité et d’une rupture de temporalité qui ébranle les habitudes les mieux ancrées est porteuse d’un potentiel non négligeable de critiques, de remises en cause et, peut-être, d’ouverture à de multiples et infimes bifurcations. La crise du coronavirus peut aider à voir un peu mieux ce dont nous ne voulons plus et, peut-être aussi, ce que pourrait être un monde où l’on produirait moins, où l’on travaillerait moins, où l’on polluerait moins, où l’on serait moins pressés. Ce contexte de crise, dans lequel de surcroît la question de la mort est moins occultée qu’à l’habitude, donne une place singulière à des questions telles que : qu’est-ce qui est vraiment important ? A quoi tenons-nous véritablement ? C’est sans doute l’un des ferments potentiellement créatifs de la situation présente.
— Mettre l’économie à l’arrêt : beaucoup en rêvait, le virus l’a fait ! A partir de là, il est logique de prétendre récuser tout redémarrage et toute forme de retour à la normale. Reste à avoir les moyens de s’y opposer concrètement. Mais du moins doit-on souligner que la crise du coronavirus offre comme une expérimentation grandeur nature d’un blocage généralisé de l’économie (35% de l’activité globale et 44% de l’activité industrielle). Certes, il s’agit en partie d’un auto-blocage, mais il ne faut pas négliger l’impact du recours massif au droit de retrait, à d’autres formes de pression de la part des salariés, et même à la grève, en Italie par exemple mais aussi ailleurs. L’hypothèse d’une pratique généralisée du blocage, touchant à la fois la circulation, la production, la consommation, la reproduction sociale, l’aménagement des territoires, qui avait déjà été réactivée par le mouvement des Gilets Jaunes pourrait s’en trouver renforcée. L’épisode actuel d’auto-blocage de l’économie sous contrainte sanitaire pourrait ainsi permettre de faire mieux apparaître les secteurs productifs peu utiles et très nuisibles dont le blocage durable, voire l’élimination, n’entraînerait guère de conséquences néfastes et serait au contraire très bénéfique pour atténuer les causalités des futures catastrophes annoncées.

— Les pratiques d’entraide et d’auto-organisation n’ont pas attendu la crise du coronavirus pour (ré)émerger et apparaître comme la base concrète de mondes désirables et à nouveau habitables. Mais les conditions d’existence imposées par la pandémie et les mesures prises d’en haut pour l’endiguer ne peuvent qu’en accentuer le besoin et la pertinence [44]. L’expérience de l’épidémie fait apparaître, en premier lieu, la nécessité de pratiques auto-organisées du soin : des maisons de santé autonomes, un réseau de compétences partagées ou tout autre mode d’organisation envisageable dans ce domaine auraient permis, comme ont pu le faire les zapatistes, de faire émerger collectivement les mesures sanitaires nécessaires pour affronter l’épidémie, plutôt que de laisser à l’État le plaisir de nous les imposer de façon coercitive. La situation créée par la pandémie pose aussi, avec une acuité qui a cessé de n’être que théorique, la question de l’auto-production, notamment alimentaire, et des réseaux d’approvisionnement auto-organisés, qui s’avèrent cruciaux sous la menace latente de pénuries, en premier lieu dans les villes. Enfin, le tissu renforcé des pratiques d’entraide et d’auto-organisation devrait conduire assez logiquement à amplifier le désir de faire émerger des formes d’auto-gouvernement communal, permettant aux collectifs d’habitants de prendre par eux-mêmes les décisions découlant de choix de vie auto-déterminés.

* * *
Le coronavirus peut être considéré comme un révélateur et un amplificateur de tendances déjà présentes auparavant. Il ne saurait être à lui seul l’opérateur d’un basculement ou d’un retournement historique radical ; il n’est pas le Messie qui condamne à l’effondrement final une civilisation pervertie. Néanmoins, la crise provoquée par le SARS-CoV-2 est un véritable événement qui a obligé les gouvernants de la planète à inverser provisoirement les hiérarchies du monde de l’Économie, pour en assurer durablement la reproduction. En nous plongeant pour la première fois à une telle échelle et avec des effets aussi palpables dans le type de catastrophes caractéristiques du siècle à venir, le virus joue aussi comme un accélérateur du temps historique. En cela, quand bien même la crise immédiate est sanitaire et non climatique, elle nous fait éprouver déjà combien est exorbitant le coût du Capitalocène. Elle rend tangible ce qui se profile à l’horizon – même s’il faut d’autant moins en attendre des effets immédiats que la lecture naturalisante de l’épidémie risque fort de l’emporter.

Dire que le coronavirus ne fait qu’amplifier les tendances déjà présentes antérieurement ne signifie en aucun cas que tout reprendra son cours comme avant. Accentuer les tendances déjà présentes, et en particulier renforcer les antagonismes et les tensions résultant de ces tendances, cela crée, dans une situation chaotique où prévaut une extrême instabilité, une plus grande ouverture des possibles. En même temps qu’elle amplifie les tendances antérieures, la crise du coronavirus ouvre donc des opportunités en partie nouvelles. Les rythmes ont été chahutés ; bien des certitudes ont été ébranlées ; des équilibres ont été modifiés et des interdits levés, au moins provisoirement. Les possibles d’avant deviennent un peu plus possibles qu’avant. Bien sûr, cela vaut tout autant pour le renforcement des formes de domination – qui pourraient bien ajouter à leur panoplie déjà fournie l’état d’exception sanitaire permanent – que pour toutes celles et ceux qui sont prêts à œuvrer sérieusement pour retrouver des mondes vivables, débarrassés de la tyrannie de l’Économie.

Paris (confiné), 12 avril 2020
[mise à jour, le 19 avril 2020]
Jérôme Baschet


[1] https://lavoiedujaguar.net/Le-vingt-et-unieme-siecle-commence-maintenant (version complète d’un texte publié initialement dans Le Monde).
[2] https://www.lemonde.fr/idees/article/2020/04/05/yuval-noah-harari-le-veritable-antidote-a-l-epidemie-n-est-pas-le-repli-mais-la-cooperation_6035644_3232.html (texte initialement publié dans Time).
[3] James C. Scott, Homo Domesticus. Une histoire profonde des premiers États, La Découverte, 2019.
[4] Bruce Campbell, The Great Transition. Climate, Disease and Society in the Late Medieval World, Cambridge University Press, 2016, ainsi que https://rmblf.be/2016/07/09/podcast-bruce-m-s-campbell-the-environmental-origins-of-the-black-death/.
[5] Pierre Veltz, https://www.telos-eu.com/fr/societe/covid-19-meme-en-temps-de-crise-un-peu-de-recul-ne.html.
[6] Rob Wallace, Big Farms Make Big Flu, Monthly Review Press, 2016.
[7] https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(20)30183-5/fulltext.
[8] Mise à jour : les informations récentes orientent les soupçons quant à l’origine de la diffusion du SARS-Cov-2 vers l’Institut de virologie de Wuhan. L’hypothèse d’un virus créé artificiellement en laboratoire est écartée par la plupart des scientifiques, mais une faille de sécurité ayant entraîné accidentellement la contamination initiale est tout à fait possible. Il faut souligner l’extrême importance de l’Institut de virologie de Wuhan : c’est le premier laboratoire P4 (de très haut niveau et de haute sécurité) en Chine. Construit en 2015 et accrédité en 2017, il a été inauguré en présence du premier ministre français, Bernard Cazeneuve (https://www.franceculture.fr/sciences/le-laboratoire-p4-de-wuhan-une-histoire-francaise). Il se consacre notamment à l’étude des virus émergents afin de contrôler les risques épidémiques et l’un de ses programmes concerne les coronavirus de la chauve-souris. Si l’hypothèse d’un lien entre l’Institut de virologie et le démarrage de l’épidémie était confirmé (mais disposera-t-on jamais de preuves fiables ?), l’importance des différentes causalités évoquées plus haut resterait entière : c’est bien parce que les transformations induites par l’homme provoquent une multiplication des zoonoses qu’il faut des laboratoires comme celui de Wuhan pour étudier les virus potentiellement émergents.
[9] Le Hubei fait partie des cinq principales régions pour l’élevage porcin en Chine (https://www.grain.org/fr/article/6441-de-nouvelles-recherches-suggerent-que-l-elevage-industriel-et-non-les-marches-de-produits-frais-pourrait-etre-a-l-origine-du-covid-19). On peut noter aussi qu’une épidémie de coronavirus (SADS) a fait des ravages dans les élevages porcins de la région du Guangdong, il y a trois ans.
[10] Frédéric Keck, https://lundi.am/Des-chauve-souris-et-des-hommes-politiques-epidemiques-et-coronavirus (et son ouvrage à paraître Les sentinelles des pandémies. Chasseurs de virus et observateurs d’oiseaux aux frontières de la Chine, Zones Sensibles, 2020).
[11] http://www.centerforhealthsecurity.org/event201/scenario.html.
[12] https://www.imperial.ac.uk/media/imperial-college/medicine/sph/ide/gida-fellowships/Imperial-College-COVID19-NPI-modelling-16-03-2020.pdf.
[13] http://www.esa.int/Applications/Observing_the_Earth/Copernicus/Sentinel-5P/Coronavirus_lockdown_leading_to_drop_in_pollution_across_Europe.
[14] http://www.g-feed.com/2020/03/covid-19-reduces-economic-activity.html (étude de Marshall Burke).
[15] Voir par exemple le texte de Françoise Vergès, https://www.contretemps.eu/travail-invisible-confinement-capitalisme-genre-racialisation-covid-19/.
[16] https://www.jornada.com.mx/ultimas/estados/2020/03/25/los-pobres-estamos-inmunes-de-coronavirus-barbosa-7821.html.
[17] https://www.lemonde.fr/afrique/article/2020/04/03/en-afrique-le-covid-19-met-en-danger-les-elites-dirigeantes_6035384_3212.html.
[18] https://www.redebrasilatual.com.br/cidadania/2020/03/coronavirus-domesticos-em-casa-salarios-em-dia/.
[19] Ce n’est pas le lieu de discuter les prises de positions de Giorgio Agamben, « Coronavirus et état d’exception » (https://acta.zone/giorgio-agamben-coronavirus-etat-dexception/), ainsi que ses interventions ultérieures (que l’on peut trouver sur le site des éditions Quodlibet : https://www.quodlibet.it/giorgio-agamben-contagio).
[20] C’est l’objet des modélisations mathématiques : voir par exemple Samuel Alizon, https://www.mediapart.fr/journal/culture-idees/050420/le-confinement-ne-fera-pas-disparaitre-l-epidemie.
[21] https://www.lemonde.fr/international/article/2020/04/06/il-ne-faut-pas-diffuser-cette-information-au-public-l-echec-du-systeme-de-detection-chinois_6035704_3210.html.
[22] Vincent Brossel et Marie Holzman, https://www.liberation.fr/debats/2020/04/05/un-banquet-officiel-au-coeur-de-la-pandemie-en-chine_1784085.
[23] Sur les failles dans la construction de l’État chinois, voir « Social Contagion », Chuang, http://chuangcn.org/2020/02/social-contagion/.
[24] https://www.scmp.com/week-asia/health-environment/article/3075164/south-koreas-coronavirus-response-opposite-china-and.
[25] https://www.pagina12.com.ar/257988-bolsonaro-no-pudo-echar-a-su-ministro-de-salud-por-el-veto-m. Mise à jour : le 16 avril, J. Bolsonaro a fini par limoger son ministre, en profitant de déclarations imprudentes qui ont fragilisé le soutien dont il bénéficiait auprès des militaires.
[26] https://www.jornada.com.mx/2020/03/19/politica/005n3pol.
[27] On notera quu des sommets de démence dans le déni de la gravité de l’épidémie ont été atteints par le régime de Daniel Ortega, au Nicaragua. Le discours « progressiste » se fait là plus explicitement classiste et anti-impérialiste, en même temps que teinté de millénariste (https://blogs.mediapart.fr/kassandra/blog/140420/dans-le-deni-face-au-covid-19-le-regime-du-nicaragua-mise-sur-l-intervention-divine).
[28] Mise à jour : on assiste maintenant à un renversement de situation. En effet, le gouvernement mexicain défend des mesures de distanciation sociale et de suspension des activités non indispensables ; mais, au cours des derniers jours, ce sont les milieux économiques, sans doute inspirés par la situation aux États-Unis, qui ont ouvertement appelé à ne pas respecter les consignes gouvernementales (https://www.proceso.com.mx/626362/tv-azteca-llama-a-ya-no-hacerle-caso-a-lopez-gatell).
[29] Walter Benjamin, Le capitalisme comme religion, Payot & Rivages, 2019.
[30] Pierre Dardot et Christian Laval, « L’épreuve politique de la pandémie », https://blogs.mediapart.fr/les-invites-de-mediapart/blog/190320/l-epreuve-politique-de-la-pandemie.
[31] « De quelques rapports entre le coronavirus et l’Etat », http://tempscritiques.free.fr/spip.php?article420.
[32] https://www.telegraph.co.uk/global-health/science-and-disease/protecting-healthandlivelihoods-go-hand-in-hand-cannot-save/.
[33] https://www.edelman.com/research/edelman-trust-covid-19-demonstrates-essential-role-of-private-sector.
[34] http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2020/03/16/por-coronavirus-el-ezln-cierra-caracoles-y-llama-a-no-abandonar-las-luchas-actuales/.
[35] https://www.proceso.com.mx/624397/ezln-avala-cuarentenas-a-migrantes-que-regresan-a-comunidades-de-base.
[36] Naomi Klein, La Stratégie du choc. La montée d’un capitalisme du désastre, Actes Sud, 2008.
[37] François Gemenne souligne à quel point la crise du coronavirus est une mauvaise nouvelle pour la lutte contre le réchauffement climatique (https://plus.lesoir.be/290554/article/2020-03-28/pourquoi-la-crise-du-coronavirus-est-une-bombe-retardement-pour-le-climat).
[38] https://www.lemonde.fr/idees/article/2020/03/24/raphael-kempf-il-faut-denoncer-l-etat-d-urgence-sanitaire-pour-ce-qu-il-est-une-loi-scelerate_6034279_3232.html.
[39] Voir la pratique du social ranking  : https://www.mediapart.fr/journal/international/180818/l-enfer-du-social-ranking-quand-votre-vie-depend-de-la-facon-dont-l-etat-vous-note?onglet=full.
[40] Pour les antécédents du libéralisme autoritaire, Grégoire Chamayou, La société ingouvernable. Une généalogie du libéralisme autoritaire, La Fabrique, 2018.
[41] Un signe qui vaut ce qu’il vaut : à la question « le capitalisme tel qu’il existe aujourd’hui fait-il plus de mal que de bien à la planète ? », la réponse est positive à 56% (et à 69% en France ; elle n’est majoritairement négative que dans les pays suivants : États-Unis, Canada, Australie, Japon, Corée du Sud et Hong Kong) Il s’agit d’un sondage portant sur 34 000 personnes de 28 pays (baromètre de confiance Edelman publié à l’occasion du Forum Économique Mondial de Davos, en janvier 2020 ; https://www.edelman.com/trustbarometer).
[42] Sur ce point, comme sur quelques autres aspects évoqués dans cette partie, je renvoie à Une juste colère. Interrompre la destruction du monde, Divergences, 2019 (pdf en accès libre : https://www.editionsdivergences.com/une-juste-colere-de-j-baschet-pdf/). Version espagnole accessible en ligne : http://comunizar.com.ar/una-digna-rabia-una-aproximacion-los-chalecos-amarillos-jerome-baschet/.
[43] https://acta.zone/coronavirus-confinement-et-resistances-suivi-en-continu/.
[44] https://blogs.mediapart.fr/les-invites-de-mediapart/blog/210320/face-la-pandemie-retournons-la-strategie-du-choc-en-deferlante-de-solidarite.
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Organizaciones se unen para exigir proteccion a personas migrantes durante el COVID19

April 24, 2020, 7:40 am
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Declaración: «Protección a migrantes y refugiados durante la pandemia»

    Diferentes organizaciones de base y religiosas, con el apoyo de líderes religiosos de América Central, México y Estados Unidos nos unimos y emitimos la siguiente declaración para demandar protección a personas migrantes y refugiadas en toda la región durante la pandemia Covid-19. Solicitamos que se les incluyan en las estrategias de prevención, protección y resguardo, dadas su situación de máxima vulnerabilidad.

    Leer comunicado





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    Amenazas a la vida del defensor comunitario Padre Marcelo Pérez Pérez

    April 24, 2020, 2:53 pm
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    Urgimos garantizar la protección del equipo pastoral de la iglesia de San Antonio de Padua y de la población en Simojovel. 

     

    El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, A.C. (Frayba) manifiesta su preocupación por hechos de amenazas de muerte y vigilancia al Padre Marcelo Pérez Pérez (Padre Marcelo), párroco en el municipio de Simojovel de Allende, en Chiapas, México. Hostigamientos que también ponen en riesgo la seguridad de su equipo pastoral y de la población en general.



    El 29 de marzo de 2020, aproximadamente a las 7:00 horas, un hombre vestido de civil tomó fotografías a las y los colaboradores de la Parroquia de Simojovel, quienes se encontraban en actividades a la entrada de la iglesia de San Antonio de Padua. Los hechos se registraron desde una ventana de un hotel cercano. La persona que realizó este acto lo hizo de manera evidente para que fuera vista y se notara su presencia.

    El 02 de abril de 2020, un colaborador cercano al Padre Marcelo recibió una llamada telefónica para advertirle que tuviera cuidado porque andaban pidiendo los datos de las personas que trabajan en la parroquia.

    El 05 de abril de 2020, el Padre Marcelo recibió información que un hombre en Simojovel dijo: “En todo se mete el padre, hay que darle un plomazo…”, este tipo de amenazas se han hecho visibles de manera reiterada incluso en redes sociales.

    El día 6 de abril, aproximadamente a las 12:30 horas, el Padre Marcelo recibió una llamada telefónica de quien se identificó como: “Coronel“ para ofrecerle seguridad a él y a la feligresía de su parroquia: ¿Le interesa la vida de la paz y la tranquilidad de sus fieles seguidores sus feligreses o no le interesa padre?…Ahora yo le digo muy bien, quiero hacerle saber Padre, que de este llamado el cual usted y yo mantenemos, de este llamado depende la vida, la paz y la tranquilidad de cada uno de los suyos […] este llamado no es una broma, […] de usted depende que no se desate una masacre entre sus feligreses […], podemos darle una solución pacífica y usted ya ha sido avisado”.

    El Padre Marcelo es coordinador de la Pastoral Social de la Provincia de Chiapas, que integra a las Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Tapachula y Tuxtla Gutiérrez; cuenta con medidas cautelares (MC-506/14) otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y con medidas llevadas a acabo por el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras y Periodistas.

    El Padre Marcelo continúa sus actividades religiosas y la defensa de los derechos humanos, especialmente de Pueblos Originarios, a pesar de la deficiente voluntad política de protección por parte del Estado mexicano y en un contexto donde actúa la delincuencia organizada.

    La CIDH indica que la labor de defensores y defensoras de derechos humanos es esencial para la construcción de una sociedad democrática, sólida y duradera, ellas y ellos tienen un papel protagónico en el proceso para el logro pleno del Estado de Derecho. Por lo cual, el Frayba reitera la obligación del Estado Mexicano de implementar las medidas necesarias para que quienes defienden derechos humanos ejerzan su labor sin ningún tipo de violencia, amenaza, represalia, vigilancia y hostigamiento.

    San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México

    18 de abril de 2020

    Boletín. No. 8
    Amenazas a la vida del defensor comunitario Padre Marcelo Pérez Pére
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